Cronomicón

General Manuel Gamboa (1855) / General José Ignacio Gregorio Comonfort de los Ríos (1855)

ESPEJO HISTÓRICO: Gobernadores de Jalisco XXXIII

General Manuel Gamboa (1855)

Nació en la Ciudad de México. Egresó del Colegio Militar para incorporarse al ejército en 1833,con el grado de subteniente de ingenieros. Asumió la gubernatura y la comandancia general del Estado de Jalisco el 3 marzo de 1855; recibió el cargo del general José de la Parra quien permaneció en el puesto unos pocos días. En el estado, los militares malograban contener el avance de la revolución de Ayutla.

En el mes de julio, el ejército de Comonfort cruza la frontera con Michoacán y se presenta a las afueras de Zapotlán; ciudad sitiada por el llamado “Héroes de la Derrotas” el General Santos de Degollado, a la postre gobernador de Jalisco. El 22 las fuerzas rebeldes asaltan la plaza; gracias al valor y determinación de Comonfort destruyen a las fuerzas que la defendían, 800 soldados de línea comandados por el general santanista Plutarco Cabrera.

Las tropas liberales enfilaron a Colima; el día 29 la plaza capitula y regresan a Zapotlán; donde el futuro presidente preparó a sus tropas para tomar Guadalajara. Gamboa también se preparaba para la batalla por la capital de Jalisco. Fortificó la ciudad y el propio ministro de guerra de Santa Anna, el general Santiago Blanco le pasó revista a la guarnición de 800 hombres y cuatro piezas de artillería; a la que se sumó, el 13 de agosto, la Brigada Márquez conformada por mil 850 soldados y seis piezas de artillería. Los preparativos de Gamboa resultaron infructuosos; la batalla la perdió, sin disparar una sola bala, por la decisión de Santa Anna de capitular.

La rebelión no tenía la fuerza para vencer al bien equipado ejército del Dictador; sus generales no habían defeccionado; sin embargo, aquel no era un levantamiento más, instigado por militares inconformes o políticos resentidos, Santa Anna enfrentaba una verdadera rebelión popular; es decir, animada por el pueblo inconforme y harto de la opresión y las injusticias del régimen. Así que se marchó, sin más solemnidad o drama; lo hizo en silencio; sin dar aviso, simplemente abandonó la Ciudad de México el 9 de agosto y se dirigió a Veracruz. El día 13 la guarnición capitalina abrazó el Plan de Ayutla; mas el partido conservador, en un golpe de mano, convence al general Rómulo Díaz de la Vega, jefe de la guarnición, de formar un gobierno provisional bajo su patrocinio.

El 15, tras secundar el pronunciamiento de Díaz de la Vega, Blanco salió de Guadalajara al frente de la Brigada Márquez con rumbo a la capital. Gamboa envainaba la espada; le dijo a José Silverio Núñez y al resto de los oficiales de la comandancia que quedaban francos para tomar el rumbo que les placiera. Envió después al canónico Juan José Caserta a negociar con Comonfort la capitulación de la ciudad. Lo recibió en Santa Ana Acatlán y el 22 de agosto de 1855 ingresó en Guadalajara. Concluía así el breve mandato del general Gamboa (Verdía, 1952:496).

En 1856, al triunfo del Plan de Ayutla, estuvo confinado en Puebla. Sirvió a Miguel Miramón y Félix Zuloaga durante la Guerra de los Tres Años o Guerra de Reforma. Rehabilitado en su grado militar en 1861, operó en Michoacán.

Colaboró con el imperio de Fernando Maximiliano en 1864.El 25de junio de 1865, fue nombrado comisario Imperial de la 8° División Territorial; residió en el Puerto de Guaymas hasta 1866. Formó parte del Consejo Supremo de Guerra y de la Orden de Guadalupe. Fue encarcelado al triunfo de los republicanos. Beneficiado por la amnistía decretada por el gobierno a favor de mexicanos que colaboraron con el Imperio, logra su liberación y pasa a laborar en el Ferrocarril Mexicano. Se desconoce la fecha de su muerte.

