Escenario

Interpol y su sinergia musical post punk en el Palacio de los Deportes

COBERTURA. La noche de este sábado la banda neoyorquina se presentó en el Domo de Cobre con un setlist emblemático, aunque sin la presencia de su baterista Sam Fogarino que enfermó previo al concierto

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Paul Banks, guistarrista y vocalista de Interpol.

Paul Banks, guistarrista y vocalista de Interpol.

Daniel Luna

Después de una larga pausa debido a la pandemia, Interpol por fin tuvo el reencuentro esperado con sus fans en suelo mexicano en su séptima visita al país, donde la banda neoyorquina integrada por el vocalista Paul Banks, el guitarrista Daniel Kessler y el baterista Sam Fogarino fortaleció sus lazos con el público mexicano a pesar de ciertos inconvenientes que enfrentaron.

A las 8:40 de la noche, el telón se abrió con “Untitled”, revelando a Banks y Kessler pero también la ausencia de Fogarino mientras las luces de color azul y las pantallas con la imagen del vocalista en blanco y negro causaban la euforia pero también la duda de los 21 mil asistentes al Domo de Cobre que se rendían ante la emoción de la banda y de Banks hincado en el centro del escenario con su guitarra a todo lo que daba.

Los gritos de la gente clamaban el nombre de la banda mientras Banks saludaba a la audiencia en perfecto español. “Muchísimas gracias, es genial estar con ustedes. Por desgracia Sam se enfermó en el último momento y no puede estar con nosotros esta noche pero está en su relevo Christopher Blue, otro gran amigo de nosotros y que es la neta, la verdad”, explicaba el líder de Interpol para después sonar con fuerza a ritmo de “Evil”, que encendería a toda la gente.

El Palacio de los Deportes se convirtió entonces en un recinto sagrado para los presentes que se entregaron completamente ante los neoyorquinos. Así, el público que oscilaba entre los 20 y 40 años de edad, entre amigos y parejas y unas cuantas cervezas, se dispusieron a disfrutar de esta sinergia musical. El show continuó con “Fables” y otra de las más queridas por el público, “If you really love nothing” mientras el rojo en el escenario los cobijaba, remitiendo un poco al video musical del tema y con el solo de guitarra de Kessler acompañado de la ovación constante de los presentes.

Christopher Blue reemplazó a Sam Fogarino en la batería. Imagen del concierto.

Christopher Blue reemplazó a Sam Fogarino en la batería. Imagen del concierto.

Daniel Luna

“Take you on a cruise” y “Pioneer to the falls” siguieron este reencuentro idílico mientras una bola disco al fondo del escenario se enciende al ritmo de estos temas. Pero es en los primeros acordes de “Narc”, otro clásico de Interpol que encendió de nuevo los ánimos de todos los fanáticos.

“La última vez que estuvimos aquí han cambiado mucho las cosas y estamos muy felices de estar con ustedes de vuelta”, recitaba de nuevo Banks para presentar dos temas recientes del grupo, “Toni” y “Something changed”, que se ligaron a ese primer sencillo del álbum Turn on the bright lights que cumple dos décadas de su lanzamiento. Sin más, “Obstacle 1” provocaba la locura de nueva cuenta en los asistentes, la que continuó con la eufórica canción “All the rage back home”.

“Queremos decir muchas gracias por estar aquí, son increíbles”, seguía interactuando Paul Banks con el público, emocionado de recibir el calor del mismo, entablando la química mágica que une a Interpol con México que retumbó al ritmo de “Rest my chemistry” mientras se prendían algunas luces de celulares acompañando el tema. En medio de los gritos que aclamaban esta conjunción, la velada de rock procedió con “Leif Erikson”.

Los brincos y la euforia de los 21 mil asistentes hizo estremecer el Domo de Cobre con “The heinrich maneuver”, llevando la pasión de la costa oeste y de sus letras a todos para seguir con “The rover”. Después de una pausa para tomar agua, Banks decidió proseguir el festín de dos décadas de carrera con “The new”, donde los celulares se volvían a encender mientras las parejas de amigos y enamorados cantaban el tema con emoción y fuerza.

Paul Banks mostró su imponente presencia como frontman.

Paul Banks mostró su imponente presencia como frontman.

Daniel Luna

Toda tocada tiene su final y este reencuentro comenzaba a acercarse al ocaso con otro gran éxito de la banda neoyorquina: “C’mere” del álbum Antics, que ocasionó palmas y coros de todos los presentes en el Palacio de los Deportes. “Muchísimas gracias México”, se despedía el vocalista de Interpol por primera vez de sus seguidores mientras los asistentes comienzan a corear el nombre de la banda y pedían más.

Como era de esperarse, los neoyorquinos regresaron con todo para el encore con “Lights”, seguida de “PDA” que de nueva cuenta prendió la mecha de los asistentes que alzaban las manos a ritmo del estridente solo de guitarra final para cerrar con “Slow hands”, que parecía ser el cierre perfecto para una combinación perfecta de pasiones entre músicos y fanáticos.

Pero Interpol demostró de nuevo el cariño hacia este país para salir una vez más al escenario y despedirse de los mexicanos con “Not even jail”, broche de oro para una celebración post pandemia, un reencuentro necesario que demostró en esta, su séptima visita, después de 21 temas, que más que neoyorquinos, Banks y compañía ya son mucho más mexicanos.