![Concierto de la artista [Nombre de la artista] en vivo](https://lacronicadehoy-lacronicadehoy-prod.web.arc-cdn.net/resizer/v2/MGPAZUZI7EBJUNNLOG2BH4XABM.jpg?auth=93bd9e5e2c2f1c8308f55fd7bd28d0212ec4c432a480dd3209bbf93db06e3cf7&width=800&height=480)
Natalia Lacunza, la cantante pamplonesa, se presentó este viernes junto con su banda en el Lunario del Auditorio Nacional. Más de 800 personas se dieron cita en el Lunario para poder escuchar las voces femeninas que reinaron esa noche. Estuvo cerca de lograr un sold out.
A las 8:29 se apagan las luces y un minuto después, entre gritos que coreaban “¡Natalia, Natalia!”, dos voces casi angelicales subieron al escenario: Paula Ruiz y Teresa Gutiérrez, bajista y tecladista de la Tiny Band que acompaña a Natalia, interpretaron un par de temas y alistaron al público para lo que venía.
“Nuestro nombre” fue el tema con el que Natalia Lacunza tomó el escenario, con un acento cautivador comenzó a cantar y sus politonales inundaron el recinto, los rostros de los espectadores se llenaron de una especie de esperanza, transmitida por sus gestos. Después vinieron “Boys”, “Algo duele más” y “Gata Negra”.
Resulta impresionante la capacidad que tuvo de interpretar “Crazy” de Gnarls Barkley y convertirla en suya. Natalia sabe cómo transformar una voz tan complicada como la de Cee Lo Green.
Se vio un público entregado de principio a fin: los presentes coreaban todos los temas y en los momentos sin música aprovechaban para mostrar el afecto que le tienen a la compositora, una lluvia de regalos que casi hizo llorar a Natalia, todo fue recíproco, la interacción que la cantante tuvo con su público volvió al concierto un show íntimo y personal.
Durante el concierto, la intérprete nos develó que el próximo 10 de junio saldrá “Tiene que ser para mí” su primer álbum, tras sus dos EPs anteriores. “Saber dejar las cosas, hay veces que no merece la pena pelear”, dijo al referirse al material que se publicará en unos días y del cual interpretó piezas como “Todo lamento”, a dueto con Daniela Spalla, “Mi sitio”, “Medicina” y “Cuestión de suerte”.
Sin duda, si tenías el corazón roto, este show te habría destrozado. La mayoría de las letras, si no es que todas, son funestas y llegadoras, pero muy bailables, dos emociones que no se llevan bien. Ella en sus canciones logró mezclar la felicidad con el dolor, lo que da como resultado a Natalia Lacunza.
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