
“El mayor dolor emocional, es perder un hijo”
Anónimo.
L A R E A L I D A D
58,000 desaparecidos durante el obradorato, son una catástrofe; supone casi el mismo número de homicidios, pero sin cadáveres visibles.
Esa miserable realidad implica la correlativa aparición de incansables madres buscadoras que no callarán, exigen al gobierno encontrar los cuerpos que presienten disueltos o extraviados, ni siquiera los cárteles saben dónde los desaparecieron.
Mientras no aparezcan ni tengan sepultura conforme nuestros credos, la búsqueda continuará exhibiendo un gobierno insensible y apestado por su indiferencia y colusión con cárteles asesinos causantes de desapariciones.
El obradorato siempre las desdeñó, Claudia heredó el conflicto y se vio obligada a atenderlo por presiones internacionales luego que las buscadoras encontraron un campo de exterminio en funciones, asegurado por el gobierno, lo que exhibió que operaba bajo su protección.
Para “atolear” a las madres, encargó el asunto a su secretaria de Gobernación impuesta, quién fuera secretaria de Seguridad del ‘Peje’, justo la responsable de que no hubiera desaparecidos y quién jamás tampoco atendió a las madres.
Ese encargo fue otra bofetada para las madres buscadoras.
Ante la burla, ¡Ni modo que no se enardecieran y marcharan mentando madres!
No es creíble que Claudia quisiera resolver el asunto con Rosa Icela, inminentemente el asunto se incendiaría, más bien preparó las cosas para el relevo en Gobernación.
P R O S P E C T I V A
La maldición contra el gobierno está echada, cada día enoja más.
Es problema sin solución, suma solidaridades, escalará lastimando al gobierno con más hallazgos y protestas que pondrán reflectores internacionales obligando a concretar el relevo planeado y a atender el asunto.
Como no aparecerán los cadáveres, habrá que hacer dos cosas.
1.- Atender a las madres con humanismo, sensibilidad, solidaridad, generosidad y tecnología sofisticada, costará fortunas instalar instituciones con capacidades para analizar restos humanos e institucionalizar búsquedas infructuosas, lo que sólo servirá para calmarlas y aparentar empatía gubernamental. ¡Ningún cadáver revivirá!
2.- Lo más importante, será parar las desapariciones, ello implica extinguir cárteles y en esto la cosa se complica porque gran parte del gobierno depende de estos.
G R A N D E S M A L E S, G R A N D E S R E M E D I O S
Es asunto de sobrevivencia para el gobierno, si continúa encubriendo cárteles, sucumbirán ante las buscadoras, enardecerán a Trump, a medios del mundo y a la resistencia mexicana.
Algún día los ciudadanos entenderán con compasión y humanismo que no hay dolor emocional más profundo que la pérdida de hijos y se lo reprocharán al gobierno.