Escenario

“La abuela”: Horror gerascofóbico

CORTE Y QUEDA. Ese anhelo de conservar la belleza de forma imperecedera (sin importar el costo) es también uno de los temas y claves del nuevo largometraje de Paco Plaza, opta por crear el horror a partir de lo cotidiano

cine

La veterana Vera Valdez da vida a la protagonista del filme.

La veterana Vera Valdez da vida a la protagonista del filme.

CORTESIA

Dentro del cine de horror, hay una subcategoría la cual se inclina por abordar tanto el miedo a envejecer como el temor irracional que las personas de edad avanzada producen en cierto sector del público. Y en ambos casos, la raíz de esa fobia parece provenir del miedo a que, conforme la edad va siendo mayor, gradualmente se van minando y perdiendo las facultades físicas y mentales. Asomarse al mundo de la vejez no es fácil para muchos, e incluso puede resultarles angustiante.

En años recientes, este tipo de horror (al cual bien se le puede denominar gerascofóbico) ha sido tratado por filmes como Profecía sangrienta (The taking of Deborah Logan, EU, 2014) de Adam Robitel; Los huéspedes (The Visit, EU, 2015) y Viejos (Old, EU, 2021) de M. Night Shyamalan; Relic: Herencia maldita (Relic, Australia-EU-China, 2020) de Natalie Erika James; y The manor (EU, 2021) de Axelle Carolyn. Ahora, a estos se suma La abuela (España, 2021).

Dirigida por Paco Plaza (mejor conocido por haber concebido al lado de Jaume Balagueró la franquicia de culto [Rec]) y con un argumento de Carlos Vermut (guionista y cineasta de Quién te cantará o Magical Girl) la película gira en torno a Susana (Almudena Amor, en su debut cinematográfico), una atractiva joven quien trabaja como modelo en París; la cual acaba de obtener un contrato para ser la imagen de una importante campaña publicitaria. Pero en la víspera de iniciar con este proyecto, recibe una llamada desde Madrid, notificándole que su abuela Pilar (interpretada por la veterana Vera Valdez) ha sufrido un derrame cerebral.

Al ser la única pariente con quien cuenta la anciana, Susana viaja a España para visitar a su abuela en el hospital, y ser puesta al corriente de su condición. Allí, el médico responsable le indica que, tras este derrame, Pilar ha quedado muy afectada, ya no puede valerse por sí misma, y en adelante necesitará de cuidados especiales, sugiriéndole la interne en una casa hogar para adultos mayores. Pero se rehúsa, y prefiere en cambio encargarse personalmente de ella, y atenderla en la casa donde la anciana ha vivido toda su vida.

Almudena Amor y Vera Valdez en una de las escenas.

Almudena Amor y Vera Valdez en una de las escenas.

CORTESIA

En principio las cosas transcurren normalmente, o al menos, tan normal como es de esperarse dada la condición de la abuela. Y su nieta le brinda amorosos y pacientes cuidados mientras busca, por medio de una agencia, a quien pueda cuidarla en casa de tiempo completo, ya que debe volver pronto a París a retomar su trabajo pendiente.

Sin embargo, poco a poco las cosas comienzan a tomar un giro más siniestro, cuando a Susana le asaltan extrañas pesadillas, y a su mente comienzan a volver de golpe, recuerdos de su infancia al lado de Pilar, algunos de ellos muy raros. Al mismo tiempo, súbitamente aparece Eva (Karina Kolokolchykova) una joven casi de la edad de Susana, quien afirma ser amiga de la anciana. Además, la modelo comienza a tener extrañas sensaciones, y a escuchar y ver cosas inquietantes en la casa. Y las conductas cada vez más anómalas de Pilar, sumadas a una serie de coincidencias que tienen lugar (algunas de ellas funestas), le dejan claro que hay algo más tras la enfermedad de su abuela… algo macabro y maligno, de algún modo relacionado con el cumpleaños de Susana que se avecina y el cual, curiosamente, se celebra en la misma fecha que el de Pilar.

Aunado a los elementos comunes presentes en otras cintas de horror gerascofóbico (la decadencia del cuerpo y la mente, las conductas anómalas que pueden resultar aterrantes, y el ver cómo los seres queridos se convierten en personas extrañas y atemorizantes), Plaza y Vermut añaden otro a modo de contrapeso para la narración principal, íntimamente ligado a la profesión de Susana, y tiene que ver con la obsesión de la sociedad actual con la imagen física y con la perfección de la misma.

Una obsesión que lleva a toda una industria (incluyendo la cinematográfica) a efectuar una búsqueda constante de nuevos talentos, portadores de belleza fresca y juvenil, e ir desechando a los anteriores ante las primeras señales de envejecimiento. Un mundo despiadado donde las y los modelos (y las actrices y actores) tienen fecha de caducidad. Un tema que sostiene vasos comunicantes con una de las obras previas de Carlos: Magical Girl.

Es uno de los filmes de terror más destacados hasta el momento en este año.

Es uno de los filmes de terror más destacados hasta el momento en este año.

CORTESIA

Y ese anhelo de conservar la belleza de forma imperecedera (sin importar el costo) es también otro de los temas y claves del largometraje, el cual opta por crear el horror a partir de lo cotidiano, y concibe atmósferas claustrofóbicas y espeluznantes en el piso donde habita Pilar, un lugar mundano y un tanto arcaico, cuya apariencia diurna resulta incluso acogedora.

Paco utiliza dichas atmósferas para alimentar y potenciar un relato de horror con una puesta en escena minimalista, donde el gran peso de su efectividad reside en el desempeño actoral de su dúo protagónico, aderezado con el uso dosificado de jump scares, un diseño sonoro que produce momentos desquiciantes, y la edición de David Gallart la cual, aunque empieza con un ritmo irregular, al acercarse el desenlace se torna más intenso y vertiginoso. Y en complicidad con el argumento de Vermut, va dejando sutiles pistas al espectador de lo que verdaderamente está ocurriendo allí.

Quizás los cinéfilos más experimentados y curtidos en el género descifren prematuramente los secretos ocultos en La abuela (sobre todo por las pistas que, a modo de migas de pan, se van dejando desde la primera escena), y ello le reste un poco del efecto sorpresa del final, y les resulte inclusive anticlimático. También es posible que sientan extenuante el ritmo de la primera mitad de la historia. Pero a pesar de esos detalles, el filme de Paco Plaza se sostiene bien, y merece darle un vistazo.