Guadalajara

Tribunal de Disciplina Judicial tendrá amplias atribuciones: desde sanciones económicas hasta la remoción o inhabilitación de jueces, magistrados y ministros

“Cárcel a jueces corruptos”: Rufino H. León, candidato a Tribunal de Disciplina Judicial

Rufino H. León Tovar

En un contexto de profunda desconfianza hacia el sistema judicial mexicano, el magistrado presidente de la Primera Sala del Tribunal Federal de Conciliación y Arbitraje, Rufino H. León Tovar, se postula como candidato para integrar el naciente Tribunal de Disciplina Judicial, con la promesa de transformar la justicia desde sus cimientos. Su candidatura se inscribe en la boleta turquesa con el número 31, en un proceso inédito que forma parte de la Reforma Judicial impulsada recientemente.

“Este nuevo órgano se crea para tener un control real del Poder Judicial”, explicó León Tovar en entrevista, subrayando que actualmente esa función la ejerce el Consejo de la Judicatura Federal, presidido por el mismo titular de la Suprema Corte. “Eso genera dudas sobre la imparcialidad del sistema actual. La creación de un tribunal autónomo, con capacidad de sancionar incluso a ministros, viene a responder a esa necesidad de independencia”.

El Tribunal de Disciplina Judicial tendrá amplias atribuciones: desde sanciones económicas hasta la remoción o inhabilitación de jueces, magistrados y ministros. “Incluso podrá consignar al Ministerio Público a quienes incurran en conductas delictivas”, afirmó. Para León Tovar, este nuevo órgano será “el filtro y termómetro” del nuevo modelo judicial. “Si el tribunal no cumple férreamente su función sancionadora, la reforma habrá fracasado”.

Durante su campaña, relata, ha encontrado un denominador común en todo el país: la gente no cree en la justicia. “En comunidades alejadas, las personas ni siquiera tienen dinero para defenderse. Y cuando lo hacen, lo hacen con la desconfianza de que el Ministerio Público no les hará caso o que el juez liberará al delincuente”, lamentó. Por ello, plantea que el Tribunal debe enviar un mensaje claro: “Vamos a ser severos con quienes apliquen mal la justicia”.

León Tovar aspira no sólo a ser magistrado del Tribunal, sino también a presidirlo. “No soy un improvisado, tengo 30 años en el servicio público y cinco como juzgador. Pero más allá de la experiencia, es una cuestión de resultados”. Denunció también la inequidad del proceso electoral: sin acceso a espectaculares, lonas o grandes eventos, las campañas se limitan a redes sociales y recursos personales, fiscalizados por el INE. “Aún así, creo que este proceso será un laboratorio para mejorar futuras elecciones”.

Sobre la baja participación esperada —calculada entre un 15 y 17 por ciento—, reconoce que eso limita la legitimidad del proceso, pero defiende que la apertura y la posibilidad de conocer perfiles pueden marcar la diferencia. “Aunque no todos tengan acceso a internet, hay ciudadanía libre que quiere decidir por sí misma”.

Rechaza también cualquier vínculo partidista. “Nunca he militado en un partido. Nadie me ha ofrecido respaldo y tampoco lo aceptaría. La justicia tiene que ser independiente, libre y ajena a intereses políticos”, sentenció, en referencia a las acusaciones de que esta elección favorecerá a figuras impulsadas por Morena u otras fuerzas políticas.

“Yo quiero llegar al Tribunal de Disciplina Judicial para meter a la cárcel a los jueces corruptos. Para imponer sanciones severas a quienes, por dinero o por influencias, fallan contra los más vulnerables. Incluso si se trata de ministros de la Suprema Corte. Vamos a ir por ellos, porque para eso es el tribunal”.

Con esa consigna, León Tovar se presenta como una opción de ruptura con las viejas prácticas del Poder Judicial y como una voz que apuesta por una justicia firme, independiente y, sobre todo, al servicio de la ciudadanía.

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