Escenario

The Rasmus en el Pepsi Center, una marcha en las sombras al ritmo de nostalgia y soft rock

COBERTURA. La icónica banda finlandesa concluyó sus tres fechas en México en la CDMX, donde demostraron que lo darks y lo rockero van bien con un poco de nostalgia y que todavía nos acordamos de ellos

Música

The Rasmus comenzó con un par de las canciones favoritas de los seguidores “First day of my life” y “Guilty”

The Rasmus comenzó con un par de las canciones favoritas de los seguidores “First day of my life” y “Guilty”

César Luis García

La noche del viernes se presentó una de las bandas más representativas de una época donde dominaban géneros como el Nu metal, el punk rock, y el indie, The Rasmus tomaba por asalto el escenario del Pepsi Center, en el World Trade Center, concierto que para sorpresa de algunos conquistó en su totalidad a los fanáticos y no tan fanáticos de la banda finlandesa.

Nacida en 1994, The Rasmus, liderada por Lauri Ylönen generó desde su aparición en el escenario un estruendoso ambiente, canción a canción el público, que en su mayoría rondaban los treinta y tantos años, no dejaron de gritar y cantar todas y cada uno de los temas, mismos que son parte del setlist de muchos mexicanos.

El hecho de que nuestro hijo aprenda de la buena música significa mucho, él los conoció independientemente de nuestro gusto musical, creo que las nuevas generaciones tienen muchas opciones pero creo están recapacitando. Traer a mi hijo significa todo, es una escuelita bastante amorosa, somos rockeros de toda la vida, pero fue nuestro hijo el que le tomó el gusto y el que nos trajo aquí” comentaron Erica y José.

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Es muy buena música para mi, el rock es la mejor música que puede existir y The Rasmus es increíble”, dijo Fernando de 8 años hijo de Erica y José.

En punto de las 21:00 hrs comenzó la noche con un irónico momento al sonar en las penumbras “Todavía” de La Factoría, momento raro donde se pudo ver que se dividió el publico, unos cantaban y otros se sumergían en una seriedad notable, y según algunos fanáticos puede ser que la canción le guste a Lauri y otros aseguraban que es porque se parece a otro tema de la banda y lo hicieron como con tono irónico. Sólo ellos sabrán la razón.

Ante un repleto Pepsi Center la banda finlandesa se abrió paso por la nostalgia y más allá del soft rock o goth rock que los caracteriza, es increíble como surca el lado más fresa del rock sin llegar a serlo, fesidark, o así lo comentaba una de las fanáticas presentes, que cabe mencionar no dejo de brincar y gritar en toda la noche. Tal vez una fan recalcitrante.

Lauri Ylönen se mostró conmovido por tanto amor del público, por lo que no descasó para brindar un show digno

Lauri Ylönen se mostró conmovido por tanto amor del público, por lo que no descasó para brindar un show digno

César Luis García

Luego de este extraño momento con el tema de la banda panameña, The Rasmus comenzó de forma inmediata con un par de las canciones favoritas de los seguidores “First day of my life” y “Guilty”, lo cual emocionó de sobremanera a los asistentes que se entregaron completamente a los finlandeses, lo que provocó la sonrisa de Ylönen al final de cada canción, nada que ver con el aura fúnebre que mantenía en su apogeo, símbolo del amor que profesa al público.

In my life”, “No fear”, “Paradise”, “Fireflies” y “Time to burn” continuaron con la noche la cual no se detuvo hasta este punto, donde el vocalista de The Rasmus tomó la palabra primeramente para agradecer a sus seguidores y preguntar si recordaban el mítico Salón 21, donde tocaron al inicio del nuevo milenio.

El momento más conmovedor, bueno uno de los que llevaban una carga especial de emoción ocurrió cuando Lauri compartió con el público que la banda estuvo a punto de separarse hace algunos meses tras la partida de su guitarrista Pauli Rantasalmi, sin embargo, la llegada de Emilia Suhonen mejor conocida como Emppu se convirtió en ese bálsamo sanador, inyección energética y fuerza renovadora de las esperanzas de continuar con el proyecto musical, hecho que conmovió a propios y extraños, quienes mostraron su apoyo y gratitud hacia los músicos.

Emilia Suhonen mejor conocida como Emppu se convirtió en ese bálsamo sanador, inyección energética y fuerza renovadora de las esperanzas de continuar con el proyecto musical

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César Luis García

Ese fue uno de los momentos con los que se puso la piel de gallina, porque después de interpretar “Live and never die” y “Wonderman”, The Rasmus bajó los decibeles y entro en un entretiempo acústico con “Still Standing”, dedicada a una amiga de la banda que tristemente falleció a lo que Lauri comento “Ella nos enseñó muchas cosas en la vida y la música, pero tristemente murió y esa pérdida nos marcó mucho”; siguió “October & April” y “Sophia”, donde el momento fue coronado con la clásica iluminación de lamparitas por parte de los aficionados, belleza de momento.

“Soy fan de The Rasmus desde antes de que viniera en 2006, fue entonces un gran concierto, mi mamá aún vivía, ahora volverlos a ver fue un gran sentimiento, una gran emoción y ver al público tan emocionado fue increíble. The Rasmus ha sido una banda que ha marcado un antes y un después en el rock en México y es increíble que la gente se sabe sus canciones de ahora y de antes, además también la banda añora y quiere a México”, explicó emocionada Beatriz, actriz y directora de doblaje.

De regreso al estrepitoso goth rock, Ylönen y compañía interpretaron “Rise” e “Immortal” un excelente inicio para una segunda mitad que en este aire raro del concierto se ponía un poco más extraño con otro tema inesperado “Ghostbusters” un cover de Ray Parker Jr. y que diera gran carisma a los años 80, pero extrañamente combinó perfectamente o eran las bebidas espirituosas que corrían por las venas, simplemente divertido.

La favorita o la más popular, un éxito inmediato a su salida en 2003 “In the Shadows” convirtio el Pepsi Center en una locura

La favorita o la más popular, un éxito inmediato a su salida en 2003 “In the Shadows” convirtio el Pepsi Center en una locura

César Luis García

Pero no hay plazo que no se cumpla ni fecha que no llegue y la noche llegaba a su fin, y que mejor que recordando uno de sus discos más representativos Black Roses de 2008 del cual sonó “Justify” y “Livin' in a world without you” temas adecuados para preceder a la favorita o la más popular, un éxito inmediato a su salida en 2003 “In the shadows”, toda una locura.

En el siempre esperado encore The Rasmus regreso a consentir al público con “Funeral song”, “Jezebel” y “Sail away”, público el cual si bien era adulto contemporáneo en su mayoría había algunos infantes, lo cual confirma lo que hemos sospechado, la música rompe fronteras hasta generacionales, y eso siempre será agradecido.

Mención aparte, vaya show que dio la banda queretana Canvas, integrada por Piochas, Santi, Pastas y Vidal, presentación digna de la noche y adecuada para la locura nostálgica que vendría a continuación, cumplidora, energética y un paso firme hacia el atiborrado mundo de la música, bien hecho.