
Este 1 de enero marcó el inicio de un nuevo ciclo político en el Estado de México, donde los 125 presidentes y presidentas municipales asumieron sus cargos. La entidad, reconocida como la más poblada del país, inicia esta etapa bajo la gubernatura de Delfina Gómez Álvarez, consolidando un panorama político diverso y competitivo.
Morena amplía su dominio municipal
El partido Morena refuerza su influencia al encabezar 60 Ayuntamientos, en alianza con el Partido Verde Ecologista de México (PVEM), que administrará 19 municipios, y el Partido del Trabajo (PT), que liderará 10 más. Por otro lado, la oposición mantiene su presencia en 32 municipios: el PRI gobernará 16, Movimiento Ciudadano 8, y los partidos PAN, PRD y Nueva Alianza tendrán 4 alcaldías cada uno.
Inicio de funciones
Desde las primeras horas de este lunes, los nuevos mandatarios comenzaron sus labores. En Ecatepec, el municipio más grande del estado, la presidenta municipal Azucena Cisneros Coss inició su gestión con un pase de lista a la policía municipal, seguido de una visita a las instalaciones del Ayuntamiento. En días recientes, trabajadores municipales habían protestado por adeudos salariales y la falta de pago de derechos laborales, un tema que Cisneros reconoció como uno de los principales desafíos de su administración.
En municipios clave como Toluca y Naucalpan, ambos gobernados por Morena, los presidentes municipales Ricardo Moreno e Isaac Montoya, respectivamente, se perfilan como figuras estratégicas para los proyectos prioritarios de la gobernadora Delfina Gómez. Mientras tanto, en Metepec, la alianza PAN-PRI-PRD aseguró un segundo mandato del panista Fernando Flores Fernández, uno de los pocos municipios que conserva esta coalición.
En Nezahualcóyotl, Adolfo Cerqueda Rebollo retomó funciones en su segundo periodo como alcalde, reforzando la continuidad en una de las demarcaciones más emblemáticas de la entidad.
Crisis política en Santo Tomás de los Plátanos
El arranque de gestión en Santo Tomás de los Plátanos estuvo marcado por el caos político tras la fuga del presidente municipal electo, identificado como Luis “N”, quien evitó ser detenido por presuntos vínculos con el crimen organizado. Ante esta situación, el cargo fue asumido por el presidente municipal suplente, Ismael Matías, quien ahora enfrentará el reto de estabilizar la administración local.
Con esta renovación de liderazgos, el Estado de México entra en una etapa que pondrá a prueba la capacidad de sus Ayuntamientos para atender las demandas ciudadanas, enfrentando desafíos financieros, políticos y sociales.