Escenario

“Tengo ese sentimiento de que aún estoy inventando el cine”: Werner Herzog

Junto a Julianne Moore Y Xavier Dolan, el reconocido cineasta alemán reflexionó sobre las visiones cinematográficas en el marco del Festival de Cannes.

Julia Roberts y Sean Penn en una conferencia de prensa
Julia Roberts y Sean Penn en una conferencia de prensa Julia Roberts y Sean Penn en una conferencia de prensa (La Crónica de Hoy)

El cine puede ayudar a cambiar el mundo a través de cómo afecta a las personas que ven las películas, pero actuar no es algo ­real, “no es una terapia”, igual que los espectadores no van al cine a curarse, sino para tener una experiencia.

Así de rotunda se mostró hoy Julianne Moore en una conversación con los realizadores Werner Herzog y Xavier Dolan en un acto organizado en el marco del Festival de Cannes y cuyo objetivo era debatir cómo ver el mundo a través de una lente diferente.

La protagonista de filmes como Still Alice (2004) —por el que ganó su único Oscar—, hizo hincapié en que al actuar “estás contando una historia” y los intérpretes tienen que estar “intelectualmente” preparados para llegar a casa y desconectar de un rodaje.

“La grandeza del cine es que vamos a ver películas para tener experiencias (...) Tú, como actriz, proyectas parte de tu personalidad y te asocian al personaje, pero no eres tú, es ella”, explicó.

Moore dijo que no llegó al cine como una vocación desde la infancia. Cuando era pequeña lo que más le gustaba era leer y estaba convencida de que sería médico, pero luego todo cambió. Algo parecido le ocurrió a Werner Herzog, que no vio su primera película hasta que tuvo 11 años, pero pronto se apasionó e hizo su primera película a los 19. Como nadie quería realizar un filme con sus ideas, empezó a trabajar por la noche en una fábrica de acero y así ahorró suficiente para rodar su primer largo, en 35 milímetros. Por eso, “aún tengo ese sentimiento de que estoy inventando lo que es el cine”, además de un gran sentido del ahorro, ya que cuando empezó un segundo de película costaba cinco dólares, así que no es de los que ruedan 300 horas.

Una experiencia diferente la de Dolan, actor cuando era niño, siempre pensó que no le tomarían en serio como director, sobre todo porque su primer guion fue el de I Killed My Mother (2009), a los 20 años. “Pensé que si yo la dirigía nadie podría decirme que no la hiciera. Así empecé a ser director y una cosa llevó a la otra”.

 Todo se produjo de forma natural. No había hecho un corto antes ni había visto grandes filmes (…) Lo que hice cuando tenía veinte años, en lugar de ver filmes, fue hacer los míos”, dijo.

Finalmente reflexionaron sobre las nuevas tecnologías. Para Moore, lo mejor de las nuevas tecnologías es que eliminan las barreras y facilitan el acceso, mientras que Herzog comentó divertido que como Hollywood no quiere producir sus películas, con los nuevos sistemas las puede hacer directamente y sin depender de nadie.

Más serio se puso Dolan al defender que el cine en grandes salas es más humano y emocional: “Pero para mí lo importante es que coexistan todas las formas porque creo que no hay nada mejor que estar viendo una película en una sala, en la oscuridad”.

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