La temporada decembrina representa una época de celebración con familia y amigos. Sin embargo hay actividades que desconocemos son de alto riesgo y pueden causarnos un daño irreversible, como es el uso de la “Pirotecnia”.Según estadísticas de años pasados, 60% de las consultas en estas festividades son producidas por quemaduras y amputaciones de miembros, sobre todo en niños. La pólvora contenida en los cohetes convencionales, luces de bengala, fuegos artificiales, entre otros, es un explosivo capaz de ocasionar distintos tipos de lesiones, desde quemaduras leves a severas en la piel, amputaciones por estallamiento y deformaciones, que de acuerdo a la Fundación Michou y Mau afecta a 69 mil niños cada año y cuya atención en ciertos casos tiene un costo elevado y requiere de mucho tiempo para recuperarse de las secuelas físicas.Liliana Pérez Peralta, Licenciada en Optometría comentó que los ojos también son susceptibles de sufrir lesiones por quemadura y es que de acuerdo a la Academia Americana de Optometría estos pueden alcanzar una temperatura de 1000°C que es suficiente para ocasionar quemaduras de tercer grado y dañar seriamente el ojo.Otro de los mecanismo de lesión es el efecto de la onda expansiva de los cohetes durante la explosión cercana al ojo y que es capaz de lesionar gravemente los párpados, la córnea y causar sangrados internos y desprendimiento de retina (una estructura muy importante del ojo que al ser afectada lleva a la ceguera). Por otro lado, la fuerza de las esquirlas del cohete que se producen en el estallido es suficiente para penetrar el ojo, estos fragmentos son altamente tóxicos y causan inflamación aguda de todas las estructuras que componen el ojo (endoftalmitis), comprometiendo la visión e integridad del mismo.Existen también juguetes que no cumplen con las normas de calidad por el fabricante o que no son recomendados para niños en ciertos rangos de edad. Se recomienda escoger artículos que sean apropiados a las capacidades motoras e intelectuales (relacionadas a la edad) para el disfrute y seguridad de sus hijos. La pirotecnia y juguetes con segmentos puntiagudos, copias de armas de fuego que disparan balines a alta velocidad, dardos, flechas, hélices de helicópteros que se mueven a gran velocidad, entre otros, son considerados peligrosos[6] y causantes potenciales de pérdida de visión o inclusive del ojo.Estos NO SON JUEGOS DE NIÑOS, ya que incluso la cercanía de un menor de edad como observador y no como ejecutor es un riesgo. Disfrutar la temporada con precauciones, puede ayudarte a ti y a los tuyos a prevenir las consecuencias físicas, emocionales y económicas de estos accidentes que incluso pueden llevar a la muerte.Afecta al oído
Existe otro riesgo que no ha recibido atención suficiente y es el que atañe al aparato auditivo. El ruido asociado a cualquier explosión se caracteriza por ser de tipo impulsivo, lo cual significa que su duración es extremadamente corta. En el caso de los petardos, esta duración puede ser tan pequeña como un centésimo de segundo. El oído está provisto en forma natural de un mecanismo protector que reduce la transmisión de los sonidos más intensos hacia las delicadas células del oído interno, pero actúa recién después de unos diez centésimos de segundo, por lo cual es ineficaz frente al ruido de los petardos.Niveles tan altos inevitablemente dejan sus huellas en el oído humano, en la forma de lesiones inmediatas e irreversibles de las células responsables de percibir los sonidos más agudos. Además efecto conocido es el de los acúfenos o tinnitus, es decir zumbidos o silbidos que se perciben dentro del oído aun en ausencia de sonidos externos, y que por contraste son más notorios en ambientes silenciosos.
cc
Copyright © 2024 La Crónica de Hoy .