La mítica banda de rock formada en 1982, Kerigma, se presentará el próximo 19 de diciembre en el jardín botánico Huerto Roma Verde con el espectáculo Noches de Rockotitlán.

“Estamos muy emocionados por el concierto, será en un lugar alternativo muy padre e íntimo, tocaremos dentro de una geodésica hecha de bambú y barro, muy artesanal, es como un gran temazcal en el que todos seremos parte de una ceremonia kerigmática exquisita de amor”, dijo Tony Méndez (guitarrista), en entrevista con Crónica Escenario.

“El recinto estará abierto desde el mediodía, habrá un tianguis ecológico, comida, cerveza artesanal, además de medicina alternativa y cannábica, será toda una experiencia. Respecto a la banda, tendremos mercancía oficial y haremos un recorrido por nuestra historia musical; también tenemos la reedición del arte de Esquizofrenia que cumple 30 años, y por supuesto habrá música nueva, tocaremos algunos temas de nuestro disco más fresco”, agregó Méndez refiriéndose a Viajeros, material presentado en 2019.

MORIR IMAGINANDO Y RENACER

Luego de la salida del tercer material discográfico Morir imaginando, la banda atraviesa por cambios en la alineación y deja de lado las presentaciones salvo por ocasiones especiales como la que se dio en 2008 cuando se reunieron para grabar “Revolución entre mis piernas”, tema inédito luego de 15 años; que forma parte del soundtrack de la película Amar de Jorge Ramírez Suárez. En el mismo año, la agrupación decide revisitar “Tres lunares”, uno de sus temas más famosos.

Para sorpresa de sus fans, en noviembre de 2019, lanzaron Viajeros, álbum inédito producido por Pancho Ruiz (bajista). El estreno oficial del disco se dio durante una presentación en el Centro Cultural Roberto Cantoral, acompañado de éxitos como “No me hace bien”, “Esquizofrenia” y la antes mencionada “Tres lunares”. Dicha presentación marcaba el regreso de la banda a los escenarios, mismo que se vio pausado por la pandemia.

“La verdad es que la regamos, hay que reconocerlo, sacamos el disco completo por calientes”, dijo Arturo Ramírez (baterista). “Grabamos las canciones muy rápido y las estrenamos igual de rápido, también está bien romper un poco el esquema que marca la nueva industria, sin embargo, las siguientes canciones las presentaremos como dictan los cánones, les daremos su tiempo a cada una porque el que salgan todas hace que alguna que sea muy buena quede por ahí perdida injustamente”, añadió.

“Seguimos creyendo en el arte conceptual, crecimos con eso y percibimos los discos como un todo, quizá la estrategia cambie, pero para nosotros es importante que esté unido. Cada disco muestra una etapa de nosotros y Viajeros refleja lo que vivíamos en ese momento, fue un disco hecho completamente en casa; igual que el resto de los discos, cada uno es un fragmento, un recuerdo de las vivencias del momento”, agregó Alex Azambuya (guitarrista).

CUATRO DÉCADAS DE ROCK

El próximo 2022, además del lanzamiento de nueva música y la continuación de la obra musical Hamlet, Kerigma cumple 40 años en la escena del rock mexicano. “Es difícil, a veces nos agarramos de la greña, hay broncas como en toda familia disfuncional, creo que la madurez de los años sin duda nos ha ayudado. También somos muy autocríticos y eso nos ha ayudado a crecer”, contó Azambuya.

“Cuando las energías se suman sucede la sinergia, la suma de esas energías tiene una fuerza universal inexplicable. Con el paso de los años comprendimos que Kerigma es más importante que cualquiera de nosotros y lo hemos comprobado en varias ocasiones, en la banda sale lo mejor de cada uno y termina convirtiéndose en una forma de superación personal. Kerigma es el más claro ejemplo de un rock orgánico, hacemos lo que mejor nos sale sin pensar en definiciones”, agregó Sergio Silva (vocalista).

Son ocho lustros no sólo de ser uno de los grupos más representativos de la escena de rock mexicano, sino también un trampolín para las bandas de la escena nacional durante la época de los ochentas, gracias a La Rocola.

“Sin proponérnoslo, sin querer protagonizar, ni ganar ningún Guinness, creamos un lugar emblemático en la escena del rock”, recordó Méndez. “A diferencia de otros lugares, nos atrevemos a hacer algo fuera de lo común, un semillero de bandas que tocaban música propia”, agregó Ramírez.

“Fue un lugar donde se desarrollaron la mayoría de los grupos más famosos del movimiento rockero, como Botellita de Jerez, Maná cuando se llamaba Sombrero Verde y Montana que después cambió a Rostros Ocultos. Muchos se hicieron rockeros gracias a La Rocola y no solo eso, el público eran propios miembros de la escena como Ritmo Peligros, Riesgo de Contagio, Café Tacvba. En 1984 cerramos, pero sin duda fue un precedente para la escena mexicana del rock, para que los artistas salieran de los covers y notaran que había algo más allá”, concluyó Méndez.