BúsquedaCasos de estrés grave deben considerarse como enfermedad de trabajo, propuso la diputada federal del PRD, Macarena Chávez Flores.
La legisladora perredista presentó una iniciativa para adicionar los artículos 476-BIS y 476-TER y reformar el 487 de la Ley Federal Del Trabajo, para considerar el estrés como enfermedad laboral, cuando la o el empleado presente dos dictámenes médicos continuos.
Chávez Flores explicó que el objetivo de la reforma a la Ley laboral, es crear candados y mecanismos para que los padecimientos presentes o futuros en el trabajador sean diagnosticados en el campo de la medicina y dictaminados de manera correcta por parte de profesionales de la salud.
Las Tablas de Enfermedades de Trabajo y Valuación de Incapacidades Permanentes en la Ley Federal del Trabajo tienen posibles lagunas y riesgo de abusos a las nuevas herramientas jurídicas.
La actualización de la tabla incorpora 88 nuevas enfermedades laborales, entre las cuales destacan la del Covid-19, enfermedades psicosociales como el estrés grave, los trastornos de ansiedad y enfermedades de la mujer, como la pérdida del embarazo y endometriosis.
La representante popular subrayó que desde 2017 la Organización Mundial de la Salud estableció que los mexicanos son las personas más estresadas del mundo por su trabajo, ocupando el primer lugar por encima de países como China y los Estados Unidos de Norteamérica.
Dijo que el estrés laboral es un fenómeno cada vez más frecuente y de consecuencias importantes que afectan el bienestar físico y psicológico del trabajador. Agregó que los problemas de salud relacionados con el estrés van en aumento cada día, debido a que las características de las labores a realizar dentro de un empleo han cambiado radicalmente en las últimas décadas, ya que anteriormente los trabajos, en su mayoría, demandaban por lo general sólo fuerza muscular, pero actualmente requieren de un esfuerzo mental y un desgaste emocional.
La perredista argumentó que el incremento desmesurado del estrés provoca deterioro del estado físico y mental, disminuyendo la potencialidad del sistema inmunológico, así como el eventual desarrollo de otras enfermedades, entre las cuales están los trastornos gastrointestinales, cardiacos, neurológicos, sexuales, dermatológicos y musculares.