Este año Mazda nos sorprendió con la cuarta generación del descapotable MX-5. Destaca su tablero asimétrico el cual luce limpio y exhibe sólo lo necesario e importante. La postura de manejo es básica, pero efectiva: no hay ajuste de profundidad del volante, ni de altura en el asiento. Lo único medianamente distinto es que su asiento se ajusta con un nivel de adaptamos inmediata.La ausencia de botones se debe a la herencia del criterio ergonómico de los Mazda modernos, al poseer una pantalla táctil bastante operable hasta con una perilla y unos cuantos accesos directos; así que no hay pretextos, todo es muy fácil de entender.Sus vestiduras muestran una costura roja contrastante que recorre la tira que parece piel en la zona frente al pasajero y dentro de las puertas, que están coronadas por una pieza del mismo color de carrocería cuyas líneas, viendo hacia el frente, dan la impresión de seguir los trazos del pronunciado, voluminoso y visible cofre, siendo uno de los mejores detalles a bordo de este pequeño y casi tierno Mazda.En resumen, es un vehículo deportivo que destaca a primera vista por su fascia felina y el mejor trasero del mercado en diseño y volumen; posee el mejor costo-beneficio de su segmento, por lo que los conocedores vaticinan un mercado mexicano que abarrotará las tiendas Mazda del país para tener uno en sus cocheras.
Precio343,000 pesosFicha técnicaMotor cilindrada: L4, 2.0 lPotencia máxima: 155 hp a 6,000 rpmPar máximo: 200 Nm a 4,000 rpmCaja: Manual, seis velocidadesTracción: TraseraTanque de combustible: 45 litroscg
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