Escenario

“Luz negra”: La más oscura y opaca calca de la fórmula Liam Neeson

El actor no solo lucha porque su personaje logre salir avante de los peligros a los debe enfrentarse dentro de la trama, sino también a las adversidades derivadas de un guion demasiado elemental

corte y queda

El actor recientemente ha manifestado su deseo de dejar de participar en filmes de acción. Foto:

El actor recientemente ha manifestado su deseo de dejar de participar en filmes de acción. Foto:

Cortesía

Uno de los grandes éxitos en la carrera de Liam Neeson fue interpretar a Bryan Mills, el ex agente de la CIA y protagonista de Búsqueda implacable (Taken, Pierre Morel, 2008), cuya hija es secuestrada por una red internacional de tratantes de blancas, obligándole a emplear todas sus habilidades, recursos y contactos para ir tras ellos. La persecución de dichos maleantes –y posterior rescate de su familiar- fueron el meollo de la película, la cual fue bien recibida por el público y la crítica.

Desde luego, esta cinta tendría las inevitables secuelas, pero también se vendría una cascada de otros filmes que calcaron la fórmula una y otra vez, agregando variables de diversos tipos, pero en esencia, resultaban genéricas y en muchos casos obras menores, cuyo único fin era explotar comercialmente la faceta de vengador y justiciero imparable del actor irlandés. Luz negra (Blacklight, 2022) se suma a la lista de estas últimas.

Dirigida por Mark Willams, con quien Liam ya había trabajado previamente en Venganza implacable (Honest thief), del 2020; la trama gira en torno (de nuevo) a un agente que trabaja para el gobierno norteamericano -en esta ocasión, para el FBI- llamado Travis Block (Neeson), cuya tarea es ayudar a recuperar a otros agentes los cuales, por una u otra razón, han perdido el rumbo y/o cuyas vidas peligran.

“Luz negra”: La más oscura y opaca calca de la fórmula Liam Neeson

 

  

Tantos años en el servicio activo sumado a su pasado como veterano de guerra, han vuelto a Travis obsesivo y paranoico, y ello ha afectado su vida personal, haciendo que su esposa lo abandonara y su relación con su hija única Amanda (Claire van der Boom) sea muy complicada. Inspirado por el cariño hacia su nieta –retoño de Amanda-, el protagonista tiene la intención de retirarse y tratar de hacer las cosas de modo diferente, y ser un mejor abuelo para la pequeña niña. Así se lo hace saber a su jefe inmediato Gabriel Robinson (Aidan Quinn), quien intenta convencerlo de no abandonar el servicio activo, porque lo considera un elemento muy valioso.

Las cosas dan un giro cuando Block es asignado para traer de vuelta al agente Dusty Crane (Taylor John Smith), el cual se ha descontrolado tras la muerte de la activista política Sofia Flores (Melanie Jarnson), a consecuencia de un “accidente” que la privó de la vida. Crane por su parte, contacta a la periodista Mira Jones (Emmy Raver-Lampman), diciendo poseer información importante para ella. Pero es interceptado por Travis y, tras una persecución, Dusty es emboscado y muerto a tiros por dos extraños, y Block atestigua impotente el hecho.

Tratando de averiguar el porqué del asesinato de Crane, el protagonista se acerca a la periodista, quien le confía que el agente se acercó a ella afirmando tener información sobre la muerte de Flores, asegurando que esta no fue accidental sino un homicidio premeditado, el cual formó parte de un operativo secreto denominado Proyecto Unidad, cuya finalidad es asesinar a civiles inocentes que puedan resultar “incómodos” para el gobierno. Dicho operativo es coordinado por el FBI, y su jefe Gabriel Robinson está implicado.

Tras confrontar a Robinson quien niega todo, pero le pide a Travis no entrometerse en el asunto; este último renuncia. Pero Gabriel no lo acepta, sosteniendo que no lo puede dejar ir así nada más. Poco después, la hija y nieta de Block desaparecen sin dejar rastro. Y así da inicio una escalada de violencia y evasiones con la cual, el veterano agente busca recuperar a su familia y sacar a la luz las actividades ilegales y criminales de su otrora jefe y amigo.

“Luz negra”: La más oscura y opaca calca de la fórmula Liam Neeson

 

  

Salvo que ahora el enemigo está en su propia casa (y emana de su propio gobierno), y que el protagonista no solo lucha por recuperar a su familia, sino por defender la libertad de expresión y la democracia, evidentemente, no hay nada nuevo bajo el sol en Luz negra, y todo se reduce a las predecibles persecuciones y enfrentamientos entre los antagonistas principales.

Sin embargo, en esta ocasión dichos enfrentamientos se hallan filmados con un notorio desgano e incluso torpeza por parte de Williams. A ello se suma un argumento deficiente, con incoherencias y situaciones no muy bien resueltas, algunas actuaciones tan malas que resultan de antología, y un desenlace de los más anticlimáticos en su ya larga trayectoria del actor. Todo ello provoca que además de rutinario, el largometraje resulte risible por momentos, y lamentable en otros tantos, con una calidad de ejecución propia de un mal videohome.

Liam Neeson no solo lucha porque su personaje logre salir avante de los peligros a los debe enfrentarse dentro de la trama, sino también a las adversidades derivadas de un guión demasiado elemental y limitado, así como de una muy poca inspirada dirección. Y aunque el actor hace gala de su mejor esfuerzo, es evidente que, por varios momentos, ya no puede cargar él solo con todo el peso de la historia (junto con sus deficiencias ya enumeradas).

“Luz negra”: La más oscura y opaca calca de la fórmula Liam Neeson

 

  

Lo curioso es que una de las subtramas de la película, si se hubiera explotado correctamente, hubiese elevado mucho la historia, y se relaciona con la avanzada edad de su protagonista. Bien llevado (con la adecuación del personaje según la edad real del actor), nos hubiese brindado algo así como una historia de un héroe de acción crepuscular que incluso hubiese podido resultar memorable. Pero a Mark Williams y su guionista Nick May les faltó visión. Y terminaron haciendo un producto completamente genérico y olvidable.

En uno de esos casos en donde la ficción imita la realidad, el actor recientemente ha manifestado su deseo de dejar de participar en filmes de acción. Y quizás, no sea mala idea, para evitar que cosas como esta vean la luz.