
Ruby Palomino se ha propuesto un reto que muy pocos se atreven a asumir: reinterpretar a Chabuca Granda en clave de rock. Con su nuevo sencillo La Flor de la Canela, la cantante peruana abre paso a un disco completo, No lloraba, sonreía, donde transforma los valses y la poesía de Chabuca en un lenguaje musical diferente, sin perder su esencia.
“Toda mi vida he escuchado folclor, porque soy hija de folcloristas. Pero desde niña también descubrí el rock, y siempre me pregunté si existía un punto de equilibrio entre los dos mundos”, cuenta Ruby con mucha emoción. Esa inquietud se convirtió en un motor creativo que marcó su carrera y la llevó a experimentar en diversos escenarios, desde concursos televisivos hasta estudios de grabación, explorando cómo fusionar el carnaval, el huayno, el vals y el rock.
El proyecto de homenaje a Chabuca Granda no fue un impulso reciente, sino un proceso de varios años. “Este disco nació antes de la pandemia. Paco García, y El Viejo Rodríguez, ambos productores musicales, me propusieron hacer un tributo a Chabuca. Y yo dije: claro, ¿cómo no voy a versionarla?”, relata Ruby. La producción comenzó en plena emergencia sanitaria mundial, lo que implicó desafíos adicionales, pero también marcó el tono emocional del álbum.
“Han sido cinco años de trabajo. Pasamos por la pandemia, por crisis políticas en Perú y por momentos muy duros en lo personal. Pero confío en los tiempos del universo, y ahora el proyecto por fin ve la luz”, dice emocionada.

Cantar con el corazón roto: el dolor como motor creativo
La pandemia no solo alteró los calendarios de grabación; también impactó profundamente la conexión de Ruby Palomino con el material. “Soy psicóloga de profesión, y este disco me permitió conocer a Chabuca desde un lugar más emocional, más íntimo. No fue solo ir al estudio y cantar. Me senté con el productor para analizar las letras, entender su poesía y descubrir todo lo que no sabía de ella”, explica.
En ese proceso, Ruby se apoyó en Paco García, ahijado de Chabuca Granda, quien le brindó contexto y significados que enriquecieron la interpretación. “Cada canción se volvió un ejercicio de desmenuzar su obra y abrazar la emoción. Yo pasaba por un duelo, había perdido a mi padre y estaba saliendo de una relación importante. Todo eso quedó plasmado en el disco”, confiesa.
El resultado, según la cantante, es un trabajo cargado de energía genuina. “Hay una diferencia entre cantar con estabilidad emocional y cantar con el corazón roto. Este disco es eso: un abrazo al dolor, pero también un canto de liberación”, asegura.
Ruby sabe que el proyecto tiene un componente de riesgo, especialmente porque Chabuca Granda es un ícono nacional. “Hay mucha gente que ha versionado a Chabuca en distintos géneros, pero creo que nosotros somos los primeros en hacerlo en rock. Para mí, eso representa una rebeldía total, pero también un honor”, afirma.
La Flor de la Canela: un clásico que renace en versión rock
“¿Quién se atreve a versionar La Flor de la Canela en rock? Pues yo”, dice Ruby con una mezcla de humor y convicción. Para ella, tomar uno de los temas más emblemáticos de la música peruana y adaptarlo al lenguaje del rock no es un acto de irreverencia, sino un puente entre generaciones. “Es una pena que muchos jóvenes no conozcan a Chabuca, y uno no ama lo que no conoce. Este disco es una forma de acercar su obra a quienes quizás no la han escuchado nunca”, explica.
La producción de La Flor de la Canela tiene referencias claras al rock clásico y contemporáneo. “Yo soy muy fan de Pink y eso también influyó en cómo pensamos los arreglos. Junto con El Viejo Rodríguez, vimos cómo queríamos que sonaran los coros, las guitarras, y buscamos un equilibrio entre lo melódico y lo potente”, detalla.
Ruby reconoce que al principio de su carrera tuvo miedo de no agradar al público por experimentar con géneros diversos, pero hoy se siente más segura de su camino artístico. “Estudiar psicología me ayudó a fortalecer mi autoestima y entender que hago música primero porque me gusta, no por complacer a todos. Ese atrevimiento es el que me ha llevado a conseguir muchas cosas”, afirma.
Tras el lanzamiento de La Flor de la Canela, el disco completo No lloraba... sonreía, estará disponible a partir del 2 de octubre. La producción incluye 11 temas de Chabuca Granda reversionados, manteniendo siempre un balance entre respeto y reinvención.
Ruby ya tiene planes para presentar el álbum en vivo y también trabaja en nuevas canciones propias. “Hay videoclips listos, canciones inéditas, pero primero quería que saliera este disco, porque es muy importante para mí. Es una alternativa para quienes buscan algo distinto, con poesía y con fuerza”, señala.
Antes de despedirse, Ruby lanza un mensaje directo al público: “Disfruten el disco tanto como yo lo he disfrutado. Y si no les gusta, tampoco hay problema. Como psicoterapeuta, estoy preparada para el hate, pero lo importante es que lo escuchen. Ese es el fin: que lo escuchen”.