
Rossana De León, actriz, cantante, escritora y ahora también productora y guionista, es una de las voces emergentes más potentes del cine independiente mexicano. Su formación se cimentó en el teatro, en la Universidad de Guadalajara, donde estudió la carrera en Artes Escénicas, una base que considera esencial en su evolución: “El teatro me hizo una artista integral. Aprendí a producir, a actuar, a crear desde cero”.
Aunque comenzó sobre las tablas, fue la necesidad económica lo que la llevó a buscar trabajo en otras áreas. Así llegó a Reza Casting, una reconocida agencia de selección de talento, donde se involucró de lleno en el mundo audiovisual: “Me metí al cine y la televisión por supervivencia, pero encontré una nueva pasión”.
Desde entonces, su carrera ha sido un ir y venir entre la actuación, la escritura y la creación de sus propios proyectos. “Empecé a escribir teatro y luego mi primer cortometraje: ‘La mosca en la pared’, que está triunfando”, explica. Este primer corto no solo marcó un nuevo comienzo en su carrera, sino que también le permitió explorar un lado más crítico y personal de la industria del entretenimiento.
En paralelo, Rossana ha destacado en la serie internacional Acapulco de Apple TV+, donde su papel como cantante y bailarina la posicionó como una de las favoritas del público. Junto con su compañero Rodrigo Urquidi, interpreta canciones ochenteras, un elemento distintivo del show. “Cantar y bailar en ‘Acapulco’ es como vivir el sueño de mi infancia, pero ahora me pagan por hacerlo”, confiesa entre risas.
El proyecto la puso en contacto con figuras clave como Eugenio Derbez, quien no solo la aconsejó, sino que la inspiró a tomar las riendas de su carrera: “Él me dijo que si quería despegar, tenía que crear mis propias historias, aunque no supiera hacerlo al principio. Y le hice caso”.

La mosca en la pared: cuando el silencio también es violencia
Ese consejo fue el detonante para que Rossana escribiera La mosca en la pared, un cortometraje que retrata la violencia silenciosa hacia las mujeres en el ámbito del casting y la producción audiovisual. Basado en experiencias reales vividas durante su paso por Reza Casting, el corto aborda los comentarios y actitudes misóginas que muchas veces pasan desapercibidos, pero que dejan cicatrices profundas.
“Escuchaba cómo hablaban de las actrices, de sus cuerpos, como si fueran objetos. Eso me generó angustia. Tenía que contarlo”, señala. La protagonista del corto es, de hecho, una asistente de casting —una “mosca en la pared”—, personaje con el que muchas personas pueden identificarse por su rol invisible, pasivo pero observador, en estructuras de poder.
Rossana interpreta ese rol en cámara, ofreciendo un punto de vista íntimo y universal. “Quería que el público viera lo que yo vi, lo que se siente estar ahí sin poder decir nada”, explica. La decisión de contar la historia desde esta figura aparentemente insignificante es también una crítica sutil al sistema de jerarquías que normaliza los abusos en muchos espacios laborales.
Para llevar a cabo el corto, contó con la dirección de Mar Novo y con un elenco de peso, entre ellos Alejandro Calva y Vanessa Bauché. “Me daba miedo al principio trabajar con actores tan experimentados, pero me arroparon completamente”, afirma. “Sus actuaciones fueron tan potentes que todo fluyó con naturalidad”.
El resultado fue premiado como Mejor Cortometraje Hecho en Jalisco en el Festival Internacional de Cine de Guadalajara (FICG), un reconocimiento que Rossana celebra por partida doble: “Fue la primera vez que sentí el respaldo institucional y creativo de Jalisco, mi tierra”. El galardón también abrió nuevas puertas: desde apoyo para sus próximos proyectos hasta una red de colaboración con gestoras culturales clave.
De los escenarios al guion: una artista que transforma la experiencia en relato
El triunfo en el FICG ha marcado un antes y un después en la carrera de Rossana De León. Su siguiente paso es escribir, producir y dirigir un nuevo cortometraje de corte feminista, que abordará la impunidad en los casos de violencia contra las mujeres en México. “Es un proyecto fuerte, pero estoy lista para que mi voz se escuche más que nunca”, declara.
Además, la experiencia de producir, actuar y escribir de forma simultánea le ha dado una perspectiva más completa del cine como herramienta de transformación social y artística. Aunque su carrera como actriz ha tenido que ponerse en pausa por momentos, Rossana tiene claro que equilibrar todas sus facetas es clave: “No se puede hacer todo al mismo tiempo. El burnout mata la creatividad. Hay que saber cuándo enfocarse y cuándo descansar”.
Gracias al impulso de figuras como Eugenio Derbez —quien incluso la felicitó personalmente por el premio en Guadalajara—, Rossana se encuentra en un punto de inflexión. “Ahora sí voy a dirigir. Ya tengo una historia fuerte, con mensaje, y estoy rodeada de gente que cree en mí. Ese es mi verdadero premio”.
Con un camino que cruza teatro, televisión, música y ahora cine con voz propia, Rossana De León no solo cuenta historias: las habita, las escribe y las transforma en relatos que reflejan las luces y sombras de una industria aún por cuestionar. Y lo hace con una convicción inquebrantable: la de que cada historia contada con verdad puede cambiar algo en quien la escucha.