Escenario

Tras tres años de trabajo fragmentado, Estéreo Waves presenta Inmarcesible, un álbum conceptual que fusiona emociones profundas, evolución sonora y una estética floral con arreglos instrumentales cuidadosamente tejidos.

Estéreo Waves lanza “Inmarcesible”: una nueva era musical marcada por introspección, flores y madurez sonora

Estéreo Waves

Tres años después de su último álbum, la banda mexicana Éstereo Waves regresa con Inmarcesible, un álbum profundamente introspectivo, conceptual y emocionalmente ambicioso. A diferencia de su primer material, grabado en apenas dos semanas durante el encierro pandémico, este nuevo trabajo se gestó de forma fragmentada y atravesado por las realidades de la adultez: trabajo, agendas apretadas y pérdidas personales. “Este disco es nuestro acercamiento a la vida adulta”, cuenta Pato, vocalista de la agrupación.

La producción se dividió en tres etapas con distintos productores, bateristas y enfoques técnicos, lo que dio lugar a una obra con matices sonoros diversos pero unificada por una estética y una intención narrativa claras. Jorge, guitarrista de la banda, lo resume: “Este disco marca el cierre de una era. Más que un producto de mercado, es una cápsula de lo que somos en este momento de nuestras vidas”.

El título del álbum, Inmarcesible, no es casual: “Es mi palabra favorita”, dice Jorge. “La gente puede marchitarse, pero el arte, cuando es verdadero, permanece”. Pato añade que la estética floral detrás del disco tiene un valor simbólico: “Las flores se marchitan, pero aquí buscamos lo contrario. Queríamos hablar de la fragilidad y la permanencia a la vez”.

Flores, emociones y una nueva paleta sonora

El enfoque estético de Inmarcesible no solo está en las letras, sino también en lo visual. Todas las portadas del disco fueron ilustradas a mano por la artista Tamara González, quien desarrolló una serie de imágenes florales que dialogan con la música. “Queríamos que cada canción tuviera una representación visual única”, comenta Pato.

El contenido lírico también evolucionó. Mientras que en "ROI" las letras estaban más ligadas a experiencias personales directas, en Inmarcesible hay una apertura hacia la ficción y lo simbólico. “Me arriesgué más”, reconoce Pato. “Empecé a escribir sobre cosas que no me habían pasado directamente. A construir historias que pudieran tocar a otros”.

En el plano musical, el álbum experimenta con nuevos géneros. Jorge, por ejemplo, se adentró en el funk, lo que impregnó varias canciones de grooves rítmicos más complejos. Además, la banda introdujo instrumentos que nunca había utilizado, como saxofones y chelos, ampliando así su paleta sonora. La grabación también varió técnicamente: mientras algunas canciones se grabaron con modeladores digitales, otras se registraron de manera analógica, con amplificadores reales y microfoneo tradicional.

“Grabamos en La Bestia, en un estudio completamente análogo. Fue un cambio radical”, explica Jorge. Esa variedad de procesos técnicos y artísticos aportó capas de profundidad al disco, que también incluye instrumentales para conectar de forma narrativa cada etapa.

Dolor, catarsis y permanencia

Pero más allá del riesgo artístico, Inmarcesible fue también un proceso profundamente emocional. La muerte de la abuela de Pato y Joseph (bajista y hermano del vocalista) marcó el rumbo sentimental de muchas de las canciones. “La canción Luz es para ella. Nunca había llorado tanto escribiendo una canción”, admite Pato. Incluso lanzamientos ya planeados, como Vivir Contigo, se vieron afectados por el duelo. “No tuvimos energía ni cabeza para pensar en estrategias. Solo subimos lo que teníamos”.

En este contexto emocional se elige Tal Vez Es Mejor como focus track. No solo representa el puente entre el pasado y el presente de la banda, también es una de las canciones más conmovedoras del álbum. “Es la primera vez que escucho un primer mix y se me pone la piel chinita. Lloré”, dice Pato.

A pesar del auge de los sencillos y el contenido efímero, Éstereo Waves apostó por el disco completo. “Admiramos a artistas que hacían música a prueba del tiempo”, dice Jorge. “No queremos sacar canciones por sacar. Queremos hacer algo que no se marchite”.

Esta filosofía también influye en su manera de relacionarse con el público. “Queremos que quien escuche el disco lo sienta propio, que lo acomode en su historia personal”, expreso Pato. “Ese es el poder más bonito del arte”.

Aunque Inmarcesible es, en muchos sentidos, un proyecto íntimo, la banda está lista para compartirlo en vivo. Fechas en Guadalajara, Morelia, León, Querétaro y Ciudad de México (el 23 de agosto) ya están confirmadas, y se está cocinando una posible parada en Monterrey.

Eso sí, llevar este álbum al escenario no será fácil. Algunas canciones, como Luz o aquellas con saxofón y cello, presentan desafíos técnicos y emocionales. “Siempre que involucra más personas, más micrófonos, más logística, se complica”, explica Jorge. Por otro lado, hay temas como Hiroshima, del primer disco, que siguen presentes en sus presentaciones y adquieren nuevos significados con el paso del tiempo.

Pese a todo, la banda se mantiene firme en su visión: crear arte genuino, dejar una huella y resistir el paso del tiempo. “Las flores del disco que queremos que no se marchiten son nuestras canciones”, concluye Jorge.

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