Chivas remontó a Puebla para recuperar, al menos por el momento, la cima del Clausura 2017. Y de paso el Rebaño Sagrado logró ganarle como local a los camoteros, algo que no había podido hacer desde que está en su nuevo estadio.
Luego del 3-2 a su favor, el cuadro tapatío tendrá que esperar el resultado del Toluca, que hoy al mediodía visitará a Pumas, para saber quién se queda como superlíder.
El de anoche en el Estadio Chivas, fue un gran partido, correspondiente a la Jornada 13, lleno de emociones, que además de los cinco goles tuvo dos expulsiones.
La Franja había sorprendido al Rebaño Sagrado en la primera parte. Con los goles tempraneros de Federico González al minuto 26 y de Edgar Dueñas al '32, habían puesto en jaque al sublíder del torneo.
Sin embargo, en la parte complementaria, el Guadalajara por conducto de Alan Pulido al '55, un autogol de Osvaldo Centurión al '75 y el golpe del triunfo por conducto de Carlos Fierro al '93, se llevó los tres puntos en su propia casa.
Las dos expulsiones fueron una por bando: por Chivas, José Vázquez al '66, y por los visitantes, Adrián Cortés al '73.
La anotación de Fierro, cuando el juego agonizaba, nació de un grave error del portero Christian Campestrini, quien dentro del área echó el balón al pasto para despejar con los pies, sin percatarse que atrás de él se hallaba el rojiblanco; éste se avivó y lo despojó del balón -como quitarle el dulce a un niño- y luego de rodearlo disparó hacia las redes sobre la llegada infructuosa de dos zagueros poblanos.
Ahora a esperar lo que puedan hacer los Diablos en su partido en Ciudad Universitaria.
lg
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