El síndrome de Asperger es una variante del espectro autista que suele ser menos grave. Quienes presentan esta condición tienen comportamientos que afectan la capacidad de socializar y comunicarse con efectividad, su comportamiento social es inusual y tienen un interés profundo en algunos temas específicos; el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) informa que puede diagnosticar a temprana edad a quienes están dentro de este espectro.
Las sospechas sobre Asperger se dan cuando un bebé o infante, a partir del año de edad, muestra conductas específicas como no sonreír socialmente, preferir jugar solo y no con otros niños o familiares, no responde a su nombre, no señala nada que le interese y dejar de decir palabras que ya había aprendido, detalla Luis Shigeo Cárdenas Fujita, jefe del Departamento de Salud Mental del Hospital de Pediatría del IMSS Jalisco, en estos casos debe ser evaluado por un médico para confirmar o descartar la sospecha de síndrome de Asperger.
“Si existe algún antecedente familiar, si hay un hermano o hermana con Asperger, la familia puede actuar desde los primeros meses de vida. Tanto los médicos del Primer Nivel de Atención, como los Pediatras y psicólogos, pueden hacer una serie de evaluaciones que permitan confirmar el diagnóstico. Un buen abordaje le da una mejor calidad de vida a los pacientes”, indicó Cárdenas Fujita.
Explicó que esta condición cuando es diagnosticada a temprana edad, en general, los pacientes tienen muy buen pronóstico, se permite brindarles atención médica y educativa adecuada. Las y los niños con Asperger tienen dificultades para comunicarse y para mostrar afecto, así como para comprender un lenguaje que no sea literal, por ello suelen sufrir acoso escolar y, posteriormente, laboral, lo que puede causarles ansiedad y depresión.
El 18 de febrero se conmemora el Día Mundial del Asperger, debido a esta fecha, se emite la recomendación a padres y madres de familia a mantenerse atentos en el comportamiento de sus hijas e hijos y en caso de notar cambios importantes en la conducta sin razón aparente, acudan con el médico familiar, quien posee las competencias necesarias para identificar este y otros problemas de salud.