Dentro del Paraninfo de la Universidad de Guadalajara, hoy se veló el cuerpo del ingeniero Federico A. Solórzano.Entre vítores, recuerdos cariñosos, agradecimientos, lagrimas y aplausos de amigos, familiares, ex alumnos y allegados despidieron el féretro del difunto ingeniero, haciendo un gran énfasis en sus contribuciones a la institución que fuera su Alma Mater.Fue una emotiva despedida. Este fue un homenaje distinto de un hombre admirable del que sólo hay buenas cosas por decir: el gran contribuyente de la paleontología jalisciense.Ocho grupos compuestos por sus seres queridos permanecieron siempre junto al ataúd del querido maestro, padre y hermano. Rindieron honores sus familiares, hijos y nietos, miembros del Instituto Nacional de Antropología e Historia de Jalisco y la Asociación de Ciencias Naturales de Jalisco, rectores y funcionarios de los centros universitarios de la UdeG y el mismo rector, Tonatiuh Bravo Padilla.Tonatiuh Bravo y Héctor Raúl Solís hicieron un énfasis en el académico ejemplar y hombre de ciencia que fue Solórzano incitando a los asistentes a seguir su ejemplo, también, como un entusiasta partícipe de la vida cultural y científica de Guadalajara como en la instauración del Museo de Paleontología y como funcionario y curador del Museo Regional de la Ciudad.
NM
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