Columnistas Jalisco

Columna: Con-Ciencia Política

Rituales apócrifos de farsantes en la Suprema Corte

LA RIDICULEZ DEL FANATISMO ARTIFICIAL. .

Un demagogo es aquel que predica doctrinas que sabe que son falsas, a personas que sabe que son idiotas.

H. L Mencken

¡Que ridiculez! e hipocresía, ningún ministro tiene fe en limpias con humitos, ni practica su religión con esos rituales, ni creé en deidades prehispánicas, mucho menos en Quetzalcóatl que borracho tuvo sexo con su hermana en Tula.

Se faltan al respeto a sí mismos y a todo México, simulando profesar fanatismos que los exhiben como deshonestos.

Esos ritos ofreciendo disculpas a la madre tierra y ostentando palos que bautizan como bastones de mando, son incompatibles con el cargo de ministro porque el estado mexicano es laico y les impide profesar supercherías en ejercicio de sus investiduras asalariadas.

Su función es hacer respetar la Constitución bajo una forma de pensar objetiva, ajena a fanatismos, sin más credo que los principios de la república.

Esa autodegradación es inusitada, es una farsa, ¿Por qué eligieron a esos dioses? y no a otras deidades indígenas; hay cientos, o ¿Por qué no a otros de más cobertura nacional?, es obvio, se trataba de exhibirse públicamente como farsantes.

Hacerle una limpia al edificio es tan enormemente ridículo, que además de exhibirlos mundialmente extingue su autoridad de juristas, se tendrán que excusar cuando algún postulante aduzca comparecer en nombre de Quetzalcóatl o iluminado por éste.

La aberración, es del tamaño de sus declaraciones; afirmaron que juzgarán privilegiarán el presupuesto institucional, ésta es una renuncia expresa a su deber de objetividad y a resolver conforme al derecho aplicable, ¡Se proyectaron asumiendo un sesgo y prejuicio que les inhibe para ejercer el cargo!

No tenían ninguna necesidad de iniciar como farsantes.

Su comportamiento es tan insensato como inédito, en política no hay casualidades, si se humillaron en esos rituales, es porque obedecen órdenes, su obsesión por denigrarse y denigrar al poder judicial anunciando que impartirán justicia con patrañas, no tiene precedente.

¿QUE EXPLICA ESA FARSA?

Es tan insensato que obliga respondernos ¿Quien tuvo el poder para hincarlos y exhibirlos públicamente como fanáticos?, ¿Quién tiene interés por denigrarlos?, ¿Para qué?

Ya tiene su respuesta, el mismo que tuvo el poder para ponerlos, Andrés Manuel, el más pervertido y tóxico de los morenistas, el verdadero delincuente político que ahora los exhibe y debilita para hacer depender su supervivencia de él y sólo de él.

Sería ingenuo suponer que actos de tan extrema hipocresía surjan de manera espontánea, en política no hay casualidades, las ahora marionetas cavan su propia tumba quedando tan débiles que si él los abandona nada los sostendría porque se derrumbarían con la vergüenza del escarnio público que ellos mismos están construyendo; así que, o le son fieles o se caen a manos de quien los puso.

Si la propia Suprema Corte se ridiculiza y exhibe como rehén del Peje y su locura de poder, nos confirma lo que ya sabíamos, no habrá justicia digna, todo será un adoratorio para el Peje y su obsesión de poder.

LA REALIDAD ES INOCULTABLE

México renunció a su estado de derecho, vive hundido en la violencia, en el cogobierno con cárteles y degradó su política a manos de un fanático.

La Suprema corte y la justicia, bajo ese estigma, necesariamente acabarán mal, tan mal como el estado de derecho, como la democracia, como la administración pública, como la credibilidad en el estado de una nación dominada.

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