Escenario

“Me preocupa mucho que se está perdiendo la cultura; el cine puede ser la memoria que quede”: María Sojob

ENTREVISTA. La cineasta compartió detalles de su más reciente filme Tote_Abuelo, el cine documental y el reconocimiento a las mujeres en el cine como parte del Compendio de Cineastas Contemporáneas 

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La cineasta ha sido reconocida gracias a su documental Tote_Abuelo.

La cineasta ha sido reconocida gracias a su documental Tote_Abuelo.

CORTESIA

Nacida en el pueblo tzotzil de Chenalhó, Chiapas, en el año de 1983, la realizadora María Dolores Arias Martínez, mejor conocida como María Sojob, estudió la carrera de Ciencias de la Comunicación en la Universidad Autónoma de Chiapas y la Maestría en Cine Documental en la Universidad de Chile. Sus proyectos buscan explorar las formas narrativas y estéticas a partir de su cosmovisión como mujer maya tzotzil además de que también ha laborado para acercar el cine a la niñez tzotzil. Esta joven cineasta que acaba de debutar con su ópera prima Tote_Abuelo, es otra de las elegidas para formar parte del Compendio de Cineastas Contemporáneas y en Crónica Escenario tuvimos la oportunidad de hablar con ella.

“Cuando me presentan el proyecto desconocía las implicaciones que este tenía o que iba a tener, no le agarraba la onda acerca de porque estaba dentro. Lo acepté gustosa y me pareció interesante el concepto de este tipo de iniciativas donde se busca visibilizar el trabajo de mujeres, de compañeras porque hace falta mucho eso, vivimos en una sociedad donde constantemente se está tratando de opacar el trabajo de las mujeres en el ámbito que sea, como el profesional, en cualquier espacio, a mi me toca verlo en la comunidad, en las asambleas que intentamos participar y cuando lo hacemos se ve anulada nuestra palabra o desacreditada”, expresó la cineasta.

“Es muy importante que haya este tipo de iniciativas porque también nos permite conocernos entre nosotras, hay veces en que nos preguntan quienes son nuestros referentes cinematográficos mujeres, y tratamos de hacer memoria de donde están las demás, y hay, están presentes pero no a conciencia, y llegan este tipo de proyectos como el compendio, nos hace decir ‘sí, estoy aquí’, que hay otras chicas que comparten los mismos sueños y que comparten las mismas dificultades emocionales o demás problemas como mujeres y eso es muy importante y bonito”, añadió al inicio de la charla sobre cómo se involucró en esta propuesta.

Algo que también comentó fue cómo a través de los otros autorretratos que forman parte de este compendio, la documentalista de raíces tzotziles ha podido conectar con sus compañeras. “Dialogué con ellas a través de sus autorretratos, no personalmente porque estamos en tiempos tan complejos que estamos reestructurando nuestras vidas con todo esto de la pandemia y cuando creímos ver luz al final del túnel vienen más dificultades y eso a veces nos aísla del mundo, de no conocer más gente, no ver más contextos. Me parece muy lindo esta estrategia de ver sus autorretratos”, dijo.

La labor para poder hacer el suyo no fue sencilla, pues se le presentaron ciertos retos nuevos que, con ayuda de los trabajos de sus compañeras de oficio, pudo sortear para encontrar su voz. “Me costaba mucho saber cómo lo llevaría a cabo, de qué hablaría. Es más fácil cuando alguien te pregunta algo y respondes, pero en el autorretrato no es así, es decir lo que tu quieras decir. 

La cineasta es especialista en el cine documental.

La cineasta es especialista en el cine documental.

ESPECIAL

“Una de repente está acostumbrada a entrevistas donde es aparentemente más fácil pero cuando te toca pensar a conciencia que quieres compartir de tu vida es lo complicado, se vuelve un proceso de reflexión, que quiero compartir con mis compañeras, con quienes me siguen o vean este video y hay gran diversidad entre lo que todas dijimos. Es un formato libre en que cada una tiene nuestro sello y a mí me gustó escuchar las palabras de todas, sentirlas tan cercanas, en mi caso hablaba desde el corazón, conectado a la mente claro y todas me aportaron un poco de lo que hacen y es muy interesante de ver cómo. a pesar de los diferentes contextos, como cada una comparte sus sueños, esperanzas”, enfatizó.

Todo proyecto lleva un camino de autodescubrimiento, algo que también fue un poco complicado para Sojob, pues nunca es sencillo ver hacia dentro de uno mismo. “Yo hablé pero me costó demasiado, es voltearme a ver, voltear la cámara hacia mí, estamos tan acostumbradas a grabar, a contar historias sobre otras personas que se hace raro ahora contar mi historia. Fue difícil saber qué decir, qué compartir, para mí este proceso me llevó mucho tiempo, mi pregunta era ‘¿qué sigue o como quiero seguir caminando?’”, expresó.

