‘VGLY’, una serie que muestra el lado más humano del barrio
ENTREVISTA. El actor Isaac Bravo reflexiona sobre su participación en la serie de HBO que estrenó hace unas semanas
televisión
Fotograma de la serie 'VGLY'.
VGLY es una apasionante historia de superación y amistad que nos llevará a recorrer las emblemáticas calles de la urbanizada Ciudad de México en compañía del VGLY CREW, un grupo de jóvenes decididos a lograr sus metas y a destacar en la cultura urbana a través de la música, sin saber todos los problemas que enfrentarán al intentar adentrarse en una industria musical implacable y un mundo desconocido sin escrúpulos, lleno de barreras y complejidades que podrían hacerlos abandonar sus sueños.
En entrevista para Crónica Escenario, hablamos con el actor Isaac Bravo acerca de esta nueva serie y sus primeros acercamientos al guión: “El proyecto me llegó de la nada por una persona con la cual no había casi trabajado y me llamó demasiado la atención porque la música que habla de la calle, de lo que pasa en los barrios, es algo que siempre me ha gustado y vi que contaba la historia real de lo que pasaba en el barrio me llamó la atención y tuve mucha fe al proyecto y decidí hacerlo por eso, es parte de mi vida y que mejor que combinar las dos cosas que amo que es la actuación y la música”, comentó.
Todo un show de contrastes, la serie es una combinación de su propia marca de Sit-Com con momentos dramáticos contados en un tono realista. Las historias se intensifican con momentos irónicos y a menudo surrealistas, que sólo pueden ocurrir en la Ciudad de México y que, al mismo tiempo, obligan a nuestros personajes a confrontar sus propios defectos y demonios.
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“Estamos en una época difícil porque hay muchas diferencias generacionales, Trojan se me hace un personaje que a pesar de ser tan duro, de venir de un Barrio y los infinitos líos en los que se mete con la delincuencia, sigue siendo una persona muy humana, creo que a veces nos dejamos llevar por lo que vemos de una persona pero no conocemos quienes son por dentro, Trojan tiene lealtad, confía en la gente, me gustó pensar en que aunque a veces la pinta de alguien sea ruda, que venga de barrio, no significa que no puedas ser alguien con sentimientos y valores que se han ido perdiendo”, detalló acerca de su participación en la serie.
La energía que vemos en pantalla sobrepasa los dispositivos y va más allá por la familiaridad del cast con sus compañeros, Bravo nos cuenta su experiencia al respecto: “La verdad algo que me favoreció es que ya había trabajado con la mayoría de ellos, ya sabíamos cómo trabajábamos, para serte sincero la serie salió muy bien porque había demasiada familiaridad entre todos”, dijo.
“Por ejemplo, con Alex ya había hecho una telenovela, conectamos demasiado y se formó una familia, hasta cierto punto siento que nadie está actuando y estamos siendo nosotros, con Natanael el tiempo que estuve con él resaltó este punto sobre no estigmatizar a una persona y que es mucho más de lo que vemos, es inteligente y preparado, tiene humildad con respecto a su entorno, son puntos a favor para trabajar con alguien”, añadió.
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Este contenido es importante que retrate la realidad del país que va más allá del contenido que uno está acostumbrado a ver: “A las plataformas se les olvida que parte de México son zonas de barrio, este tipo de proyectos genera demasiada identidad con la gente que viene de esos lados y los que no son de esas partes también, conoces como es un México de esfuerzos, hermandad y resto de valores que se les olvida que tenemos, es importante que conozcan esa parte de nuestro país y que confíen en plataformas respecto a su nuevo contenido y toma de riesgos”, enfatizó Isaac Bravo
VGLY representa una inmersión en la cultura popular de la Ciudad de México, donde vemos reflejados aspectos como la muerte en la escena donde, como reza el dicho popular, “cuelgan los tenis”; el video arte autogestivo de bajo presupuesto, el graffitti y otras expresiones plásticas, así como el estatus simbolizado por medio de las joyas, los carros tuneados, los Fake Sneakers y sobre una muy viciada y decadente industria musical, con su culto a los managers y productores, temas clave para entender, con mucho humor negro, la realidad del arte y la música en nuestro país.
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