
A sus más de 35 años de carrera, Raúl Ornelas no baja la velocidad. Al contrario: la acelera con una sonrisa franca, con el entusiasmo intacto y con una promesa a flor de piel para su público: “vamos a hacer una gran fiesta”, dice al hablar de su esperado concierto en el Auditorio Nacional el próximo 21 de agosto.
Desde el otro lado del teléfono, el cantautor chiapaneco se escucha cálido, relajado y entusiasmado. No es para menos: llegar al Auditorio Nacional es, como él mismo lo dice, “tirar la casa por la ventana”.
“Queremos hacer una gran fiesta para toda la banda que nos ha seguido durante tanto tiempo”, cuenta, “bendito sea Dios, ahí vamos, creciendo poco a poco el número de seguidores, de mamillas y todo el rollo”.
Y vaya fiesta. Ornelas planea subir al escenario acompañado por 16 músicos, con cambios de escenografía, cuarteto de cuerdas, metales y mucha, mucha emoción. Será un salto respecto a sus presentaciones más íntimas, pero también una evolución natural de un artista que ha aprendido a crecer sin perder el alma.
“De repente vamos siendo como que de a trío, de a cinco músicos… pero ahora ya vamos a ser 16 en el escenario. Es todo un fiestón, papá”, dice entre risas. “Nos estamos agasajando todos para que esto vaya para arriba”.
Sorpresas, clásicos… y arreglos ‘chipocludos’
Aunque se resiste a revelar los nombres, Ornelas confirma que sí habrá invitados especiales, y que el repertorio incluirá nuevas versiones de sus clásicos y hasta algunas sorpresas.
“Tenemos algunos invitados, pero no te voy a poder decir quiénes… me pidieron que no, por lo de las agendas y eso”, confiesa con picardía. “Pero sí te puedo decir que son puro Cuarto A, puro acá invitados”.
Sobre el repertorio, asegura que aún está en construcción, porque quiso escuchar a su público y complacer sus peticiones.
“Tuve la puntada de preguntarle a la banda qué quería escuchar… así que he tenido que estar haciendo como especie de melez y chipopurríz para poder complacer a todo el mundo”, explica. “Estoy bien ocupado en eso, pero bien contento, papá”.
Haciendo retrospectiva, Raúl no duda en señalar el momento que marcó su camino como solista. Aunque su paso por el grupo Tres de Copas fue importante, su impulso original venía de antes.
“Cuando tronamos, que ya no nos contrataba nadie, era la crisis de las disqueras, creo que ahí fue donde se marcó la pauta para volver a lo que había empezado. Dije: tengo una historia solito, era una promesa que me había hecho”.
Así nació una carrera solista que ha ido construyéndose canción a canción, disco a disco. De todos ellos, confiesa tener un cariño especial por uno en particular: El manual de lo prohibido.
“Ese disco lo hice sin mucho presupuesto. No le pude meter batería, solo percusión… pero resulta que marcó una pauta para todos los cantautores. Fue el parteaguas de un montón de gente. Se trataba de las canciones”.
Evolución y pasión por la música
A la pregunta de cómo ha evolucionado su música, Raúl responde sin dudar que el cambio es constante. Se define como alguien necio con la música, alguien que toca y canta todos los días. Y eso se nota.
“Cada vez canto más diferente, con ganas de que sea mejor. Siempre hay una evolución, siempre hay un rollo que va adelantándose”, dice. “Mucha gente se va a sorprender con este show y con lo que se puede estar pasando”.
Aunque no le obsesiona explorar géneros nuevos por explorarlos, sí ha sabido adaptarse y experimentar.
“Este último disco trae rollos como de la Sonora Santanera… y fue muy aceptado. A mucha gente le encantó esa propuesta”.
Sobre el panorama actual de la canción de autor en México, Ornelas se muestra optimista. Le emociona la nueva generación de artistas que están surgiendo, aunque reconoce que aún está descubriéndolos.
“Sí, hay mucha gente que me gusta mucho. Poco a poco voy descubriendo más. Me sorprende cómo me voy enterando de muchos géneros”, comparte. “La música hecha con el corazón siempre tendrá un lugar”.
Y como ejemplo de esa permanencia, cita a Luis Miguel: “Después de tantos años sigue llenando con las canciones de Manzanero. Esa bendita música siempre tendrá un lugar”.
Lo que viene: giras, canciones y abrazos
Después del concierto en el Auditorio, Raúl anticipa una agenda intensa: más fechas, más viajes, más canciones. Aunque no quiere adelantar mucho, promete que “van a pasar cosas maravillosas”.
“Me acaban de pasar la agenda y me dio un susto… pensé que ya estábamos más enfocados en esto, pero no, ya está todo bueno. Gracias a Dios seguimos del tingo al tango”, ríe.
Antes de despedirse, Ornelas lanza un mensaje sincero y entrañable a su público:
“Vengan, por favor, que sí se lo van a pasar de maravilla. No es un show cualquiera, yo también estoy sorprendido y bien contento con lo que está pasando”.
“Todo aquel que ande con el corazón medio desconocido, o bien bonito, o quiera agradar a alguien… ese es el momento. Todos nos vamos a abrazar ahí de amor y de todas las cosas”.
Con voz firme y alma generosa, Raúl Ornelas sigue haciendo lo que mejor sabe: tocar fibras, escribir canciones con raíz y subirse al escenario como si fuera la primera vez. Y el Auditorio Nacional, este 2025, será el epicentro de esa emoción.
Los boletos para el concierto de Raúl Ornelas ya están disponibles en este link.