En el libro “Los que hablan”, del autor mexicano Mauricio Montiel, se cuenta tres relatos distintos de manera poco convencional: lo hace sin narrador y a través de imágenes.
El escritor, quien ha cobrado una gran popularidad a través de sus perfiles virtuales, decidió hacer este libro basándose en dos retos que, dice, no volverá a utilizar, pero que forman parte de su manera de hacer libros: planteándose ideas nuevas y saliéndose del marco de lo común. Poniendo el texto de cabeza, buscando nuevas maneras de contarse el mundo.
“Los que hablan”, publicado por la editorial Almadía, cuenta la historia de personajes que ocultan un secreto y que huyen. Las imágenes que conforman la historia son primordiales y fueron tomadas por el autor en circunstancias azarosas, como persiguiendo una historia que ya estaba ahí, sólo buscando capturarla.
“Fue un libro que se tardó un par de años en cocinarse”, dice el autor en entrevista, “es un libro atípico, peculiar, curioso por la idea que tuve de trenzar el discurso visual con el discurso literario: a diferencia de otros proyectos en los que he empezado con el texto y luego ilustrarlo con imagen, este libro fue al revés: el texto ilustró las imágenes, primero tomé las fotografías, tenía una idea más o menos firme de lo que quería narrar y una vez que tuve las fotografías de los tres relatos, hice una selección para armar una especie de guión visual del relato, y a partir de ahí fui llenando los huecos entre las imágenes con el texto. Fue un proceso radicalmente distinto”.
En el caso de los tres relatos, “Road Movie”, “Zapruder” y “Rosewell”, la mayor parte de los relatos ocurre en lugares inhóspitos. La primera es una carretera camino a un aeropuerto y las imágenes son casi todas de luces vistas a gran velocidad. La segunda es un bosque o una isla y sus letreros y cámaras de vigilancia. El tercero es una clase de hospital. Las historias son contadas tan sólo por diálogos.
“Este fue un reto para mí, porque yo tiendo a hacer en la escritura algo bastante denso y barroco, en este libro el reto fue quitar todo, prescindir de ese barroquismo lingüístico en el que de repente incurro, quitarme toda esa densidad literaria que aplico a mis textos para llegar a narrar algo de manera más sucinta, de manera más precisa, más clara”, cuenta Mauricio Montiel al respecto, “también creo que tiene que ver en parte, o en buena medida, con mi experiencia con las redes sociales vistas como plataformas de creación literaria que me han ayudado a limpiar, a llegar a la médula de lo que quiero decir, por la brevedad que te proponen, sobre todo Twitter”.
Cada uno de los relatos casi siempre trata de una persecución o de una misión secreta apenas perceptible y que, de hecho, apenas si es visible para el lector a medida que los personajes van hablando de ello. “Otro reto para mí”, describe Montiel, “fue hacer hablar a los personajes, uno de los grandes obstáculos e incluso defectos de la literatura en lengua española son los diálogos, por lo menos a mí como lector de pronto me cuesta trabajo creer lo que estoy leyendo, no creo que los personajes hablen a sí o no lo escucho en mi cabeza, eso es muy difícil, por eso me impuse este reto, al prescindir de un narrador que esté haciendo acotaciones como normalmente ocurre en las novelas y en los cuentos, en una primera versión sí había ciertas acotaciones, pero en la segunda vuelta se las quité todas. Dejé que una cierta recurrencia ubicara al lector, se me hizo muy interesante ver como los diálogos se mueven solos y trabajé muchas veces en cada uno para que fueran creíbles”.
LOS QUE HABLAN
Editorial Almadía
Costo de $269
El libro tiene la particularidad de contener estampas recortables de cada una de las fotografías incluidas en los relatos
lg
Copyright © 2024 La Crónica de Hoy .