Un 7 de diciembre de 1923, El levantamiento armado del general Adolfo de la Huerta, en contra del presidente Álvaro Obregón, obtuvo en el Occidente del país un importante éxito militar, cuando el general delahuertista Enrique Estrada tomó el estado de Jalisco y nombró, al día siguiente, a Francisco Tolentino gobernador provisional en lugar de José Guadalupe Zuno, quien, meses después, retomó la gubernatura cuando la rebelión fue sometida por los generales leales al régimen obregonista.El conflicto se suscitó desde la contienda presidencial que enfrentó a Adolfo de la Huerta con Plutarco Elías Calles, el candidato del “hombre fuerte” de la Revolución, Álvaro Obregón. La división en la “Familia Revolucionaria” fue patente cuando De la Huerta renunció, el 25 de septiembre, al Ministerio de Hacienda por sus diferencias con Obregón, y para preparar mejor su campaña por la silla presidencial.Disgustado por el apoyo gubernamental que recibió dolosamente su contrincante Calles, se olvidó de los discursos y la propaganda, y el 7 de diciembre se rebeló en Veracruz contra Obregón.Como si estuvieran esperando la sonada armada, de inmediato varias decenas de generales se unieron decididamente a De la Huerta, entre ellos, el que más figuró y sorprendió, al menos en el Occidente del país, fue el general Enrique Estrada, jefe de la Segunda División del Noroeste. Estrada mantuvo comunicación constante con De la Huerta, quien estaba listo para actuar con decisión y cálculo, y así lo hizo. El mismo día del pronunciamiento, le envió un telegrama a Obregón donde le advertía que derrocaría a su gobierno porque éste se olvidó de los principios de la Revolución y violaba la Ley que juró cumplir.Los soldados estradistas, en pocas horas, se apoderaron de Guadalajara y de las oficinas gubernamentales. Fiel a Obregón y sin apoyo militar, Zuno abandonó la capital. Al día siguiente, Estrada pone en su lugar a Francisco Tolentino.Animado por la victoria alcanzada por los delahuertistas en Zacoalco, Estrada decide salir de Guadalajara para tomar la capital de la república, situación que aprovechan los obregonistas para lanzarse a la ofensiva y regresar al poder a Zuno. Los meses venideros fueron de derrotas para los 36 generales que secundaron a De la Huerta, muchos fueron fusilados como Manuel M. Diéguez, otros, como Enrique Estrada, lograron salir del país. Estrada tras sufrir un nuevo revés militar en Ocotlán se salvó de las represalias de Obregón escapando a los Estados Unidos.cr
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