Según datos recientes de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Social (SADER) y el Servicio de Información Agroalimentaria y Pesquera (SIAP), el consumo anual per cápita de los mexicanos es de 24 kg, es decir en promedio 384 huevos al año, lo que significa un incremento de .7 kg más por persona, desde el 2019, dónde el consumo per cápita fue de 23.3 kg.
Si el consumo anual promedio actual por mexicano es de 384 huevos y a las gallinas les toma alrededor de 29 horas poner un solo huevo, significa que se requieren más de 11 mil horas de sufrimiento de estas aves para abastecer el consumo individual.
Estas cifras de consumo trasladado a la vida diaria de los animales que son criados en granjas industriales para abastecer la demanda, se convierte en maltrato y muerte, pues no hay animal en esta situación que no se enfrente a condiciones incompatibles con los buenos estándares de bienestar. Tal cual lo ha documentado la organización de protección animal, Igualdad Animal en sus investigaciones encubiertas y en su reciente reporte de mortalidad en la industria avícola en México.
Según el trabajo de investigación realizado por esta organización, dentro del ciclo productivo de las aves atrapadas dentro de esta industria, hay dos destinos para los animales, sufrir durante toda su vida siendo explotados y morir en el matadero o sufrir y morir antes de llegar al rastro por diversas razones, como ser considerados desecho.
La organización expone el gran problema de que en México no haya datos precisos y exactos sobre el número de animales que se crían para fines alimenticios, ya que las autoridades solo recopilan y reportan datos de los animales que llegan a los rastros al final de lo que se conoce como ciclo productivo, sin tomar en cuenta a todos los animales que murieron en otras etapas como la crianza y el transporte.
Este desconocimiento de información nos pone ante un escenario donde el maltrato animal es mucho peor de lo que imaginamos, la falta de datos, consecuencia de la escasa regulación, es un problema para entender la magnitud de sufrimiento de los animales.
Bajo este escenario y la falta de información por parte de las autoridades , Igualdad Animal se dispusó a colaborar con un grupo de investigadores para determinar con mayor precisión la cantidad de animales utilizados para obtener carne de pollo y huevos, incluyendo cuántos mueren antes de ser enviados al rastro.
El resultado fue un reporte sobre mortalidad en la producción avícola en México, dicho trabajo se determinó que se realizaría sobre la industria avícola pues es en la que muere un mayor número de animales. El reporte parte del análisis de la información oficial disponible para convertirse en una fuente de consulta confiable.
Los hallazgos obtenidos, son resultado de los problemas de bienestar a los que se enfrentan estos animales, es decir, las prácticas a las que son sometidos pollos y aves durante su etapa de cría, define la mortalidad de estos.
Todos estos problemas de bienestar tienen como consecuencia una alta mortalidad que se reflejan en los datos obtenidos por los investigadores en este REPORTE, encontrándose principalmente que:
● Más de 100 millones de pollos mueren en granjas donde se engordan para carne;
● Más de 130 millones de pollitos macho se matan por considerarse desecho en la industria del huevo;
● ● Más de 14 millones de gallinas mueren anualmente en jaulas antes de llegar a rastros.
Luego de la obtención de estos datos alarmantes, y adicional a dar a conocer su reporte sobre mortalidad en la producción avícola, Igualdad Animal mediante su programa de educación Love Veg, lanzan el día de hoy una campaña para invitar a todos los consumidores de este producto a reducir su consumo de huevo.
La campaña argumenta que las elecciones que tomamos como consumidores importan y tienen un impacto importante en la vida de estos animales, por eso cada vez que elegimos sustituir el huevo con alternativas vegetales, estamos evitando horas de sufrimiento a las gallinas pues casi la totalidad de la producción de huevo en México proviene de gallinas enjauladas, el 99% de las gallinas viven encerradas en diminutas jaulas tan pequeñas que cada una de ellas sólo tiene el espacio equivalente al tamaño de una hoja de papel, y son más de 130 millones de gallinas que viven así.