Cansados de la monotonía en Nueva York, Jesse (Andrew Leland Rogers) y Maggie (Naian González Norvind) deciden mudarse a un pequeño pueblo del norte de México en busca de inspiración artística. En su nuevo hogar conocen a Melitón (Manuel García-Rulfo), un estafador local que se vuelve su musa creativa. Sin embargo, cuando aparece Don Chelo (Darío Yazbek Bernal) con una extraña petición, las ficciones de la pareja se mezclan peligrosamente con la realidad.
Así es la premisa de Buen Salvaje, una película dirigida por Santiago Mohar Volkow que se presentó recientemente y que ya genera conversación por su tono irreverente y su humor provocador. El elenco se reunió con La Crónica de Hoy para hablar sobre este proyecto, sus retos y lo que significa participar en una cinta que se burla de todo y de todos.
“Es una locura total”, dice Naian González Norvind, al describir la experiencia de hacer la película. Darío Yazbek Bernal agrega: “Es absurda. La gran comedia sobre Norteamérica”. Ambos coinciden en que el guion los atrapó desde el primer momento por su frescura y originalidad.
“Cuando lo leí por primera vez, ya había dicho que sí a Santiago, pero al leerlo pensé: ‘vamos a ver qué pasa’”, cuenta Yazbek Bernal. “La actitud fue esa: vamos a darlo todo y a ver qué surge. Pudo haber salido espantoso, pero creo que en este caso nos salió muy bien la apuesta”.
Para Manuel García-Rulfo, la confianza en el director fue clave: “Habla muy bien de un director cuando los actores dicen ‘va, yo me aviento lo que me des’ y aquí creo que eso se refleja en pantalla”.
La película, que combina diferentes formatos narrativos y visuales, propone un juego entre la ficción y la realidad. La historia en momentos está dentro de un libro, pero también dentro de una película, lo que aporta múltiples capas narrativas. Se podría definir como una película tipo Wes Anderson, pero aquí el punto fuerte no es solo la fotografía, sino el guion.
Escenas favoritas y momentos catárticos en el rodaje
Cada integrante del elenco tiene su escena favorita. “Me encantaron las escenas de la damisela, donde Maggie actúa dentro de la ficción. Jugamos con estereotipos románticos, con el tono de los cuentos de hadas, y también con algo más telenovelesco”, cuenta Naian González Norvind.
Andrew Leland Rogers recuerda especialmente las escenas donde su personaje se emborracha con Melitón. “Fue increíble, ya llevábamos varias semanas filmando, todos estábamos cansados y eso se convirtió en una catarsis muy bonita”.
Darío Yazbek Bernal menciona el rodaje en la laguna salada, donde pudo manejar mientras filmaban: “Me sentía en una película de acción, como Bruce Willis, pero con una camarita en la mano”.
A pesar de las distintas técnicas y formatos con los que se filmó, el elenco asegura que todo fluyó naturalmente. “No hubo obstáculos, todo se estaba creando en el momento. No había un esquema rígido al que aspirar”, explica Naian González Norvind.
La química entre los actores fue otro de los elementos clave para que la película funcionara. “Lo difícil era no reírse durante las escenas”, confiesan entre carcajadas.
Crítica social y humor irreverente: una película que no se toma en serio
Uno de los temas centrales de Buen Salvaje es el choque cultural entre los protagonistas y el entorno que los rodea. La película retrata con humor ácido la mirada del extranjero que llega a un lugar desconocido buscando experiencias “auténticas”, un fenómeno que conecta con la gentrificación y la apropiación cultural.
“Me dio la oportunidad de burlarme de mi gringa interna. Todos la tenemos un poco, porque la cultura estadounidense ha permeado el mundo entero”, reflexiona Naian González Norvind. “Es muy lindo poder interpretar a un personaje que al principio no me cae bien. Creo que es bueno confrontarse con eso”, añade.
Andrew Leland Rogers, quien es estadounidense, también se identifica con esa crítica. “Yo sí soy gringo, entonces fue fácil entrar al personaje. Me inspiré un poco en los gentificadores que veo por ahí”, bromea.
La película, coinciden los actores, es un espejo que refleja y ridiculiza tanto a los mexicanos como a los estadounidenses. “Se burla de todos”, dice Yazbek Bernal. Y Rogers remata: “Hay que aprender a no ser tan sensibles todo el tiempo. Esta película es para ir, reírse y relajarse un rato”.
Para ellos, la intención no es dar un discurso político, sino ofrecer una experiencia divertida e inspiradora. “Queremos que la gente salga del cine y diga: ‘yo también puedo hacer una película con mis cuates, una cámara y ganas de divertirme’”, comenta Rogers. “Eso es lo bonito de Buen Salvaje: nos recuerda por qué hacemos lo que hacemos”, añade González Norvind.
La cinta ya se encuentra en las salas del país y, según el elenco, más allá de provocar polémica, busca que el público se divierta y reflexione. “Hace falta ser más irreverentes, cambiar las narrativas, renovar el cine en México. Esta película es un paso en esa dirección”, concluye Darío Yazbek Bernal.
Antes de despedirse, el elenco lanza un mensaje a los lectores de La Crónica de Hoy: “No se pierdan Buen Salvaje. Los esperamos en el cine”.
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