Entre palmas que resonaron como tambores, zapateos que dibujaron ritmos en el aire y guitarras que tejieron melodías entre lo gitano y lo latino, el grupo D’rumbaos Gipsy Collective transformó la Plaza Principal de Teuchitlán en un escenario de fiesta y reconciliación.
Bajo el programa Escena en Tránsito de la Secretaría de Cultura, el grupo —integrado por cuatro músicos y la bailaora Diana León— ofreció el pasado domingo un espectáculo que mezcló rumba, bolero y flamenco fusión.

Esta actividad se realizó como parte de una estrategia estatal para promover la convivencia en zonas donde es primordial impulsar la cultura de paz.
El Gobierno de Jalisco anunció el Plan Intersecretarial para el impulso y reactivación de Teuchitlán en el que se destinarán cerca de 300 millones de pesos para acciones en diversas áreas.
Se tendrán apoyos en cultura, educación, salud, obra pública, deporte, medio ambiente, ciencia y tecnología, seguridad, turismo, igualdad de género, asistencia social, desarrollo económico y agroindustrial.
Dentro de las acciones por parte de la Secretaría de Cultura destaca que se fomentará el programa ECOS, Música para la Paz en el municipio.
Desde las primeras notas de Barcelona Nights, Bamboleo y Volare, las familias congregadas siguieron el compás con las manos, mientras León desplegaba su arte como movimiento de brazos serpentinos que trazaban arabescos.
Su zapateo sobre la tarima se entrelazó con las guitarras de Roger de Anda y Eduardo Salcido, el bajo pulsante de Charlie Carlos y la percusión de Emilio Godoy, quien marcó el ritmo con cajón y palmas.
El repertorio, de una hora, navegó entre rumbas sevillanas, boleros como Piel canela y fusiones mediterráneas.
En Sevillanas del adiós el cuarteto exploró palmeos y solos improvisados, alegrando a la audiencia para cerrar la presentación con El toro y la luna, en la que León alternó la solemnidad de las mantillas con la alegría de las castañuelas.