Nuevamente se acerca la Navidad. Los adornos, las luces, la música y los aromas indican que ya llegó esa época del año. Son muchos los comentarios de felicidad de la gente que anticipa esta época, pero también hay muchas personas que experimentan sentimientos de tristeza, sobre todo las que han perdido a un ser querido y cercano, como un padre, un hermano e, incluso, un hijo.
Es inevitable que estas fechas nos evoquen estos sentimientos de pérdida, más si ocurrieron recientemente, debido a la forma en que funciona nuestra memoria. Nuestra mente recupera recuerdos a partir de señales. Mientras más específicas y exclusivas son dichas señales, más fácilmente podemos recuperar un recuerdo, incluso, de manera involuntaria. Conforme pasa el tiempo, cada vez es menor la frecuencia con la que nos invade el recuerdo de la muerte de un ser querido, pues poco a poco vamos supliendo nuestra vida cotidiana con otro tipo de recuerdos. En cambio, en la Navidad, es más difícil reemplazar este tipo de recuerdos por otros, por el hecho de que se compone de eventos que sólo ocurren alrededor de esa fecha. Por ejemplo, toma más tiempo sustituir el recuerdo de estar en compañía de ese ser querido mientras adornamos el árbol navideño por lo poco frecuente que es ese evento, comenta la Psic. Irvin Camacho Delgado de la Clínica de Asistencia de la Sociedad Psicoanalítica de México (SPM).
Partiendo de lo anterior, puedes tomar en cuenta los siguientes consejos para poder sobrellevar mejor las celebraciones navideñas tras la pérdida de un ser querido:
• Sé amable contigo mismo. Como mencioné, recordar llega a ser un acto involuntario. Los recuerdos dolorosos que surgen en estas fechas, en su mayoría, se escapan de nuestro control y no necesariamente son un indicador de que no estemos superando la pérdida. Es sólo una reacción normal de cómo funciona nuestra memoria. Aunque estos recuerdos puedan tomarnos por sorpresa y hacernos sentir tristes incluso en medio de una reunión con amigos, son los mismos que, con el paso del tiempo, van a ser origen de sentimientos cada vez más cálidos.
• No estás obligado a celebrar. Cuanto más reciente sea la pérdida, es más común tener la necesidad de pasar tiempo a solas. No te sientas culpable por no asistir con la misma frecuencia que los demás a celebraciones en estas fechas o creer que estás fallando por no pasártela tan bien como aparentemente los demás lo están haciendo. Querer dedicarse tiempo a uno mismo es una respuesta natural e incluso necesaria en el proceso de duelo.
• Haz el esfuerzo por no aislarte. Sin embargo, tiene mucho valor convivir con la familia y amigos, sobre todo los que de manera abierta te comunican que estarían muy contentos de verte. Esto concuerda con el tema de la memoria; puede que tome tiempo, pero la mejor manera de lidiar con recuerdos tristes es formando nuevos recuerdos y una manera de hacerlo es pasar tiempo con gente que aprecia tu compañía durante los momentos en que es más probable que tengas en mente a ese ser querido.
Es común la frase de que el tiempo sana todas las heridas, pero no es sólo el tiempo, sino las acciones que lleves acabo y nuevas memorias que formes durante el paso de éste. Es importante prestar atención a que, si aun después del paso de varios años, la tristeza de haber perdido a un ser querido no sólo te afecta en estas fechas, sino que repercute en tu vida cotidiana, puede ser pertinente acudir a un profesional y tratar de entender qué es lo que impide elaborar la pérdida.
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