Subir al pulman y viajar en primera clase, atendido como en el mejor de los hoteles del mundo era una aspiración para pocos accesible aunque para algunos cotidiana, entre ellos Don Porfirio Díaz, para quien un viaje recurrente era visitar Chapala por tren y a veces desviarse a la hacienda de Atequiza, donde siempre fue un invitado de honor.De acuerdo al portal especializado Buen Viaje, la estación de trenes de Chapala respondía cabalmente a los lujos y al estilo afrancesado que en la época eran la última moda entre los pudientes. Viajar a Chapala entre sofás de terciopelo y encortinados de brocado, escuchando la música de moda en París, para llegar a la lejana Chapala y hospedarse en el exclusivo Hotel Nido era muy “chic” entre los recién casados tapatíos de aquel entonces.Su construcción data del año 1917 bajo las órdenes del noruego Christian Schjetnan con un diseño ecléctico afrancesado de su vecino y amigo, el arquitecto Guillermo de Alba. Ambos personajes soñaron en un futuro brillante para la villa de Chapala y lo reflejaron en el edificio que en sus inicios pareció ser demasiado grande y ostentoso para el tamaño de la Chapala de aquel entonces. La estación fue terminada en 1920, comenzando a dar servicio diario a Guadalajara el 8 de abril.Sólo seis años duró el sueño de Schjetnan y De Alba, ya que con la crecida del lago y la cercanía de la obra con este, en 1925 sufrió una severa inundación, que detuvo las actividades de la estación por un tiempo, hasta que en 1926 llegó a ser insostenible y cerró sus puertas, terminando así la época del primer y único ferrocarril de Guadalajara a Chapala, que se vio desplazada por la carretera y las facilidades de transporte motorizado particular.Sin embargo, como testigo de aquel sueño y sus dimensiones quedó este edificio que parece una máquina del tiempo que nos transporta al entrar en ella. Es una visita obligada para quien viaja a Chapala, ahora fungiendo como Centro Cultural González Gallo. El inmueble fue nombrado así en honor de quien fuera propietario de la finca, que después quedó abandonada e invadida. Afortunadamente sus descendientes tuvieron el acierto de recuperarla y entregarla al pueblo jalisciense para hoy ser un sitio dedicado a la cultura y la historia bajo la dirección del INAH.Cómo llegar
Para llegar a Chapala en auto, desde Guadalajara, se toma la carretera Guadalajara - Chapala ó la carretera hacia Jocotepec – Chapala. Por autobús, hay muchas líneas que salen de la vieja central y van directo hasta la Central de Chapala. De Plaza del Sol, por Mariano Otero en el puente peatonal, para un autobús.cg
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