General José Ignacio Gregorio Comonfort de los Ríos (1855)

José Ignacio Comonfort nació en Amozoc, Puebla. De padre francés, estudió sus primeras letras en la capital poblana. No terminó la carrera de derecho, que cursaba en el Colegio Carolino, hoy Universidad Autónoma de Puebla. Comenzó su carrera militar uniéndose al ejército de SantaAnna cuando el caudillo veracruzano combatía al régimen de Anastasio Bustamante. Luchó contra la invasión estadounidense en 1847. Antes fue diputado en el Congreso de la Unión en dos ocasiones: en 1842 y en 1846 y volvió a ocupar en él un curul a finales de la guerra en 1848. Luego resultó electo senador y finalmente trabajó como administrador de la Aduana de Acapulco en 1854, cargo del que fue despedido por Santa Anna.

El 1 de marzo, el coronel Florencio Villareal haciendo eco del malestar popular generado por despotismo del régimen santanista, proclama el Plan de Ayutla. Al pronunciamiento se sumarán Juan Álvarez y el propio Comonfort. El Plan fue reformado en Acapulco el 11 de marzo. El presidente en persona se desplazó al teatro de las hostilidades a comandar a las tropas destinadas a sofocar la insurrección. Venciendo a las guerrillas de Álvarez, llegó hasta Acapulco donde topó con la férrea resistencia del general Comonfort. Ganaba una importante batalla; la revolución era frenada y atrincherada en las regiones del sur, en Michoacán y Guerrero. Las harapientas, enfermas y famélicas milicias de Álvarez necesitan armas para luchar contra el ejército de Santa Anna el que, por el contrario, lucia marcial y gallardo; más que listo para el combate. En busca de pertrechos de guerra salió Comonfort con rumbo a los Estados Unidos.

Regresó a Acapulco el 7de diciembre de 1854con algunos recursos; viajando después al estado de Michoacán con el rango de general en jefe de las tropas del Estado de Michoacán se trasladó  a Jalisco para reforzar al general Santos Degollado que batallaba en su intención de tomar Zapotlán; plaza defendida por el General Plutarco Cabrera con 800 hombres y unas pocas piezas de artillería. El 22 de julio 1855, al despuntar la mañana, Comonfort dio la orden de asalto; sus oficiales y tropas son contenidos por el enemigo. Para infringir valor en sus filas, comandó en persona la ofensiva logrando vencer las defensas enemigas y tomar finalmente la plaza.

La salida de Santa Anna del poder le abrió las puertas de Guadalajara; el gobernador Gamboa la rindió pacíficamente; envió al canónigo Juan José Caserta a negociar los términos de la entrega de la plaza con el General en Jefe; quien se encontraba a la espera en Santa Ana Acatlán. De allí partió a la capital de Jalisco por cuyas calles desfiló triunfante, en medio del clamor popular, el 22 de agosto de 1855. Asumió el mando político y militar del Estado; conformó un consejo de cinco miembros encargado de nombrar al gobernador provisional; la designación recayó sobre Santos Degollado: el general entró en funciones el 31 de agosto (Verdía, 1952: 496).

Concluidos sus asuntos en Jalisco, movilizó a su ejército a Colima. Tras el triunfo de la revolución se hizo cargo del Ministerio de Guerra, en el gabinete de Juan Álvarez, a quien sustituyó en la presidencia. Durante su primera estancia en ese puesto sofocó varias revueltas y promulgó la Ley de Desamortización de Bienes de Manos Muertas.

El 1 de diciembre de 1857, se convirtió en Presidente Constitucional. El día 11 anunció su adhesión al Plan de Tacubaya y disolvió el Congreso. Con esta acción desconocía también la constitución aprobada en febrero de ese año. En enero de 1858, repudiado por los liberales y abandonado por los conservadores, partió hacia los Estados Unidos. En 1863, aceptó el ofrecimiento de Benito Juárez de incorporarse a la lucha contra los invasores franceses y muere en combate.

 

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