Una inspección realizada por la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) en una Unidad de Manejo Ambiental (UMA) ubicada en el municipio de Tihuatlán, Veracruz, derivó en el aseguramiento precautorio de 75 ejemplares de vida silvestre debido a malas condiciones en su cuidado y graves omisiones en la documentación legal de su procedencia.
El operativo se realizó el pasado 5 de junio en la UMA registrada bajo el nombre “Akga’Pun Kitsisi’Tanka”, luego de que la dependencia federal recibiera una denuncia ciudadana por presunto maltrato animal. Tras la visita de los inspectores, se confirmaron faltas al trato digno y respetuoso hacia los animales, entre ellas el deterioro visible de los recintos, ausencia de áreas adecuadas para el manejo y conservación de alimentos, y la carencia de equipo especializado para contener a grandes felinos en caso de emergencia.
Entre los ejemplares asegurados destacan tigres de Bengala, leones africanos, jaguares, cocodrilos, tortugas, lemures, cebrasnos, dromedarios y diversos tipos de aves exóticas, muchos de los cuales se encontraban en confinamiento en condiciones inadecuadas. También fueron contabilizados nueve venados cola blanca en vida libre dentro del predio, así como fauna doméstica que convivía con los animales silvestres, aumentando el riesgo sanitario y de seguridad.
La inspección reveló que los felinos eran alimentados con restos recolectados en rastros de pollos y centros comerciales, sin dietas especializadas, lo que representa un riesgo para su salud. Además, no se presentó documentación que acreditara la legal procedencia de los ejemplares, lo que constituye una infracción directa a la normativa ambiental vigente.
A lo largo del predio se encontraron desechos orgánicos dispersos y falta de medidas básicas de higiene, además de instalaciones descuidadas y sin mantenimiento, lo cual impide garantizar el bienestar físico y psicológico de los animales.
Cabe señalar que esta UMA, operando desde 2011, solía recibir ejemplares asegurados por la Fiscalía General de la República. Sin embargo, en los últimos años las autoridades han evitado utilizarla como espacio de resguardo, al considerar que no reúne las condiciones adecuadas para tal fin.
La Profepa informó que continuará el procedimiento administrativo correspondiente para deslindar responsabilidades y garantizar la protección de los ejemplares asegurados, en concordancia con la Ley General de Vida Silvestre. Las especies permanecerán bajo resguardo precautorio mientras se determina su destino final.