Ni por ser temporada navideña donde las ganancias repuntan, los comerciantes del extinto Mercado Corona ven la suya. Las ventas no mejoran a decir de la señora Leticia Cárdenas Martínez, que vende pan y a quien no se le terminaron los buñuelos que prometían una importante vendimia para la Nochebuena.“Para nosotros (es) bajo (el número de compradores), según yo pedí muchos buñuelos, pero no se vendieron, me quedó buñuelo. Pero toda la semana antes de Navidad empezó a bajar la venta, yo pienso que por los juguetes”.La comerciante, además, señaló la falta de vigilancia policiaca en el improvisado mercado que opera sobre la plazoleta de la XV Zona Militar, frente a la Prepa de Jalisco, donde “últimamente brillan por su ausencia” y donde le ha tocado ser testigo de robos a los transeúntes que deambulan por la zona.Sobre la publicidad prometida por las autoridades municipales, el señor Juan Manuel López Silva señala que no le ha tocado oír nada en las estaciones de radio, al tiempo que lamentó que cuando los funcionarios municipales hablan de los comerciantes indican que se encuentran instalados en la Plaza Agustín Rivera cuyo nombre no le es familiar a la población, de manera que ni siquiera esa publicidad les sirve.“Hay gente que todavía no saben que estamos aquí. Luego cuando hablan de aquí, de nosotros dicen que estamos en la Plaza Agustín Rivera, ¿Usted la conoce? Es bien fácil mejor que dijeran que estamos en San Felipe y Zaragoza. Esa es la realidad, la gente no sabe dónde estamos”.Por su parte, la señora Esther Pachecho Hernández dijo que se encuentra en una situación muy crítica porque al igual que los demás comerciantes, sólo está sacando para comer. Ella vende ropa interior y dice que ahora no ha podido surtir el calzón amarillo y rojo que se le ha vendido muy bien en otros años porque no tiene dinero para invertir.“Nosotros cada año vendíamos muy bien el calzón rojo, el amarillo y ahora no tengo nada surtido. La venta está muy mala. No como otros años cuando estábamos en el mercado se vendía muy bien, yo conseguía para invertir 20, 30 mil pesos para surtir y yo sacaba sin pena ni gloria el dinero para pagar, pero ahorita se me atoró la carreta. Apenas saca uno para comer”.La señora, metió la mano al mandil y dijo que desde que llegó a las 7 de la mañana sólo ha vendido cien pesos, mostrando el billete en su mano.Denunció además que ha pretendido vender tamales para mejorar sus ingresos, pero luego los inspectores municipales le cobran una “mochada” de cien pesos diarios porque no cuenta con permiso para eso. Señaló que otra razón por la que la gente no los visita es porque los ambulantes venden en las mejores calles del centro todo lo que ellos tienen y les acaparan la clientela.
lg
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