Innovación

videojuegos: Deus Ex: Mankind Divided, la (r)evolución futurista

La saga “Deus Ex” no es una de las más conocidas en la industria, pero si una de las más significativas en varios aspectos. Su primera entrega fue revolucionaria, y su influencia, junto con otros grandes títulos de acción-rol-sigilo, sigue presente al hablar del RPG Occidental.“Somos Adam Jensen, ex jefe de seguridad de Sarif Industries, estamos ubicados en una época futurística en la que la existencia de humanos modificados —con implantes robóticos conocidos como “Aumentados”— han provocado un malestar social manifestado en actos terroristas, protestas y mucha inseguridad. Nuestra labor es actuar en contra de los actos criminales y terroristas al mismo tiempo que desciframos una compleja red de conspiraciones que involucran al sector político y empresarial con peligrosas mafias y organizaciones secretas”.No hay mucho que hablar respecto a la jugabilidad que rescata los elementos básicos del sigilo y acción de su entrega pasada, quedando en el plano de lo funcional y pasable. Los aumentos de habilidades que se nos ofrecen, son la única verdadera aportación, cambiando el estilo de juego de manera bastante significativa según se va progresando.Los gráficos son dignos de esta generación, un despliegue técnico maravilloso les respalda. Siendo una experiencia que pretende invitarnos al sigilo. Su defectuosa inteligencia artificial es un error garrafal que sólo es compensado a medias por su nivel de dificultad.Pese a ser un juego enfocado en la acción, su trama tarda en arrancar para llenar al jugador de datos que quedarán de trasfondo durante el resto de la experiencia. En cierto sentido es muy similar a “Blade Runner”, no sólo en su estética futurística sino en el sentido de que su diégesis es tan —o incluso más— importante que la historia que se nos cuenta.Su mundo abierto y la libertad que se nos ofrece para cumplir tal o cual misión, aportan muchísimo tanto a la inmersión del jugador como a la sensación de dinamismo de su mundo.La saga “Deus Ex” nos narra en clave de acción una de las preocupaciones inherentes al avance tecnológico: la deshumanización y la polémica del transhumanismo. El cómo se adapta una sociedad a los abruptos cambios que genera el avance tecnológico a varios niveles. Al igual que cuando se habla de robots o androides, la preocupación de una clase social privilegiada es un trasfondo innegable en las obras de esta naturaleza.En el caso de las películas de terror de finales de los 70, el robot representa la fuerza obrera, un autómata cuyas actividades se limitan a la producción en masa y al cumplimiento de las necesidades de sus amos humanos. El terror se produce cuando la máquina (esta fuerza obrera reemplazable) toma consciencia de sí mismo y se revela en búsqueda de uno de los bienes más preciados de la humanidad: La libertad.Los “Aumentados” de Deus Ex encarnan la crítica que se le hace a las denominadas “ciudades de conocimiento”, países hyper insudtrializados en donde habitan únicamente las clases hegemónicas dominantes. Una clase social privilegiada que representa el nuevo paradigma global y que en su afán de expansión terminan erradicando al humano natural, a las culturas y sociedades que no sean capaces de adaptarse a la nueva era.

lg

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