Los rayos del sol aun acariciaban la piel de las personas que estaban en las afueras del Palacio de Bellas Artes, algunos como transeúntes y otros como asistentes al evento que los proclamaba: El 50 Aniversario del Ballet Folclórico de la Universidad de Guadalajara.
Poco antes de iniciar el evento, parejas y familias llegaron a adquirir los últimos boletos, pronto se dirigieron a tomar lugar en la fila que los llevaría a sus respectivos asientos. Algunos cuchicheaban y se impacientaban porque son familiares de algunos de los integrantes del Ballet, que como muestra de apoyo acudieron al evento.
Sin más pormenores a las 19:04 horas las luces se atenuaron hasta desaparecer, el telón de cristal ascendió, y por unos minutos dejó el protagonismo al sonido del caracol, los tambores y el juego de luces de colores que dieron nombre a “Danza Astral”, que entre penachos, sonajas y cascabeles —fue una de las piezas que demandó más bailarines y una estricta coordinación— dijo el director general del Ballet Folclórico, Carlos Ochoa.
Entre la danza y olor a incienso pasaron los primeros 20 minutos de constantes movimientos en donde el mensaje fue claro, rescatar las raíces y comprender la cultura que aborda al país, sentir de donde se proviene, quienes somos y a dónde vamos con todo lo que nos conforma . Así seguirían con las demás piezas hasta comprender un repertorio de 16 coreografías en la primera parte de la exhibición que se conformó por estados y un probadita de danzón.
Oaxaca (“La llorona”, “Tehuantepec”, “Pinotepa”) fue el primer estado que evocó mediante los bailarines sonrisas y ovaciones al ver cómo las damas hacían florecer sus faldas holgadas, una y otra vez con el deslice de sus propias manos.; prosiguió Veracruz (“La Bruja”, “El Palomo”), y luego los corridos mexicanos y el danzón para darle más sabor y ritmo a la noche.
Después de una hora, un breve descanso. Al regreso, el olor artificial del dulce y el chocolate aromatizaron el ambiente, detalle que no regaló inquietud a los espectadores para presenciar “La Danza de Los Quetzales”, hermosa coreografía asociada a la danza ritual de los totonacas, y que a su término los llevó a otras entidades de México: Chiapas, Chapala y Jalisco.
Chiflidos, gritos y aplausos de emoción desbordante fluyeron al escuchar la música regional de Jalisco, esa que suena tan alegre, que desprende a su ritmo color desde que hacen parecer un consecutivo e incesante oleaje en las faldas de popelina que tienen historia, que tienen identidad y cultura.
Bastó escuchar la guitarra, el guitarrón, el violín y la trompeta para darse cuenta quienes habían viajado más de 7 horas en carretera o 45 minutos en avión para presenciar la noche descomunal del sábado.
Algunos se pusieron de pie porque así lo exigió naturalmente el desenvolvimiento en “El astillero”, “El son de la Negra”, “El jarabe tapatío” y para despedirse “La culebra”, tema apropiado de los jaliscienses, aquella con la que se pusieron de pie, alzaron las manos y con la que decidieron obtener la foto del recuerdo.
DE CÓMO OCURRIÓ
Hace dos años, el director del Ballet Folclórico, Carlos Ochoa tenía presente la aproximación del festejo de los primeros 50 años del Ballet. Por ser medio siglo lo catalogó como importante y al serlo, contactó al Secretario de Vinculación y Difusión de Cultura, Igor Lozada, con quien empatizó en realizar una gestión y los preparativos para presentarlo en el Palacio de Bellas Artes.
Fue ese instante que motivó a Ochoa a preparar un repertorio especial y digno de elogiarse, “yo empecé a recopilar los temas. Son extractos de cada región, no son temas completos para lograr un espectáculo que no fuera tedioso y tendido. Sacamos lo mejor y más representativo de cada estado”.
En perspectiva de Lozada, “es un recorrido por todo el centro del país”
DATOS
El coro está conformado por 36 personas
Entre hombre y mujeres suman un total de 55 bailarines
En cada cuadro de la presentación del 50 aniversario se utilizaron más de 25 vestuarios.
En la “Danza Astral” intervinieron 48 bailarines, más las 36 personas del coro
Cuentan con un repertorio de 30 coreografías de diferentes estados de la república
Durante seis meses ensayaron todos los días dos horas diarias
Quienes integran el ballet son profesionistas: doctores, dentistas, abogados, diseñadores
Los bailarines que conforman el ballet son voluntarios (no reciben sueldo)
Todo el año se hacen casting para poder ingresar al Ballet
De 20 personas que llegan a audicionar solo quedan 2 personas
El Ballet está conformado de bailarines entre los 17 y 56 años
El Ballet Folclórico de la Universidad de Guadalajara está por estrenar una nueva coreografía del estado de Campeche, sólo falta seleccionar el vestuario en lo que resta del 2017.
Entre más bailarines residentes, bailarines oficiales, los músicos y equipo de producción sumaron 120 personas para el evento del festejo de los 50 años del Ballet Folclórico de la Universidad de Guadalajara.
Llevar al Ballet al Palacio de Bellas Artes tuvo una derrama de $800 mil pesos, dato proporcionado por el Secretario de Vinculación y Difusión de Cultura, Igor Lozada
lg
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