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‘Verde, azul o café’: Cine mexicano de calidad y talento antes que presupuesto

ENTREVISTA. La ópera prima de Erick Blackmer se convirtió en la película de más bajo costo que se exhibe en cines

séptimo arte

Fotograma de 'Verde, azul o café'.

Fotograma de 'Verde, azul o café'.

CORTESIA

Con apenas 30 mil pesos, sin un guión, cuatro actores y 17 días en medio de la pandemia, Erick Blackmer realizó una película de misterio y humor negro. En Verde, azul o café se observa una trama ingeniosa junto con una gran habilidad para sortear los retos de la producción y actualmente se exhibe en una de las principales cadenas de cines en el país.

Tras una noche de fiesta, Victoria (Liz Sandoval) llama a Ivana (Marimer Espinoza) desesperada porque encuentra un cadáver en su sala. Desde un negocio ilegal y adicciones hasta una tensión sexual oculta e historias familiares, los flashbacks generarán un ambiente sofocante hasta revelar secretos que pueden inculpar de asesinato a cualquiera de los presentes.

Para Blackmer el éxito de esta película sin guión se sostuvo por dos elementos principalmente: el desarrollo de los personajes y la edición: “Tardamos en armar la escaleta porque antes de construir la línea argumental definimos quién iba a ser la protagonista, la antagonista y el villano. Al momento de estar en el set para grabar se definió quién era el personaje más cínico y otro que parecía que no mataba una mosca pero sí tenía una historia oscura detrás”, compartió el director.

“Lo que al final armó todo, aparte de una buena comunicación entre nosotros fue la edición. Cada día que acabamos de grabar yo me ponía a montar la escena para luego mostrarles y explicarles si nos estamos yendo más a lo dramático o si había que hacerlo más tranquilo. A partir de ahí lo fuimos acoplando”, comenta sobre el proceso de realización. 

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Mientras que el bajo presupuesto fue superado con talento y la amistad de Blackmer con el elenco, pues sus cómplices para este proyecto fueron Frank Rodríguez (Inevitables, 2018) y Liz Sandoval (Todo, 2019), quienes además de sus papeles en la película, son parte de la producción: “Lo más importante es tener amigos que hablen del proyecto y que quieran hacerlo. Eso es fundamental. No se puede hacer cine de una sola persona”, expresó el realizador.

Por la calidad en la actuación, filmación, edición y sonido, la película fue seleccionada para participar en el Festival Internacional de Cine de Estocolmo y en la Gran Fiesta del Cine Mexicano. Este recorrido en festivales, fue una gran prueba para revisar el tipo de audiencia a la que estaba impactando el proyecto y hacerle unas adecuaciones antes de llegar a salas.

“Si hay una buena historia, tienes una ventaja enorme en comparación con proyectos más ambiciosos porque es menos dinero de lo que inviertes. Va en detrimento de la calidad y depende del proyecto, no cualquier proyecto se tiene que hacer así. Esta película se logró porque así nos ajustamos a hacerlo”, señaló el director.

Hace 20 años Blackmer no sabía lo lejos que llegaría con su primer largometraje. En el 2003 se dedicaba a colocar el sistema 3G como ingeniero en comunicaciones y electrónica, pero un despido masivo que tuvo la empresa donde trabajaba hizo que cambiara completamente de rumbo: 

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“Entonces empecé a ver una oportunidad en el cine, tomé talleres de guión y de producción, me junté con gente que sabía editar y aprendí de ellos. También conocí mucho al momento de hacer video de eventos sociales. Hice cortometrajes, actué en algunas películas locales y participé dentro de algunas series”. En Mariachis de HBO colaboró como parte del equipo de cast y actor en el primer capítulo.

Algunos de los retos a los que se enfrentaron para ver este proyecto en cines fue la locación, entre los actores y el equipo de filmación pintaron la casa donde se desarrolla el 80% de la película; todos colaboraron en el catering; gestionaron sus trabajos y la pandemia, incluso el mismo director realizó edición y posproducción. “Es la película con más bajo costo que se ha hecho en México exhibida en cines. Nadie de nosotros esperábamos que fuera a presentarse en salas. Al final fue una experiencia dolorosa porque uno lo hace todo, pero se disfrutó”, comentó entre risas.

Para finalizar la entrevista con Crónica Escenario, Blackmer compartió que “A chemical moment”, la canción del final es de la banda del sonidista de la película, Francisco Solbes de Polux B: “Me compartió su música, me invitó a verlos e inmediatamente la elegí como la rola de cierre. Lo demás fue música de archivo, menos una cumbia que yo hice con un programa de computadora”.

Verde, azul o café está actualmente en cines de la Ciudad de México como Cinemex Insurgentes, Cinestar San Mateo, Xtracinemas Azcapotzalco y en diferentes ciudades del país. En el instagram de la película (@verdeazulcafe) se encuentra la información de todos los cines en donde se proyecta.

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