La inauguración de la Feria Internacional del Libro (FIL) de Guadalajara estuvo marcada por el recuerdo de su fundador: Raúl Padilla López, quien falleciera el pasado 2 de abril. Tanto el rector de la Universidad de Guadalajara, Ricardo Villanueva Lomelí; como la directora general de la feria, Marisol Schulz Manaut, le dedicaron palabras de agradecimiento al trabajo que hizo a favor de la cultura.
“No sólo fue quien ideó (la FIL), supo elegir y conjuntar cada uno de sus aliados que con el paso de los años se necesitaban para construir la FIL y garantizar su continuidad”, expresó Schulz Manaut.
La también editora recordó sus primeros años de trabajo con Padilla y sus primeras visitas a la feria, por lo que se comprometió a que la feria seguirá siendo la principal en Hispanoamérica.
“En cada pasillo y salón de la FIL seguiremos celebrando la vida y obra de Raúl. Si hoy estamos todos aquí es porque precisamente supo instalar los cimientos de un edificio cuya construcción resguardó con celo con el paso de los años. Para honrar su memoria, nos comprometemos a cuidar su legado, a que la FIL siga en el lugar en que Raúl la colocó”, afirmó.
En su participación, el rector Ricardo Lomelí Villanueva señaló que esta fiesta literaria que reunirá a más de 65o escritores y a 2 mil 200 casas editoriales, llegan quienes mantienen con vida el oficio de hacer libros.
“Llegan las editoriales, las grandes e independientes; pero también las que con manos de artesano dan vida a obras que tienen que leer y ser leídas, conviviendo y compartiendo el mejor objeto jamás inventado por el ser humano: los libros”, indicó.
El funcionario recordó que el país invitado a esta edición 37 es la Unión Europea, quienes presentarán un programa a partir del tema: construyendo una unión de culturas.
“La guerra siempre es sinónimo de la estupidez humana, por eso desde este espacio cultural expresamos nuestra más profunda solidaridad con las víctimas de todas las guerras”, dijo Lomelí Villanueva.
El rector también mencionó que esta FIL será diferente ante la falta de Raúl Padilla López.
“Nos hace falta un gigante, esta edición es especial porque toda la feria será un homenaje. Esta feria nació con un joven Raúl Padilla que a los 20 años vendiendo libros casa por casa junto a un pequeño grupo de amigos que pasaron a abrir una pequeña librería que el licenciado llamó El Centro Cultural Don Quijote, la intención del centro era promover la lectura”, narró.
Padilla tenía una gran virtud: veía las cosas no lo que eran sino lo que podía llegar a ser, tal era su amor por los libros que esa pequeña librería terminó convirtiéndose en esto, la feria más grande de Hispanoamérica, añadió.
“Esta edición de la FIL es un homenaje a una sola cosa: a la trascendencia, y sé que la palabra trascender se debe de usar con mucha responsabilidad porque son pocos, muy pocos, los que con sus acciones y obras logran permanecer en el corazón de las personas. El licenciado Padilla es de esos pocos, pero basta con esta feria para demostrarlo”.
Lomelí Villanueva reiteró que Padilla cambió al mundo con sus ideas. “Es de esos locos que necesitamos y que hacen que el mundo sea mejor. (Padilla fue) el loco, el genio, el fuera de serie y el ser humano de cuya mente nació de esta feria”.
Finalmente, el funcionario leyó una carta póstuma que le escribió al fundador de la feria en donde expresó su lugar irremplazable y la admiración a su trabajo.
En la ceremonia de inauguración estuvieron presentes: Leonardo Lomelí Vargas, rector de la UNAM; Enrique Ibarra Pedroza, secretario de gobernación de Jalisco; Brian Glynn, director general para las Américas del Servicio Europeo de Acción Exterior; Javier Guerrero, portavoz del jurado del Premio FIL; y a través de un video, Josep Borrell, alto representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores.