Recientemente el power trío mexicano QBO, integrado por Tonio (voz y guitarra), Tarro (batería) y Lu (Bajo), presentó “Despiértame”, un tema “muy oscuro acompañado de una sonoridad un tanto alegre, es una yuxtaposición entre lo que transmite la música y lo que reza la letra. El tema habla de la muerte, de despertar de esta vida tan espantosa en un sentido esperanzador, de trascender a otro nivel para lograr paz interna fuera de este mundo distópico”, explicó, Tonio en entrevista con Crónica Escenario.

“Despiértame”, es el quinto adelanto de Muerte, el séptimo material discográfico de la banda, el cual, bajo la producción del propio Tonio, verá la luz a principios de 2022. “Puedo decir que es el disco más colorido de QBO, contiene muchos detalles que no habíamos utilizado en otros materiales; aprovechamos la tecnología, jugamos con muchos arreglos, colores y texturas, nos ‘soltamos el chongo’ y decimos dejar del lado la sutileza y minimalismo de los trabajos anteriores”, contó.

“Muerte es como si habláramos de una galaxia, cada estrella es diferente, tiene distintos destellos dentro de un mismo destello, lo mismo pasa con las rolas del nuevo disco, cada tema comienza de cierta manera y conforme pasan los minutos evoluciona a otras que no imaginas, hay muchas sorpresas dentro de cada canción. Nos caracterizamos por ser una banda evolutiva, siempre hay algo diferente, disfrutamos hacer discos que tengan un hilo conductor, y en Muerte me parece que lo logramos muy bien”, agregó.

Este sábado 13 de noviembre ofrecerán un cierto acústico en el Teatro de la Ciudad Esperanza Iris. “Desde hace tiempo teníamos el proyecto de hacer un concierto completamente acústico, nos emocionamos mucho cuando nuestro manager nos confirmó la fecha, además el Teatro de la Ciudad se presta perfecto para el ambiente que queremos lograr con el concierto”, contó el músico.

En el concierto, QBO hará un recorrido a lo largo de sus más de 20 años de trayectoria. “Ha sido un gran camino, cuando comenzó la banda no existían las redes sociales, nacimos en la industria convencional de las grandes disqueras, incluso comenzamos bajo un sello trasnacional; para el tercer disco nos volvimos una banda independiente, y ahí caímos en cuenta que a los sellos solo les importa vender y un claro ejemplo es lo que pasa actualmente con los sencillos, importan las reproducciones y el dinero que genere, no el artista en cuestión, a veces ni la calidad”, señaló.

“Cuando nos volvimos independientes fue un problema el asunto de los presupuestos, pero aprendimos que, si no teníamos dinero para un disco de diez canciones, pues hacemos uno de cinco, pero con calidad, con un concepto que lo identifique. La tecnología ha ayudado a simplificar la distribución y la creación de un disco, claro que también ha facilitado que cualquiera piense que puede hacer música y crean cada porquería (...) Nosotros seguimos fieles a nuestro estilo a lo que el rock ha representado a lo largo de su historia, que es la contracultura de la industria musical popular”, concluyó.