Cronomicón

Radiografía de libros pirata en México

En el último año, la Procuraduría General de la República (PGR) aseguró 1,425 libros pirata en un operativo en la Ciudad de México, el único realizado durante 2016 y lo que va de 2017. Sin embargo, desde 2010 las averiguaciones previas por el delito de reproducción ilegal de libros, suman un total de 1,670 procesos iniciados en diferentes lugares de las 32 entidades federativas, según lo revelan estadísticas de la PGR.

Crónica presenta una radiografía de las denuncias y el proceso penal iniciado en el País por la venta de libros pirata, muestra las cifras proporcionadas por la PGR a este diario, además de incluir la voz de Jaime Labastida, director de la Academia Mexicana de la Lengua (AML) y de Siglo XXI Editores.PIRATERÍA EN LA CDMX

“La afectación a nosotros como escritores es que las personas dedicadas a la piratería de libros no pagan los derechos de autor, pero lo más grave es que la gente sigue pensando que la piratería es una forma profesional de educarse; sin embargo, pienso que es una forma profesional de prostituirse, porque no tienen el libro original y a veces ni lo leen completo (porque a veces el pirata no tiene la versión completa)”, opina el poeta Jaime Labastida.

De acuerdo con información proporcionada por la PGR a Crónica, durante el año pasado se realizó un operativo, el cual fue hecho en la vía pública en 14 puestos semifijos de cuatro colonias de la Ciudad de México. El resultado de tal movimiento, fue el aseguramiento de 1,425 libros pirata.

Tal operativo se realizó el 25 de agosto por la Unidad Especializada en Investigación de Delitos contra los Derechos de Autor y Propiedad Industrial (UEIDDAPI), de la Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delitos Federales de la PGR. Las cuatro colonias que abarcó el operativo fueron: Centro, San Cosme y Roma Sur, en la delegación Cuauhtémoc y la colonia Anáhuac, en la delegación Miguel Hidalgo.

En el caso de la delegación Cuauhtémoc, se trata de la demarcación que desde 2010 se mantienen como principal punto de distribución ilegal de libros pirata, ya que de acuerdo con cifras de la dependencia, detectaron presencia de puestos ilegales en el Centro Histórico, Metro Hospital General, Metrobús Juárez y actualmente se suman San Cosme y Roma Sur.

Sobre los títulos, autores y editoriales de esos 1,425 libros pirata, la PGR no puede revelarlos ya que a pesar de que se encuentran en la bodega de objetos asegurados de la UEIDDAPI, la investigación aún continúa.INICIATIVA OLVIDADA

Jaime Labastida, presidente de la Academia Mexicana de la Lengua, señala que la piratería está presente en el País desde hace muchos años, sin embargo, se han añadido nuevas formas, como el fotocopiar libros, la descarga gratuita por Internet y el escaneo de libros.

“La piratería tiene muchos años en nuestros países, por ejemplo, cuando se hacían las síntesis informativas en copias Xerox, era una forma de piratería porque se revisaban todos los periódicos, se sacaban fotocopias y se enviaban a las dependencias gubernamentales o a las oficinas de los ejecutivos y no pagaban derechos por hacer esa reproducción. Es lo mismo noticias de periódicos que artículos de opinión, porque no se les paga a los autores. Esa es una forma de piratería, ahora eso ha sido sustituido por la piratería cibernética”, destaca.

En opinión de director de la editorial Siglo XXI, independientemente de las formas de reproducción ilegal, la actitud es la misma: robar los derechos de autor de una persona. “Eso no es correcto, no nos parece porque afecta al escritor, a los derechos de autor, a las editoriales y sobre todo afecta a la inteligencia porque muchas veces, los compradores, leen sólo una página o dos”.

¿Le ha tocado ver sus libros en versión pirata?

Sí, muchos. La primera reacción es decir: ‘bueno, al menos alguien se interesa en leerme’; pero no es correcto por parte del escritor. Lo que nosotros hacemos es que con la Cámara Nacional de la Industria Editorial Mexicana (CANIEM) tenemos un acuerdo para que las copias se paguen, pero no es suficiente, porque hay que llegar a un acuerdo con la universidad fulana o la universidad zutana, y eso debería estar perfectamente bien establecido.

“Nosotros propusimos hace muchos años a la Secretaría de Educación Pública, que a toda máquina de reproducción se le aplicara una cantidad, digamos, un centavo por hoja y eso se le entregara a la CANIEM y a las editoriales. Pero nunca se aceptó”, recuerda el poeta.

¿Como escritores reciben alguna asesoría sobre qué hacer cuando sus libros se venden ilegalmente?

En México no hay cultura en ese sentido, la piratería no sólo está en los libros, también está en discos, películas… usted va a ciertos lugares donde hay tianguis y le venden de manera profusa las copias hechas por ellos. Yo jamás compro un libro o producto ilegal, me parece algo pésimo.

“Estamos en contacto con la CANIEM y con el Centro Mexicano de Protección y Fomento de los Derechos de Autor (Cempro). Nosotros le planteamos (el problema de piratería) a Cempro y ellos se encargan de ese asunto. Cada seis meses nos hacen liquidaciones de lo que encuentran en piratería. Pero no es suficiente”, añade.

¿Cómo disminuir la piratería de libros?

Es un problema de conciencia de la gente, hay quienes se ufanan de comprar ediciones piratas, lo mismo que de películas, discos y libros. Ellos dicen: ‘me salió más barato’, ‘burlé al sistema’, eso es una tontería. Me parece un pecado capital, no estoy de acuerdo, la piratería es un robo, es una forma de quitarle a la gente lo que le pertenece. No me parece algo simpático ni agradable, estoy en contra de cualquier forma que asuma la piratería.

AVERIGUACIONES

De acuerdo con las cifras de la PGR, en todos los estados del País se ha iniciado alguna averiguación previa por este delito tipificado en el artículo 424 del Código Penal Federal, en donde se establece prisión de seis meses a seis años y de trescientos a tres mil días de multa a quien reproduzca libros pirata.

PIRATERÍA DE LIBROS EN EL PAÍS

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