El cine llegó a Jalisco de la mano de FILMA, una política pública que busca impulsar la industria audiovisual con estímulos económicos, convocatorias, asesorías y más oportunidades para las y los jóvenes.
Como director de FILMA, Alejandro Tavares inicia su jornada diaria con una agenda cargada que incluye entrevistas, reuniones y la atención personalizada a quienes desean filmar en Jalisco. Actualmente, evalúa la llegada de un reality show, organiza acciones para el Festival de Cine y diseña una muestra propia de FILMA. “Ya estamos empezando a aterrizar cosas”, afirma con entusiasmo, destacando que FILMA se encuentra en una etapa de consolidación.

Entre los principales desafíos que enfrenta, Tavares señala la necesidad de fortalecer el aspecto académico, mejorar la estructura de los eventos y, sobre todo, dar visibilidad a los resultados del financiamiento público. Busca impulsar que las películas y cortometrajes apoyados por FILMA puedan llegar a festivales y lograr una salida de distribución, algo que reconoce como uno de los grandes obstáculos del medio. Su objetivo es claro: crear una red de distribución que dé circulación efectiva a todo lo que se produce cinematográficamente en Jalisco.
¿Qué tanta participación crees que tienen las mujeres en el cine aquí en Jalisco?
La participación de las mujeres en el cine jalisciense va en aumento. Alejandro Tavares destaca que hay resultados concretos: “Cada vez veo más resultados”, afirma. Cita como ejemplo la ópera prima de Urzula Barba Hopfner, Corina, que actualmente se exhibe en plataformas y festivales internacionales.
“El caso de Urzula es un ejemplo de éxito: buscó los fondos, trabajó con el elenco y la producción, y hoy disfruta los resultados”, señala. También recuerda una conversación con la directora Paty Riggen, quien le comentó que incluso en Hollywood persiste el machismo en los círculos de poder.
A pesar de ese contexto, Tavares considera que en Jalisco la presencia femenina en el cine es ya “importante y fuerte”.
Formar cineastas desde la raíz y abrir caminos para nuevos formatos
Alejandro Tavares considera que una de las vías más sólidas para fortalecer la industria cinematográfica en Jalisco es el trabajo con las juventudes, especialmente desde el ámbito académico. “Yo no me he cansado de decir que me importa mucho el lado académico”, afirma, y destaca la importancia de trabajar con universidades que ofrecen carreras en artes visuales o cine, con quienes ya se ha empezado a establecer colaboración mediante el consejo consultivo de FILMA.
También se están diseñando programas de capacitación para cubrir áreas técnicas menos populares entre los estudiantes, como la iluminación o el trabajo de staff. “Todos quieren ser directores o fotógrafos, pero si les dices que sean gaffer ganarían más. Aun así, no quieren”, comenta. Para contrarrestar esta tendencia, FILMA promueve actividades como muestras estudiantiles o cursos especializados con cineastas como Carlos Hidalgo, y utiliza espacios como el Cabañas para difundir el trabajo de las y los jóvenes.
“Nosotros nos queremos acercar mucho a los estudiantes, porque yo creo que ahí están los cineastas del mañana”.
Según Tavares, es crucial entender los nuevos hábitos de consumo: “Las nuevas generaciones sólo ven YouTube, ni siquiera Amazon o Netflix. Lo consumen tanto que el cine va a ir hacia ese lado”. Por eso insiste en enseñarles a contar historias bien hechas, independientemente de la plataforma. También subraya la necesidad de que quienes están formando parte de la industria tradicional reconozcan que no todos los proyectos deben pensarse en función de una inversión millonaria. “Hay que empezar a entender cómo monetizar desde nuevos formatos, cómo armar una carpeta para Netflix o Amazon, incluso hablar con la distribuidora antes de rodar la primera escena”.
Más allá del cine social
Tavares cuestiona la idea de que para obtener apoyos públicos es necesario hacer “cine social” centrado en temas como el narcotráfico o los feminicidios. “Híjole, eso es grave y terrible”, comenta. Desde FILMA, explica, el criterio no pasa por el contenido temático sino por la solidez de la carpeta de producción y el cumplimiento de requisitos administrativos. “No estamos juzgando el guion en este momento”.
Pone como ejemplo películas como Corina o Pedro Páramo, que no abordan necesariamente temas de violencia. “Con el ejemplo se va mostrando qué tipo de películas se pueden hacer”, señala. Y añade: “El ejemplo en la proyección, es donde se pueden cambiar las historias”. Añade que a él le gustaría ver historias distintas, puesto que Jalisco tiene mucho más que ofrecer.
“Si bien es cierto que hay un montón de violencia en el país, y que hay un montón de películas que se tratan de eso, nosotros estamos buscando visibilizar el otro Jalisco, el de Rulfo, el de Orozco, el de Juan José Arreola. Creo que por ahí tendría que ir la cosa, darle otra visión, para que la percepción nacional y mundial pueda cambiar” señala.
También enfatiza que FILMA tiene una línea clara al evitar cualquier proyecto que promueva la apología del delito.
Jalisco como hub de producción
FILMA opera como un incentivo estatal que busca detonar la industria cinematográfica en Jalisco. A través de su programa de cash rebate, regresa hasta un 40% del gasto comprobable realizado durante una producción. “De cada 10, te regresan 4”, resume Tavares. Las bases están disponibles en filma.jalisco.gob.mx, y el esquema cubre desde renta de camionetas hasta contratación de personal local.
Este impulso responde a una estrategia del gobierno estatal, en particular del gobernador Pablo Lemus, por posicionar a Jalisco como un hub fílmico de alto nivel. “No queremos competir con otros estados, queremos competir con destinos como Los Ángeles”, afirma.
Actualmente FILMA también respalda iniciativas como el Festival Rulfiano en Sayula, una muestra muy focalizada apoyada por Netflix, así como Jalisco Lab, que incluye talleres para mujeres guionistas y otros programas de formación.