Escenario

“A mí no me motiva el éxito sino el fracaso”: Jorge R. Gutiérrez comparte su historia en la animación

El cineasta mexicano, reconocido por su trabajo en El libro de la vida, ofreció una Master Class en el marco de la edición 36 del Festival Internacional de Cine en Guadalajara

El comediante mexicano, Carlos Ballarta, se presenta en el escenario.
Jorge R. Gutiérrez comparte su historia en la animación. Jorge R. Gutiérrez comparte su historia en la animación. (La Crónica de Hoy)

  “No puedo escoger cuánto talento tengo, pero sí decido qué hacer con mi tiempo. Mi idea fue hacer trampa haciendo más cosas y así me voy a hacer mejor cineasta. Eso me funcionó”, expresó el cineasta de animación Jorge R. Gutiérrez, este sábado en la Master Class que ofreció en el marco de la edición 36 del Festival Internacional de Cine en Guadalajara (FICG).

El originario de la Ciudad de México y desarrollado en Tijuana clausura este sábado el festival tapatío con la proyección en pantalla grande de dos episodios de Maya y los tres, el ambicioso proyecto de animación que trabajó para Netflix, el cual está conformado por nueve episodios que estrenarán el próximo 22 de octubre. 

En la charla dirigida a nuevos creadores, el cineasta habló de sus primeros pasos en la animación y como desde los 17 años la vida le cambió, primero por la condición que le impuso su papá para dejarlo dedicarse a la animación si entraba al California Institute of the Arts y luego porque conoció a la que sería su esposa, Sandra Aquihua, quien es cómplice de sus grandes proyectos de animación también como diseñadora. 

“Le propuse matrimonio a los meses que la conocí. Le dije ‘tú y yo seremos como Diego Rivera y la Frida Kahlo de la animación’, le dije que yo me pondría gordo y a ella le saldría ceja, pero no me hizo caso, solo que sí me puse gordo”, bromeó el realizador, quien además expresó como el icónico animador Jules Engel fue quien le ayudó a definir su estilo de animación al darle acceso al California Institute of the Arts. 

El realizador habló de sus primeras experiencias y cómo se acercó a los estudios en Estados Unidos a proponerles proyectos de animación los cuales estaban inspirados en la tradición del Día de Muertos de nuestro país: “Nadie quiere ver una película de mexicanos muertos, decíanlos estudios de Hollywood (...) ¿Dónde están tus trabajos que no sean mexicanos? Me preguntaban. Entonces me llegó el mejor consejo: ‘La única persona que te va a dar trabajo eres tú’”, recordó. 

Entonces se dedicó a hacer cortometrajes de animación para después buscar venderlos. Su oportunidad llegó en el año 2000, entonces tenía 25 años, cuando Sony compró el proyecto de El Macho, bajo la condición de que Jorge se encargara de todo, desde dirigir y diseñar hasta producir: “Me decía, qué padre país es EU, que te pagan por hacer todo”, dijo con tono irónico. Sin embargo la oportunidad se vino abajo una vez que ocurrió el atentado del 11 de septiembre en el 2001: “Después del 11 de septiembre, después de mi boda, me dicen que se cancela toda la sección de web que era en la que se desarrollaba el proyecto. 

‘A las tres de la tarde se borran todos los discos duros. Llévense lo que se merecen’, nos dijeron y le hablé a mi esposa Sandra y nos llevamos todo lo que pudimos hasta la silla de mi escritorio. Al salir de los estudios los de seguridad nos veían como migrantes”, dijo. 

Entonces llegó otra oportunidad. “Disney toma la idea que propusimos de Pepe The Bull, que es mi versión hecha caricatura de lo que me imaginaba de niño que era Pepe el Toro. Pero nos dijeron que les gustaría que se tratara de la hermana del protagonista que teníamos y que fuera una cosa de moda. Era como una Betty la Fea, y me decían que no se darían cuenta, obviamente lo harían así que se canceló porque no accedimos”, expresó. 

“Luego de eso le dije a mi esposa que hiciéramos una historia inspirada en algo de nuestras vidas, porque en El Macho era sobre lo que nos gustaba pero no sobre nosotros, y que si no lo poníamos no nos dolía igual. Así que le pusimos nuestro corazón a El Tigre”, dijo sobre la serie que aborda la historia de un niño que tiene un abuelo que es un supervillano y un papá que es un superhéroe, “este niño nace con el poder y tiene que decidir si es héroe o villano”. 

“El personaje tenía una mejor amiga que se llamaba Frida Suárez que quiere ser una rock stary es la peor consciencia del protagonista. Eso es mi vida literalmente: Mi papá era arquitecto y mi abuelo militar. De niño, gracias a mi papá tenía la habilidad de dibujar, porque cuando veía que él dibujaba, decía que tenía superpoderes; en cambio mi abuelo tenía en su habitación una alfombra oscura y se la pasaba gritando en el teléfono y lo veía como un villano”, continuó.

“Entonces mis tías me agarraban los cachetes gorditos y me decían, ‘ a ver Jorgito, cuando seas grande, ¿qué vas a ser? Artista como tu papá o militar como tu abuelo’, de ahí viene la historia, era una historia sobre el bien y el mal dentro de la familia”, destacó sobre la serie que se hizo popular en Nickelodeon y que les permitió conseguir reconocimiento, tanto a él como a su esposa, en los Premios Emmy. 

“Pensábamos que con los premios ya la habíamos hecho y haríamos mil episodios pero no, nos cancelaron. Estaba por entrar Trump y no querían que hubiera un protagonista mexicano, porque había una audiencia en contra por su campaña”, dijo Jorge R. Gutiérrez, quien después tuvo un intento fallido para regresar a Nickelodeon y por lo cual comenzó a trabajar para hacer caricaturas en la popular revista MAD. 

El animador confesó que, mientras trabajaba con Nickelodeon en El Tigre comenzó a desarrollar su ambicioso proyecto de El libro de la vida para Dreamworks. Ahí se desarrolló por un año hasta que comenzaron a condicionar: “Me dijeron que no la podía dirigir solo, que tenía que tener un codirector de su estudio, para que cuando me despidieran él la terminara; me dijeron que el protagonista no podía ser mexicano, que la película no podía ser en México, ni podía haber toros, que no se podía morir el personaje principal y que la película ocurriera en Nueva York, para que fuer aun musical de reggaetón y hip hop con Lin-Manuel Miranda”, recordó. 

“Lin todavía no hacía Hamilton, solo tenía In the heights. Pero a mí cuando me hablaron de él no sabía quién era y pensaba que era una mujer. Así que renuncié porque mi película trataba de un torero mexicano que se muere”, dijo. Cuando pensó que el proyecto no saldría llegaron unos estudios de Texas que le propusieron ayudar con la producción del filme con 25 millones cuando antes se pensaba que con Dreamworks podría tener un presupuesto de hasta 200 millones. En el trato estaba que Jorge debía encontrar otros 25 millones para la realización. Así se sumó Guillermo del Toro y se pudo lograr su reconocida cinta animada.

Actualmente está por estrenar Maya y los tres, una serie para Netflix en la cual se inspira en las culturas latinoamericanas, y que es su proyecto más ambicioso, por el cual se siente agradecido y por la cual reflexiona sobre el tipo de profesional que es: “Cuando entré a la escuela había dos tipos de artistas, los que persiguen el éxito y otros que están corriendo del fracaso. A mí no me motiva el éxito sino el fracaso”, concluyó.

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