Cronomicón

UNIVA / Superhéroes al Diván

El devorador de planetas, Galactus: ¿quién es esta entidad cósmica del Universo Marvel?

Enfrentar a un titán loco como Thanos no es tarea fácil, pero no imposible, y más cuando reclutas para la misión a los superhéroes más poderosos de la Tierra, los Avengers. Para los X‑Men es casi un día de oficina enfrentarse a Magneto, un mutante de nivel Omega cuyo rango no le queda grande si consideramos que puede manipular el electromagnetismo terrestre.

Galactus, personaje de cómic

Cada alineación de superhéroes tiene su némesis; así es como funciona este lío de los cómics. Sin ser la constante, es habitual que el supervillano sea más poderoso que el superhéroe; si no, no cabría su lucimiento como paladín del bien enfrentando una amenaza que lo supera pero no lo vence, y no lo hace porque su valor termina imponiéndose (este no es el caso de Superman, pero sí de Batman, quien, por cierto, desconfía de todos los metahumanos, incluidos los de su pandilla, y tiene un plan de contingencia por si es necesario neutralizar, por ejemplo, a Flash, a Linterna Verde y, sobre todo, al Hijo de Kriptón).

Pero ¿qué me dices de los Cuatro Fantásticos? Su galería de supervillanos es de las mejor surtidas, rebosante de enemigos de proporciones cósmicas. Comencemos con el hechicero científico de armadura, el Doctor Doom; este megalómano señor de Latveria ya en varias ocasiones se ha convertido en un ser cuasi divino, como en Guerras Secretas… pero ni Doom se compara, como enemigo para la familia fantástica, con Galactus, el Devorador de Planetas. Cuando han enfrentado a este ser cósmico, este ni siquiera les presta atención; dado que siendo formas de vida inferiores a la suya, aunque sean humanos con superpoderes, le resultan insignificantes. Para sus encargos tiene precisamente a sus heraldos.

Galactus, personaje de cómic

Equiparable a los Celestiales y apenas inferior a entidades cósmicas como Eternidad, Muerte, Infinity y el Tribunal Viviente… Galactus es un vagabundo de las estrellas que no tiene más propósito que garantizar su subsistencia fagocitando mundos. En estricto sentido no le viene el adjetivo de villano, aunque ha aniquilado razas alienígenas enteras al devorar sus mundos; pero no lo hace por maldad, sino por necesidad: destruye para sobrevivir; no tiene opción, así es su naturaleza: matar o morir.

Si le buscamos su equivalente mitológico, la deidad con la que guarda cierta semejanza sería el dios hindú Shiva, señor de la destrucción. Galactus es un Shiva de los cómics: su sola existencia trae consigo el aniquilamiento y la muerte. Si fuera el caso, en una gentileza casi vegana, guardadas las proporciones, podría restringir su dieta a solo planetas deshabitados, sin ningún tipo de vida y menos de la consciente. Pero no es el caso: no puede alimentarse de asteroides o lunas como la nuestra; su dieta cósmica le demanda planetas habitados. Fue así que llegó a la Tierra y enfrentó a una alineación de superhéroes cuya especialidad es salvar el mundo y defender a la humanidad entera: Los Cuatro Fantásticos.

Pero si no es un Celestial, un Eterno, un mutante y menos un hombre, ¿a qué taxonomía pertenece este ser cósmico que recorre el universo depredando mundos? Pues, sorpresa: antes de ser Galactus fue humano, no de nuestro planeta ni siquiera de nuestro universo, sino de uno anterior a nuestro Big Bang; se llamaba Galán de Taa. Era un científico y, junto con un grupo de compañeros, emprendieron el estudio de un naciente Huevo Cósmico. En su eclosión todos los exploradores murieron, excepto Galán, quien terminó fusionándose con un ser llamado Conciencia del Cosmos. En su nueva condición dio el salto al nuevo universo que nació con el estallido primigenio; flotó errabundo durante eones, gestándose lentamente hasta convertirse en Galactus, el devorador de mundos.

Galactus, personaje de cómic

En su necesidad de saciar su hambre, construye hipermáquinas que le permiten descomponer los planetas para facilitar su absorción. Preso de esta dinámica, en el universo Marvel hay quienes han calificado a Galactus como una fuerza entretejida en el entramado de la realidad que debe existir para que todo siga funcionando.

Para explorar los vastos confines del universo en busca de planetas para su menú, Galactus se ha valido de distintos heraldos, a quienes les ha otorgado una parte de su poder cósmico. El primero en ser reclutado fue el Caído, quien traicionó al devorador de planetas. El segundo, Silver Surfer, asumió el puesto de heraldo negociando con Galactus: estaría a su servicio con la condición de que no devorara su planeta natal, Zenn‑La.

Como lo detallan los cómics, Silver Surfer dejó su puesto al hacer equipo con los Cuatro Fantásticos en la misión de salvar la Tierra de la amenaza de su amo. Tomó su lugar Air‑Walker, quien mantuvo cierta cercanía con Galactus, de quien fue confidente. Cuando este tercer heraldo murió en servicio, el devorador de planetas lo sustituyó con un robot hecho a su semejanza. Otros personajes tomaron el puesto de heraldos, incluidos héroes como la Antorcha Humana y el propio Thor.

La película “Cuatro Fantásticos: Primeros Pasos”recrea la llegada de Galactus a la Tierra, historia contada en los cómics “Fantastic Four” números 48 al 50, publicados en 1966. Este fue todo un acontecimiento ahora llevado a la pantalla grande con una nueva trama. En el arco de las historietas, Silver Surfer encuentra para Galactus un nuevo planeta que devorar: la Tierra.

Galactus, personaje de cómic

Los Cuatro Fantásticos enfrentan infructuosamente a este invasor. Finalmente será su propio heraldo, junto con el vigilante cósmico Uatu, quienes les ayudarán a detener a Galactus.

Los Cuatro Fantásticos competirán en taquilla directamente con la nueva película de “Superman” ahora en su etapa a cargo de James Gunn. En sus respectivos universos, con estos dos filmes Marvel y DC se juegan un buen reinicio del género de superhéroes, un esperado renacimiento, porque si no quizás ya es hora de irle buscando epitafios a su aplazada sepultura.

Esperemos que ambas películas les vaya bien y sigamos tiendo en cine más sagas inspiradas en los cómics.

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