A nivel mundial 1 o 2 por ciento de la población padece de epilepsia; en México se prevé que existen de 1 a 2 millones de personas llegan a sufrir el trastorno que es provocado por el aumento de la actividad eléctrica de las neuronas en alguna zona del cerebro.Cuando alguien llega a padecer este problema puede sufrir una serie de convulsiones o movimientos corporales incontrolados de forma repetitiva. A esto se le llama "ataque epiléptico".La epilepsia puede aparecer a causa de una lesión o una cicatriz cerebral, en muchos casos producidas durante el nacimiento o inmediatamente después de nacer.Para considerar epiléptico a alguien, los ataques deben repetirse con cierta frecuencia. El trastorno tiene su origen en unos cambios breves y repentinos del funcionamiento del cerebro; por esta razón, se trata de una afección neurológica. Dicha afección no es contagiosa ni está causada por ninguna enfermedad o retraso mental. Algunas personas con retraso mental pueden experimentar ataques epilépticos, pero tener estos ataques no implica necesariamente el desarrollo de una deficiencia mental.Otro tipo de epilepsia se denomina idiopática (de origen desconocido) y no tiene ninguna señal cerebral y que, por tanto, no puede conocer la causa de sus ataques epilépticos. A pesar de ello, es posible que esté provocada por algún tumor o malformación cerebrales, por otras enfermedades como la meningitis y la encefalitis, etc.Las personas que tienen dicha enfermedad sin indicios acostumbran a tener su primer ataque entre los 2 y los 14 años de edad.Tratamiento
Los tratamientos actuales pueden controlar los ataques, al menos durante cierto tiempo, en aproximadamente un 80% de los pacientes. Sin embargo el 20% restante de los pacientes epilépticos tienen ataques que no se pueden tratar adecuadamente con los medios disponibles actualmente, por lo que se hace absolutamente necesario una mejora en los tratamientos o la aparición de otros nuevos.Las opciones son la medicación, la cirugía y una dieta alimenticia específica. La mayoría de las veces, lo que se aplica es una combinación de las dos o de las tres modalidades.Prevención
Muchos casos de epilepsia secundaria o traumatismos se pueden prevenir haciendo uso de los cinturones de seguridad en los vehículos y de cascos en las bicicletas y motos; poniendo a los niños en asientos adecuados para coches y, en general, tomando las medidas de precaución necesarias para evitar traumatismos y daños en la cabeza. Seguir un tratamiento después del primer o segundo ataque también puede prevenir la epilepsia en algunos casos. Unos buenos cuidados prenatales, incluyendo el tratamiento de la tensión alta e infecciones durante el embarazo, pueden prevenir daños cerebrales durante el desarrollo del bebé, que conduzcan a una posterior epilepsia u otros problemas neurológicos.¿Qué se debe hacer?Lo ideal es tratar de echar a la persona en el suelo, porque si no terminará cayendo por sí misma con el consiguiente riesgo de lesiónSi el enfermo ya se está medicando, lleva siempre consigo unas pastillas, tabletas o similar y ha informado de ello a los que se encuentran con él en el momento del ataque, habrá que introducirle el fármaco en la boca antes o después de que se produzca la crisis (durante la crisis no tiene sentido porque el proceso digestivo se detiene)Hay que tener mucho cuidado al acercarse al enfermo, porque incluso estirado en el suelo despliega una fuerza inconsciente fuera de lo normal y puede dar golpes con cualquiera de las extremidadesSe deben apartar de inmediato todos los objetos que puedan estar a su alrededor, porque podría alcanzarlos y golpear o golpearse con ellosUno de los movimientos incontrolados que realice será probablemente con la boca, así que hay que tratar de ponerle entre los labios un objeto alargado y duro (un palo, por ejemplo), para que no se muerda la lengua ni los labios, que pueden terminar seriamente dañadoPara que no se golpee la cabeza contra el suelo durante las convulsiones, se le puede colocar debajo de la nuca un almohadón, o bien una prenda de ropa dobladNo hay que tratar de trasladar a la persona mientras sufre el ataque. Lo mejor es esperar a que éste pase¿Qué no se debe hacer?No es necesario realizar respiración artificialLos cambios de coloración de la piel se producen a causa de la reactividad de los vasos cutáneosNo hay riesgo de que el niño se ahogue con su lenguaLos ruidos se deben a la falta de coordinación de la respiración y al aumento de secrecionesNo se debe sacudir o golpear al epilépticoLa crisis comienza y se interrumpe de forma espontáneaNo hay que ponerle alcohol en la frenteNo hay razón para frotarle la frente con alcohol
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