Los que fuimos niños a finales de los años 70 vivimos a flor de piel el furor por las figuras alegóricas y coleccionables de la Guerras de las Galaxias. Desorbitábamos los ojos antes los anaqueles de los departamentos de juguetería de Aurrera o Gigante que lucían rebosantes de las 50 figuras de la trilogía, fabricadas en México por la extinta empresa de juguetes nacional, Lili Ledy. En lo personal, y sacando el rucometro a presumir, recuerdo con nostalgia el coleccionador con forma del casco de Darth Vader. Bien dicen que recordar es vivir, o no mi estimado Chabelo.Antes del estreno, en 1977, de “Star Wars: Episodio IV, Una Nueva Esperanza”, George Lucas, director y creador de la saga, negoció con los estudios 20th Century Fox sacrificar una parte de su sueldo (unos 500 mil dólares extras) a cambio de conservar los derechos sobre la venta de una extensa gama de productos alusivos a la película. Los estudios no previeron el éxito de la película. Aceptaron con gusto. Mala decisión.En cambio, la visión de Lucas y su fe en su creación lo convirtieron en millonario y en dueño de una franquicia exitosa cuyo sello sigue vendiendo juguetes, ropa, comics, videojuegos, libros y un sinfín de baratijas codiciados por los fans de la saga. Sirva de dato, antes de la venta de Lucasfilm, las ventas de mercancías alusivas a Star Wars ascendían a 4 mil 400 millones de dólares.En Estados Unidos, la empresa Kenner compró la licencia para producir una línea de juguetes alusivos a las películas cuyo catálogo abarcaba naves, set y sobre todo figuras de acción. La empresa, sólo 1977, vendió 40 millones de productos Star Wars. Tras la quiebra de Lili Ledy, Kenner se encargó de saciar el apetito consumista de los fans y coleccionistas de “monitos” imperiales o rebeldes.Hasbro y Mattel, respectivamente, tienen las concesiones y licencias, ahora de Disney (la nueva dueña de Lucasfilm), para recrear los personajes y las naves de la nueva trilogía.Quienes jugábamos ayer con las figuras coleccionables de Darth Vader y Skywalker, ahora conformamos todo un mercado de nostálgicos de Star Wars, verdaderos fans con poder adquisitivo, y es en nosotros, en buena medida, en quienes están pensando la industria de juguetes y coleccionables de la saga imaginada por George Lucas.mac
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