“También influyó un proceso que estoy viviendo yo en la comunidad porque hace más de un año que regresé y pensaba en demasiadas cosas: ¿Cómo quiero seguir con mis películas? ¿Qué nuevas historias serían las que haría? ¿Cómo quiero trabajar con gente de la comunidad? No es lo mismo estar por ratos a estar totalmente dentro, de manera intermitente a por completo pertenecer”, continuó.

“El hacer uso de la palabra es un compromiso muy fuerte y una responsabilidad de qué voy a decir, qué estoy diciendo y qué estoy compartiendo, fue un proceso de autocrítica para estar haciendo películas y qué seguía, mucha autorreflexión pero también mucho amor hacia lo que hago y que, cuando empiezas a hacer películas, yo no lo hice para decir que quiero estar en los mejores festivales de cine o que quiero estar en un compendio. No, no era la idea, sino era porque quiero hacer películas porque me apasiona y me mueve. Reencontré mi amor por las películas y que este amor que siento se comparta”, afirmó.

A su vez, la joven chiapaneca nos expresó la pasión que siente por el género documental y las razones por las cuales lo escogió para contar sus historias. “Aprendo mucho y conozco aun más cuando los hago, pero también se sufre mucho porque no tienes un control sobre lo que va a pasar, es diferente a hacer ficción porque escribes las historias y las hago a mi gusto, el inicio o final, llevar a los personajes y ya, es mucho más fácil pensaba yo, pero para mí no es un proceso de ir buscando las historias, sino que llegan a mí, me buscan”, dijo. 

Fotograma de Tote_Abuelo.

Fotograma de Tote_Abuelo.

ESPECIAL

“Son historias que no se pueden contar a través de la ficción, sino que es directamente para un documental. Es un camino que me encanta porque hay constante sorpresa. Vas sobre la marcha, no puedes predecir al 100% que va a pasar o cómo va a terminar y eso me apasiona, me sorprende mucho con las personas con las que trabajo, que creemos conocerlas, sobre sus vidas y de repente, en el proceso, te das cuenta de que es algo distinto a lo que te habías hecho la idea”, agregó.

Sojob continuó hablando de ese camino complicado que ha tenido que enfrentar para realizar sus proyectos. “Yo estudié comunicación, cuando comencé no tenía ni la menor idea de cómo hacer cine, no fue mi objetivo principal, pero me encantaba jugar con las imágenes. Iba grabando, haciendo los cortes que creía, con este querer seguir grabando alguien se me acercó y me dijo: ‘Es que lo que haces es documental’, y a raíz de eso investigo más acerca del tema lo que me orilla a conseguir una beca con la fundación Ford para irme a estudiar una maestría en la Universidad de Chile y fue encontrarme con un mundo que yo no conocía, que nunca había visto o leído”, comentó.

“Fue una caja de sorpresas. Fue ahí cuando decidí qué hacer. Fue muy gradual el proceso porque mi objetivo principal era hablar de la comunidad, de esas historias y que el cine pueda ser esa memoria que quede. Me preocupa mucho lo acelerado que se está perdiendo la cultura en la comunidad. Me angustia y siento que mi aportación puede dejar esa memoria. Que si algún día llega a perderse habrá un elemento visual y sonoro que la haga presente, me fui encontrando en este proceso a mi misma con mi lengua, mi cultura y en Tote dejé ese recuerdo porque es mi único abuelo, no tuve oportunidad antes de grabar a mis otros abuelos y con sus partidas se fue mucha sabiduría y eso se va diluyendo en el tiempo”, enfatizó.

Concluyendo la plática, María Sojob aprovechó para hablarnos de su bien recibida ópera prima, Tote_Abuelo, donde tiende un puente personal entre su pasado y lo que ella es ahora. “Fui a buscarlo, grabarlo, me di cuenta de que estaba en proceso de búsqueda de mis raíces, entender cómo había crecido como mujer entre la ciudad y la comunidad. Los sentimientos de amor que tenía no eran compatibles con cómo se llevaban a cabo donde crecí o con la familia, y me di cuenta de que ese camino se convirtió también en sanación que tenían que ver con mis emociones”, mencionó.

“No fue algo que pensara que se llevaría a festivales sino hacer algo más personal, porque a mí me sirve, me va a ayudar, y poder compartirla y mostrarla me hace ver que hay más personas que me escriben porque se identifican, me han dicho que después de verla van con sus abuelos y se acercan, cosas de ese estilo que me maravillan gracias al cine. Poder tocar más corazones a través de un mismo material, la manera en que se comparten los sentimientos a pesar de no conocernos y la película en sí misma es lo que nos permite dialogar”, concluyó.