Bienestar

Obesidad incrementa número de accidentes

La obesidad es una enfermedad caracterizada por el exceso de tejido adiposo en el organismo.

Si bien sus causas son múltiples según el contexto que se considere, la misma se debe a la ingestión de energía en cantidades mayores a las que se gastan, acumulándose el exceso en el organismo en forma de grasa. Por tanto, su principal fuente es el consumo de dietas basadas en alimentos con alta densidad energética y bajos en fibra, a lo que se suma una escasa actividad física.

Las consecuencias a corto plazo son: resistencia a la insulina, alteraciones en el metabolismo del colesterol y baja autoestima. A mediano y largo plazo genera la malnutrición, sobre todo en niños el deterioro en el crecimiento, diversas alteraciones hormonales y las enfermedades crónicas degenerativas como diabetes, hipertensión arterial y  dislipidemias.

Papel que juega la obesidad en relación con los accidentes

De acuerdo con José de Jesús Saavedra Aceves, médico adscrito al Departamento de Medicina Preventiva de la Secretaría de Salud Jalisco (SSJ), la tasa de mortalidad en accidentes serios, se multiplica por seis cuando se trata de personas obesas.

“Como factor independiente de riesgo, representa una multiplicación por seis de la tasa de la mortalidad al momento de sufrir accidentes serios, pues aumenta la incidencia de falla múltiple de los órganos, reduce la capacidad pulmonar, y también es un obstáculo durante una intervención quirúrgica, así como el hecho de que las radiografías tomadas a las personas excedidas de peso son poco confiables”, expuso el médico.

La obesidad asociada a la apnea del sueño (desorden respiratorio que tiene como consecuencia el sueño repentino durante el día, insomnio y el déficit respiratorio), igual puede ser un factor causante de accidentes de tráfico si la persona se encuentra conduciendo algún vehículo, incluso si va conduciendo de noche o por un largo periodo de tiempo más allá de lo recomendado, como le sucede a algunos transportistas.

Los patrones y la gravedad de las lesiones dependen de una compleja interacción de factores biomecánicos, donde se incluye por supuesto la velocidad de desaceleración en el impacto, el uso cinturón de seguridad y de bolsas de aire, así como el tipo de vehículo en el que se viaje, el peso y el tipo de impacto.

Sin embargo, la obesidad puede resultar un factor en contra al retrasar el tiempo de rescate de la persona al prolongarse las maniobras.

A pesar de que la industria automotriz tiene una política de hacer vehículos más seguros para los peatones, en caso de atropellamientos, la obesidad es un factor de riesgo porque en este caso se impacta y se desplaza un mayor volumen corporal.

“Una persona obesa que conduce cualquier vehículo, sea bicicleta, motocicleta o de otro tipo, puede sufrir durante un accidente un tipo de cinemática diferente al de otras personas, con el consiguiente aumento de riesgo de sufrir lesiones más graves o de morir”, dijo  Saavedra Aceves.

Como peatones, hay personas con obesidad que incluso están conscientes de que cuando están de pie no pueden ver el piso que hay debajo, por lo que esta falta de visión puede dar lugar a resbalones o caídas que los pueden lesionar, por ejemplo, a nivel de su columna, ligamentos o huesos.

También debemos mencionar que una persona con obesidad, al reaccionar ante un accidente, aunque sólo haya sido testigo de él, puede sufrir desde la elevación de su glucosa -si padece diabetes- o la elevación de su presión arterial, un accidente cerebrovascular, un infarto o morir.

Por último, otro aspecto a considerar es que la obesidad puede disminuir la autoestima de una persona y junto con otros factores, puede causar depresión y orillar a la persona al suicidio.cm

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