La espera terminó, pues la vigesimonovena edición de la Feria Internacional del Libro en Guadalajara se puso de fiesta desde ayer a las 11:00 horas, en donde más de un centenar de personas se quedaron afuera del acto inaugural que se llevó a cabo en el Auditorio Juan Rulfo ubicado en la planta baja de la Expo Guadalajara.Mientras aquello sucedía, entre la multitud, que acudió entre los breves rayos de sol de un cielo nuboso, se escuchaban con estruendo el cúmulo de voces inquietas de los jóvenes, mismos que expresaban su emoción y su gusto por la lectura.Algunos paseaban por el pasillo de la editorial Porrúa, el género jazz era la música que ambientaba, y quizá atrajo a cientos de muchachillos entre los 15, 20 y más de 30 años por los letreros que, de forma sencilla se hacían atrayentes por tener 20.00, 30.00, 50.00, 75.00 y 100.00 pesos, un signo y un número que ponía a más de alguno a hojear el contenido de libros como “El Crimen del Padre Amaro” de José Eça de Queiroz, “Lengua Española” de Juan José Comparán Rizo, entre otros que estaban en el montón.
En la Expo, se colocaron como cada año las editoriales más tradicionales como Porrúa, Gandhi, Colofón, Gonvill, entre otras que en cualquier hora del día provocaría a cada asistente salir con una sonrisa y una bolsa en mano con uno o más libros de su preferencia.Entre aquella multitud, Andrea Carrillo y Valeria Margarita Torres estudiantes de secundaria, se encontraban aisladas justo afuera del área internacional de libros, en donde descansaban una media hora más para retirarse. En ese tiempo, ambas adolescentes que como amigas comparten gustos en común, y al ser su primera vez en la Feria Internacional del Libro, adquirieron “After” de Anna Todd, “una estrella juvenil que relata en su libro un amor de dos personas opuestas”, comentaron.Valeria con una chamarra rosa, un pantalón de mezclilla y tenis y Andrea que portaba lo mismo, pero con suéter azul y unos lentes, mostraron asombro ante ese moustro inmenso que a finales de noviembre toma lugar en la Expo Guadalajara, evento “al que cada año deseamos asistir y esperamos ansiosas que en alguna edición esté Estados Unidos como país invitado”, además de algunas mejorías como “lugares especialmente pensados para el descanso y más opciones de libros dedicados a adolescentes”, expresaron en conjunto.El datoDos mujeres anduvieron por la Expo en sancos, una con vestido, otra con pantalón y corset, atuendos que mostraban los colores (blanco, azul y rojo) característicos del país invitado.No fue la excepción, asistieron padres que fomentan la lectura con sus niños.cg
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