Escenario

La cantautora Zofi Zaro presenta Todo el amor, un tema que transforma el cierre de una relación en un acto de gratitud. Con su estilo mexipop, propone una mirada luminosa y sanadora al desamor

Zofi Zaro y su nuevo sencillo “Todo el amor”: sanar desde el mexipop fronterizo

Zofi Zaro

En su nuevo sencillo Todo el amor, la artista bajacaliforniana Zofi Zaro transforma el final de una relación en un ejercicio de reconciliación emocional. La canción, nacida de una ruptura significativa, rehúye el drama para abrazar el agradecimiento y la madurez. “Fue una relación linda, pero también dolorosa”, comparte Zaro. “Me tomó tiempo poder rescatar lo bueno y soltar sin rencor, porque el rencor solo estorba y se convierte en una carga innecesaria”.

Lejos de instalarse en la victimización, Zofi parte de una premisa clara: en una relación, cada parte tiene responsabilidad. “Estás ahí porque decides estar”, afirma. Esa conciencia fue clave para convertir la experiencia en aprendizaje y evitar caer en amargura. La canción no evade el duelo, pero lo aborda desde una perspectiva luminosa, y esa elección se refleja también en su estructura sonora: melodías alegres que contrastan con la carga emocional del mensaje. “Aunque el trago fue amargo, la canción es ligera. La imagino en la carretera, al amanecer, recordando con cariño algo que ya se superó”.

A la pregunta sobre si fue difícil encontrar esa luz en medio del dolor, la respuesta es un sí rotundo. “Es complicado cuando crees que el amor es suficiente y te das cuenta que no lo es si no hay compromiso o construcción compartida. El amor se siente, pero también se trabaja”.

Mexipop: un lenguaje sonoro propio

Zofi Zaro se define como una artista mexipop, una etiqueta que ella misma ha forjado a partir de sus influencias culturales y musicales. Originaria de Mexicali, Baja California, creció con un pie en la cultura estadounidense y otro en la tradición mexicana. “Escuchaba desde country y folk hasta mariachi y música norteña”, explica. Esa dualidad se convirtió en una riqueza que se expresa en su estilo. “Los artistas somos el resultado de lo que escuchamos, leemos, vemos y del entorno donde crecemos”.

Ese cruce de mundos la llevó a incorporar instrumentos poco comunes en el pop mexicano, como la armónica, que ha tocado desde pequeña de forma autodidacta. Aunque el instrumento tiene origen europeo, su timbre evoca el acordeón norteño, y en manos de Zofi adquiere una identidad híbrida que dialoga con lo folclórico y lo contemporáneo. A esto se suma una clara influencia de la balada romántica, tanto en sus letras como en su estilo vocal.

Su manera de componer es instintiva, emocional y muy melódica, con estructuras heredadas del pop pero con inflexiones vocales propias del mariachi y la música tradicional mexicana. “Aunque no grabe con mariachi siempre, mi forma de cantar tiene mucho de ese estilo. El vibrato, la interpretación, todo tiene esa raíz”.

En el caso de Todo el amor, esa fusión de estilos se llevó a cabo con un enfoque casi artesanal. “Cada canción tiene un tratamiento distinto”, explica. La producción corrió a cargo de Beto de Paz y el equipo de Goro Goro. Las voces y la armónica, grabadas por la propia Zofi, se complementan con arreglos construidos en diálogo con su productor y colaboradores cercanos. “Yo respeto mucho la melodía original, siento que la música debe potenciar lo que la letra quiere decir”.

El resultado es una canción con producción moderna pero alma tradicional, que suena tanto a carretera como a confesionario íntimo, capaz de resonar con públicos diversos.

El arte de cerrar en armonía

Uno de los elementos más destacados de Todo el amor es su perspectiva emocional: no hay rencor, sino aceptación. La canción no busca señalar culpables, sino agradecer el tiempo compartido y abrir paso a una nueva etapa personal. Para Zofi, esto no hubiera sido posible sin el acompañamiento de su entorno. “Fue gracias a amigos que me hablaron con amor, pero con verdad, que pude ver las cosas con claridad”, dice. También reconoce el papel de la terapia en su proceso de sanación: “Me ayudó a entender por qué me relacionaba con ciertas personas y qué patrones debía romper”.

Esa conciencia también atraviesa su lírica. Zofi tiene una particular forma de abordar el desamor con cierta ironía ligera, casi lúdica. “Tengo otra canción, para la próxima, que habla del amor fallido pero desde una melodía alegre. Me gusta que la música suavice el mensaje”. En Todo el amor, ese equilibrio entre emoción y optimismo es evidente. Aunque la historia detrás del tema es personal y dolorosa, la canción no busca que el oyente se quede en el sufrimiento, sino que lo trascienda.

El impacto del tema ha sido inmediato. “He recibido mensajes muy bonitos de personas que dicen que la canción les ayudó a sanar cosas que no sabían que tenían pendientes”, cuenta. “Más que yo esperar algo de la canción, siento que el arte tiene la capacidad de encontrar su lugar. Yo la hice para sanar, pero ahora también me sigue ayudando. Es una canción que me acompaña aún”.

Lo que viene: duetos, giras y más mexipop

El lanzamiento de Todo el amor marca una nueva etapa en la carrera de Zofi Zaro. Este año planea promocionar el sencillo en distintos escenarios, y ya tiene en puerta algunos duetos y colaboraciones. Además, vuelve a presentarse en formato full band, después de años de girar sola con su guitarra y armónica. “Ahora quiero aprovechar estos nuevos espacios para presentar el proyecto con toda su potencia”.

La apuesta por el sonido independiente también es una causa que defiende activamente. “Hay muchísima música hermosa gestándose desde la independencia, pero hay que buscarla. No siempre está en los algoritmos”, advierte. Para ella, el verdadero reto no es solo crear, sino hacer que la música llegue a quienes necesita llegar. Y en eso, su comunidad ha sido clave: “La gente que se conecta con mi música suele compartirla, recomendarla. Eso es oro puro”.

En tiempos donde el desamor suele presentarse como drama o revancha, Todo el amor ofrece una alternativa: cerrar con dignidad, aprender desde el afecto y celebrar lo vivido. Para Zofi Zaro, el arte tiene una misión clara: “Los artistas somos responsables de nuestros talentos. Ponerlos al servicio de los demás es parte de nuestra tarea”.

Con Todo el amor, lo cumple con sensibilidad, honestidad y mucho corazón.

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