
Tras una vida entre giras internacionales, Juan Wauters decidió volver a Montevideo, su ciudad natal, para grabar MVD LUV, un disco que —como él mismo lo describe— es una piedra fundamental en su discografía. Este proyecto no solo marca un hito en su carrera, sino también una declaración de amor a la ciudad que lo vio nacer.
“Qué emoción poder hacerlo acá, en el lugar donde grabaron tantas personas que me han influenciado en mi manera de sentir la música y ver el mundo”, afirma el cantante. “Quisimos también entrar a los libros, para estar al máximo nivel de esta música montevideana”.
Desde los inicios en el circuito underground de Queens hasta recorrer escenarios en Asia, Europa y América Latina, Wauters ha sabido mantener una visión artística auténtica. Pero MVD LUV es diferente: es la primera vez que se sumerge por completo en los sonidos de su tierra natal, explorando ritmos como el candombe y el milongón.
“Estos son géneros que son principalmente basados en lo rítmico”, explica. “Siento que mi manera de componer canciones se acopló muy bien a este ritmo percutivo, porque es la música de mi ciudad. Lo tenemos muy incorporado”.
Montevideo como estudio
Uno de los aspectos más singulares de MVD LUV es su proceso de grabación. Wauters eligió azoteas, aceras y casas de amigos como espacios para registrar las canciones, priorizando la calidez humana sobre la perfección técnica.
“Me gusta mantener ese formato de grabación. El estudio se adapta al espacio sin pensar que hay que tener un gran estudio. A veces los músicos tocan mejor en una cocina porque están comiendo mientras tocan”, comparte entre risas. “Priorizamos el sentimiento, el feeling, la comodidad, por encima de la calidad de sonido, si es que hay alguna diferencia”.
Esta filosofía también atraviesa el videoclip de Dime amiga, donde aparece su hija, añadiendo una capa emocional a su ya profunda narrativa.
“Ser papá te cambia la vida, tienes otras responsabilidades y tu corazón siente de otra manera”, dice. “Es como en Pokémon, tú eres la próxima evolución. Definitivamente, eso afectó mi manera de vivir la experiencia humana y de hacer música”.
Identidad en un mundo globalizado
En una era donde la música tiende a homogeneizarse, Wauters apuesta por lo local como fuente de autenticidad. Componer desde Montevideo no fue solo un acto personal, sino también un gesto artístico consciente.
“Al hacer una música local, de un lugar en específico, tú le puedes ofrecer al mundo algo único y particular, en un mundo tan estandarizado”, sostiene.
Esa tensión entre lo íntimo y lo universal atraviesa todo el disco, y será un eje de su trabajo futuro. Aunque este año estará enfocado en la promoción de MVD LUV, ya contempla nuevos proyectos y giras.
“Tendremos conciertos en Montevideo, Buenos Aires, una gira por Estados Unidos y Europa hacia fin de año”, detalla. “México está en planes, pero aún no se ha confirmado”.
Aun así, Wauters mantiene los pies en la tierra y el corazón abierto. “En estos tiempos tan difíciles en el mundo, hay que conectar con nuestro corazón, disfrutar de la música, de la espiritualidad personal, y del corazón de la gente”.