Érase una vez en Tlatelolco… el cuento chilango qué propone ‘Influencia’
ENTREVISTA. El cineasta mexicano Pablo Aura Langer estrenó el 13 de octubre pasado su reciente cinta cuya historia une contextos diversos que se desarrollan en un complejo multifamiliar de Tlatelolco en la Ciudad de México
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Cuentos de hadas existen muchos, pero ¿cuentos chilangos de hadas…? El pasado 13 de octubre llegó a Cinemex la película Influencia bajo la dirección de Pablo Aura Langer, inspirada en esta clásica forma de contar historias.
Érase una en Tlatelolco en la Ciudad de México un par de amigos, Brando y el Mosca; que robaban autopartes para sobrevivir, gracias a sus hurtos (entre otras cosas) tienen problemas con el Calacas, una especie de gánster local. En ese mismo lugar de la ciudad, en el último piso de un edificio vive Leonora en compañía de su abuela Olga. Leonora ha vivido sus 16 años completamente alejada del mundo exterior, convencida de tener una maldición que provoca una muerte violenta a las personas que mira de frente.
“En la Ciudad de México existe esa realidad paralela en la que la gente siempre piensa que pueden pasar cosas más allá de lo real, la fantasía tiene un lugar muy importante en nuestra cultura, entonces es muy común, en cualquier espacio, cualquier pueblito, cualquier ciudad o casa. Vivimos en una cultura en la que siempre tenemos en nuestra mente e imaginario un espacio para la fantasía, para cosas que no podemos explicar”, dijo Pablo Aura en entrevista con Crónica Escenario.
Derivado de los conflictos con el Calacas, Brando llega accidentalmente a la vida de Leonora quien de inmediato cree que él es el príncipe que tanto esperó. Brando llega malherido, Leonora lo cura y sin pensarlo, comienza un romance que podría pensarse improbable.
“La idea de la película nació a partir de imaginar qué podría pasar dentro de un espacio tan diverso y complejo como la Ciudad de México y más en concreto un edificio multifamiliar. Cuando estábamos escribiendo el guión imaginamos todas las historias que podrían convivir en un espacio así y al mismo tiempo que cada uno de esos espacios en sí mismo es una historia puede haber una familia, una persona sola, alguien que cree en el destino y en las fantasías, alguien que vive de robar autopartes, alguien que tiene poderes mágicos y toda la cantidad de infinitas historias que pueden existir”, dijo.
“Vivimos en una ciudad de fantasía, risas y llantos constantes, es un campo fértil para crear este tipo de historias, porque son historias que suceden en el mismo espacio, pero en distintas realidades y al mismo tiempo dentro de una misma realidad que es la urbana, una realidad dura en donde hay criminales y tradición en la que los 'buenos' también son 'malos' y viceversa, una realidad en la que es difícil sobrevivir”, agregó.
La historia está contada por capítulos que por separado cuentan una historia y de primer momento al espectador puede costar conectar las historias por los contextos tan distintos. “El dragón (el villano de la película) es que une ambas realidades urbanas arquetípicas que viven el cuento de hadas, esa unión gracias a él es lo que le da sentido a la historia”, destacó.
LOS PERSONAJES
Leonora (Alejandra Cárdenas). “Fue mi primera película, así que la construcción se dio de la mano de Pablo, hicimos sesiones de trabajo con Marco bastante extensa, nos sabíamos la película de memoria, fue un proceso muy lúdico más que técnico. Creo que Pablo aprovechó mi inocencia en la actuación para lograr un mejor resultado, algo más real, gracias a que Leonora y yo crecemos al mismo tiempo durante el rodaje. Es un gran proyecto, estoy muy agradecida de formar parte de él, es el primero en el que disfruto verme”.
Brando (Marco Zapata). “Cuando leí el guión terminé llorando por el contexto, por como Brando rompió el hechizo de Leonora. Desde la primera lectura imagine la personalidad que tendría Brando y trabaje en algunas escenas que sacarían algo interesante de su personalidad, la segunda parte de mi construcción se dieron a raíz de las interacciones con el resto de los personajes y la tercera fue con las instrucciones en el set para lograr que todo fluyera de la forma más orgánica”.
Calacas (Gerardo Taracena). “Yo no lloré cuando leí el libreto (bromea). Participar como el malo en un cuento de hadas urbano… ¿Quién no quiere ser el dragón? le tomé mucho cariño al personaje porque cumple una función fundamental en la historia y dentro del cuento real, los dragones son seres que están dentro de ese micro universo y que no sabes, pero están a la vuelta de donde vives o son tus vecinos, son esos animales que no imaginas a qué hora salen a merodear, pero están ocultos ahí pendientes de lo que pasa al rededor”.
Olga (Verónica Langer). “Los personajes como los actores nacen de amor a primera vista o amor a primera lectura, recuerdo cuanto todo leímos el guión aplaudimos muy emocionados y estábamos muy contentos de darle vida a la historia por la naturaleza de la misma y entonces, te metes tanto en la construcción y en la relación con el resto de los personajes que, sabemos que la ficción, pero en algún momento se vuelve tan real que es increíble”.
EL ARTE VISUAL
La habitación de Leonora, que es donde principalmente se desarrolla la película tiene vida propia y es una contradicción completa al mundo de Brando el Calacas, tonos pastel, pequeños recortes con brillo y una máquina de escribir que hace música, son algunos de los pequeños detalles que dan una vibra un tanto extraña pero muy interesante para la oferta visual de la cinta.
“Sin duda el arte es un personaje más. Nos costó mucho construir las pinturas y todos los detalles que aparecen en el cuarto de Leonora porque todo está creado como si fuera una cajita de música, entonces crear ese ambiente con verdadera personalidad y que además se sintiera como si fuera algo que sucedió a lo largo de los años y no que se construyó en una semana fue realmente un trabajo meticuloso”, explicó el director.
EL ARTE SONORO
“Cada uno de los sonidos de la película está creado a partir del microcosmos de la protagonista, por un lado, por el otro, está el trabajo que nos costó hacer algunos diálogos que se tuvieron que doblar por los ruidos que había el entorno, pero no se siente que está hecho porque está muy cuidado y con muchísimo cariño para que la parte de audio se mezclara con el diseño y entonces fuera un resultado homogéneo”, dijo Aura Langer.
Como parte de la banda sonora Pablo Aura quería una cumbia de Celso Piña, pero por cuestiones de presupuesto no fue posible comprar los derechos de la canción entonces él mismo trabajó en la composición de la cumbia que aparece en el filme.“Al final creo que es mejor cuando hay música original porque se vuelve una creación más personal” señaló.
Cabe destacar que, así como para la música los silencios también fueron una parte fundamental y muy importante para la película, pues en uno de los momentos cumbres de la cinta hay un completo silenció gracias a una canción compuesta por Alfonso Toledo y Jazmín Solar.
“Necesitaba que estuviera un gran silencio en la canción así de largo porque ese momento es muy importante ya que hay una transición de los personajes que los lleva a al tercer acto entonces es vital que haya unos segundos de contemplación y esos son momentos que solo la música te puede generar, esa expectativa y esa pausa que visualmente habrá sido imposible”, concluyó el director.
Influencia llegó de manera exclusiva a salas de Cinemex el 13 de octubre, después de estrenar en el Oaxaca Film Fest y ganar como Mejor Película en el Festival de Cine de Melbourne, además de presentarse en el Milan International Filmmaker Festival.