Escenario

Primo Son y su viaje a las memorias de la infancia con “Seis años”

ENTREVISTA. La banda originaria de Mixcoac nos comparte su propuesta musical, cuyas letras son una amalgama de inquietudes desprendidas del momento, del ahora y, en ocasiones, del propio pasado

Vaqueros en el desierto
La banda se presentó recientemente en el Lunario del Auditorio Nacional. La banda se presentó recientemente en el Lunario del Auditorio Nacional. (CORTESIA)

Nicolás Manterola, Joaquín Ogarrio, Manuel Manterola, Pedro Reynoso y Rodrigo Ogarrio son un quinteto de primos que se han aventurado por el mundo del indie-pop-folk con el propósito de conquistar la escena musical independiente de nuestro país, presentando su nuevo sencillo ante el amanecer de un nuevo contexto post pandemia.

“6 años” es el título del nuevo sencillo de la agrupación Primo Son que se originó en el barrio de Mixcoac de la Ciudad de México, con el cuál buscan crear un viaje musical a nuestras memorias de infancia donde la vida podía llegar a ser más “sencilla” pero llena de múltiples emociones que matizaban y complejizaban un pasado acelerado.

La trayectoria de la banda ya cuenta con casi seis años de historia, sobre la cual han construido las bases para desarrollar un estilo único que explora diferentes terrenos melódicos, mezclando géneros sin temor a la distancia que puedan existir entre estos:

“Me atrevería a decir que nuestra música es como una mezcla entre indie y folk, aunque al seguir evolucionando, es difícil encasillarla. En definitiva, nos encanta el folklor mexicano, y hemos tomado muchos aspectos de esto en nuestro proyecto”, observó Manuel, guitarrista de la banda sobre la transformación de la banda en cuanto a sus ritmos e influencias.

Los constantes cambios en la propuesta musical de la agrupación no hacen que se diluya la verdadera esencia de la misma, llevándonos a preguntarnos sobre el propio detonante que llevó a cinco familiares a llevar un sueño a algo más allá que una simple idea aspiracional:

“Comenzamos a enamorarnos de nuestros instrumentos, aunado a nuestro amor por el Son Jarocho, lo que nos llevó a componer canciones con este estilo, que claramente evolucionó a lo que somos ahora. No sé exactamente en qué momento decidimos iniciar con esto, pero sí recuerdo que no parábamos de componer y a la gente le gustaba, agregándose gente que no era familia directa, que creía en nosotros, siendo algo que nos motivó a darle fondo y forma a la banda”, narró Rodrigo, voz principal de Primos Son.

El estilo y variedad de ritmos de Primo Son se ha alimentado de los placeres musicales de sus integrantes. Por otro lado, sus letras son una amalgama de inquietudes desprendidas del momento, del ahora y, en ocasiones, del propio pasado:

“Nuestras letras dependen de la etapa que estemos pasando y de lo que queramos hablar. En ocasiones nos gusta abordar cierta melancolía como en nuestro nuevo sencillo 6 años donde hablamos de lo que era ser un niño, y como dicha infancia e inocencia dejó una huella en nosotros”, explicó Joaquín, tecladista de la quinteta de músicos.

El pasado es parte importante de lo que nos define como personas en nuestra actualidad, y en el caso de la banda, los inicios y cimientos de aquellas primeras presentaciones son piezas y experiencias invaluables que han marcado la carrera de los cinco primos:

“Tenemos valiosos recuerdos del primer festival independiente en el que participamos, ya que el hecho de que la gente ya se hubiera aprendido la letra de nuestras canciones a la mitad de la presentación, fue algo único. Comparado con nuestra pasada presentación en el Lunario, fue algo exponenciado de manera brutal; ambos casos con públicos increíbles con los que conectamos de manera sensacional”, mencionó Manuel Manterola, sobre aquellas primeras apariciones de la banda.

Primo Son se presentó, hace algunas semanas, en el Lunario del Auditorio Nacional, con entradas agotadas, después de distintos cambios de fecha debido a la emergencia sanitaria. Una experiencia que tuve que vivirse de manera distinta después de una de las mayores crisis en la historia de la humanidad:

“Especialmente en este show, como estuvo aplazándose desde 2020, la gente lo estaba esperando con muchas ansías y expectativas, obteniendo a un público que se dejó llevar por una gran energía alimentada por la necesidad de escuchar música en vivo, quitándose aquellos miedos y preocupaciones con los que estuvimos viviendo estos dos años”, recordó Nicolás, encargado de la batería.

La pausa en escenarios presenciales llevó a la banda a distintos momentos y etapas de reflexión, desarrollando su propuesta y entrando en una espera constante para poder regresar a aquel mundo que mejor conocen, con el público:

“Fueron momentos muy íntimos de mucha reflexión, muchos ensayos y evolución, pero a la vez estáticos sin sacar nuevo material, lo que fue una experiencia drástica”, concluyó Manuel. 

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